Érase una vez un proyecto estrella: la construcción de cuatro submarinos para la Armada Española, de los que, en el momento de la entrega, se supo que (¡oh, vaya!) no flotaban. Entonces, los sabios del lugar se pusieron manos a la obra para ampliar el tamaño de los sumergibles, pero (¡oh, vaya!), ahora no caben en el muelle que debe albergarlos, por lo que se ha decidido su ampliación. De momento, (¡oh, vaya!) los submarinos en cuestión ya duplican su precio inicial.
Érase una vez un proyecto estrella: la construcción de cuatro submarinos para la Armada Española, de los que, en el momento de la entrega, se supo que (¡oh, vaya!) no flotaban. Entonces, los sabios del lugar se pusieron manos a la obra para ampliar el tamaño de los sumergibles, pero (¡oh, vaya!), ahora no caben en el muelle que debe albergarlos, por lo que se ha decidido su ampliación. De momento, (¡oh, vaya!) los submarinos en cuestión ya duplican su precio inicial.