La 2 de TVE, conmemora —a su modo— el 80º aniversario del golpe militar contra la II República al emitir en la noche del lunes la película El Santuario no se rinde, que glosa la resistencia durante meses de los sublevados sitiados en el dedicado a la Virgen de la Cabeza por las fuerzas leales a al régimen democrático. Una resistencia que, junto a la del Alcázar de Toledo, la dictadura de Franco convirtió en uno de los símbolos de heroísmo frente a las "hordas rojas".
Como se ve, se trata de una aportación de la actual dirección de la televisión pública, impuesta por el PP, a a la superación de las secuelas de la guerra civil y al enfrentamiento entre los españoles. Lo hace, claro, de la manera en que la derecha, primero en dictadura, luego en democracia, suele hacerlo: celebrando "la victoria"; ayer eran desfiles militares y recepción en La Granja; ahora son misas –oficiadas por arzobispos– en recuerdo del dictador y películas a su mayor gloria.
Ver másTVE cumple sesenta años: Espinete como símbolo
Mientras, miles de ciudadanos claman por recuperar los restos de familiares asesinados, perdidos en cunetas y fosas comunes, un derecho fundamental al que el actual gobierno hace oídos sordos y sus voceros califican de "mero revanchismo", de "cosas de carcas, que solo miran al pasado".
Este martes, el PSOE presenta en el Congreso una iniciativa para que RTVE deje de estar al servicio del Gobierno; al tiempo, los Consejos de Informativos reclaman a los grupos políticos la devolución de la independencia y libertad a esos medios públicos, para que estén al servicio de la sociedad en su conjunto.
A la vista de su comportamientos en los últimos cuatro largos años, se trata de una demanda de pura higiene democrática.
La 2 de TVE, conmemora —a su modo— el 80º aniversario del golpe militar contra la II República al emitir en la noche del lunes la película El Santuario no se rinde, que glosa la resistencia durante meses de los sublevados sitiados en el dedicado a la Virgen de la Cabeza por las fuerzas leales a al régimen democrático. Una resistencia que, junto a la del Alcázar de Toledo, la dictadura de Franco convirtió en uno de los símbolos de heroísmo frente a las "hordas rojas".