Todos quieren bailar con la ciencia

No sé si por sincero convencimiento, los partidos coinciden en sus promesas de aumentar el gasto del Gobierno en investigación, desarrollo e innovación. En sus programas proponen elevar la inversión de manera sustancial para el año 2020. En tiempo de elecciones todos quieren bailar con la ciencia.

Tras años de recortes, la financiación a la I+D+i pública se ha reducido un 33% desde 2009. Ahora España se encuentra en torno al 1,24% del PIB, muy lejos del ansiado 3%, el objetivo marcado por la Unión Europea para dentro de cuatro años.

El PSOE propone aumentar la inversión pública en I+D+i civil con paso firme y gradual. Apuestan por doblarla al final de la legislatura. Ya lo hicieron entre 2004 y 2008. Es más, fijarían un suelo del 2,5% de los Presupuestos Generales del Estado para investigación.

Podemos propone una subida progresiva hasta el 2,7% en 2017 que llegue hasta el 3% en la siguiente legislatura.

El PP se compromete a aumentar la inversión hasta alcanzar el 2% del PIB en 2020. Eso sí, dependería de la recuperación del crecimiento de la economía y la consolidación fiscal.

Ciudadanos subiría la inversión por encima del 1,5%, que hasta ahora nunca se ha superado  y propone una Ley de Mecenazgo que dirija la filantropía hacia la I+D.

A pesar de que todos abrazan la ciencia, el partido más lúcido en materia científica es el PSOE. Frente a la tibieza del PP, los socialistas han demostrado una certera y progresista sensibilidad científica aprobando la Ley de Investigación Biomédica, la Ley de la Ciencia, creando la Unidad de Mujeres y Ciencia y dando un, hasta el momento inigualado, impulso a la difusión de la cultura científica. Ahora proponen hacer de la ciencia una prioridad política y social.

Ciudadanos metió la pata esta semana con la declaración del portavoz del área de ciencia que ha demostrado un profundo desconocimiento del sector que representa. “Sí que estoy a favor de la homeopatía”, dijo sobre esta práctica sin sustento científico.

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Es posible que los partidos hayan interiorizado que la clave para transformar el tejido productivo del país es la I+D+i. Los que más invierten son los más ricos. Es la base más sólida sobre la que edificar un modelo de desarrollo económico sostenible. No hay más que echar un ojo el PIB dedicado a ello en países punteros como Estados Unidos (2,8%), Corea del Sur (4,15%), Dinamarca (3%), Finlandia (3,3%), Israel (4,2%) o Japón (3,4%).

La comunidad científica espera la formación del nuevo parlamento con ansia, cautela y escepticismo. Y pide un pacto de Estado por la ciencia que blinde el I+D+i ante posibles cambios de gobierno. Piden que la inyección de dinero en ciencia sea constante y se mantenga en periodos de crisis. Porque es la fórmula para superarla. Porque los eurekas construyen su futuro. Nuestro futuro.