O el presidente valenciano se ve justito de fuerzas o tiene aspiraciones. Es un suponer. Lo único seguro es que ha estado a punto de contratar, a cargo de los presupuestos de la Comunidad Valenciana, a un entrenador personal por 20.000 euros anuales y cuando se corrió la voz optó por pagarlo de su bolsillo para, horas después, prescindir de los servicios del personal coach. ¿Cuestión de liderazgo?
O el presidente valenciano se ve justito de fuerzas o tiene aspiraciones. Es un suponer. Lo único seguro es que ha estado a punto de contratar, a cargo de los presupuestos de la Comunidad Valenciana, a un entrenador personal por 20.000 euros anuales y cuando se corrió la voz optó por pagarlo de su bolsillo para, horas después, prescindir de los servicios del personal coach. ¿Cuestión de liderazgo?