La sonrisa de Eduardo

1

Azucena Rodríguez

Ahora que Eduardo ya no está, se van a escribir largos, hermosos y emocionantes artículos sobre su arte. Sobre la indeleble huella que deja en todos nosotros. Y lo harán gentes capacitadas y expertas en las disciplinas en las que él ha sido un maestro indiscutible, música, pintura, poesía, cine… Por eso yo, desde mi modesta condición de fan y grupie primero y amiga después, quiero recordar, en este momento en el que es tan difícil poner palabras al dolor, al extraordinario hombre que tuve la suerte de conocer. Un hombre bueno, que ha derrochado a manos llenas amor, belleza y ternura. Un hombre honesto con todos y con todo, que ha sido, además, un hombre muy divertido.

En la playa comiendo pescaíto antes de la prueba de sonido, en el camerino después del concierto más exitoso, en la furgo, en su casa… Eduardo se reía.

Se reía con ganas. Con todos y de todo.

Fallece el cantautor Luis Eduardo Aute a los 76 años

Ver más

Para intentar deshacer el nudo que en la mañana de este 4 de abril se ha instalado en mi garganta, recuerdo ahora esa sonrisa suya, arrebatadora, inteligente y pícara que le hacía tan atractivo. Esa sonrisa que conjuraba todos los males y te hacía sentir vivo.

Gracias, amigo.

Azucena Rodríguez, La Rubia.

Ahora que Eduardo ya no está, se van a escribir largos, hermosos y emocionantes artículos sobre su arte. Sobre la indeleble huella que deja en todos nosotros. Y lo harán gentes capacitadas y expertas en las disciplinas en las que él ha sido un maestro indiscutible, música, pintura, poesía, cine… Por eso yo, desde mi modesta condición de fan y grupie primero y amiga después, quiero recordar, en este momento en el que es tan difícil poner palabras al dolor, al extraordinario hombre que tuve la suerte de conocer. Un hombre bueno, que ha derrochado a manos llenas amor, belleza y ternura. Un hombre honesto con todos y con todo, que ha sido, además, un hombre muy divertido.

Más sobre este tema
>