Un vídeo en el que se ve cómo una periodista pone la zancadilla a un refugiado, en la frontera entre Serbia y Hungría, ha desatado la polémica en las redes sociales. Esos actos le han costado ya el empleo a la mujer, Petra Laszlo, pero pueden salirle mucho más caros: atacar a miembros de un colectivo, como era el caso, está penado con entre uno y siete años de cárcel:
Y, mientras el nombre y las imágenes de Petra Laszlo dan la vuelta al mundo, la parroquia tuitera se encarga de quitarle hierro al asunto de la agresión...
El cuñado ya la conocía de antes, claro:
En España tampoco nos quedamos cortos. Si hay que poner zancadillas o vallas, se ponen:
Un vídeo en el que se ve cómo una periodista pone la zancadilla a un refugiado, en la frontera entre Serbia y Hungría, ha desatado la polémica en las redes sociales. Esos actos le han costado ya el empleo a la mujer, Petra Laszlo, pero pueden salirle mucho más caros: atacar a miembros de un colectivo, como era el caso, está penado con entre uno y siete años de cárcel: