De Gotemburgo a Oporto: el camino socialista hacia una Europa más justa

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Iratxe García Pérez | Sergei Stanishev

El primer ministro de Portugal, António Costa, ha tomado la decisión correcta, al comprometerse a la aplicación del Pilar Europeo de Derechos Sociales, porque envía un mensaje de esperanza en un momento en el que la ciudadanía la necesita más que nunca. Muchos han perdido a familiares y amigos por la pandemia; otros han perdido su medio de subsistencia. La incertidumbre nos acecha a todos.

La Cumbre Social de Oporto, que se celebrará el 7 de mayo, no es un fin en sí misma. Será la piedra angular sobre la que aplicaremos los 20 principios que constituyen el Pilar Social. Por eso, es el momento de poner en marcha una estrategia integral y un plan de acción concreto, dotado de los instrumentos legales y el compromiso político al máximo nivel necesarios para haber completado su aplicación en 2030.

Es el momento de pasar de las buenas intenciones a medidas vinculantes que mejoren la calidad de vida de nuestros ciudadanos. Con la ayuda del Comisario Nicolas Schmit, perteneciente a nuestra familia política, ya hemos presentado propuestas importantes en lo que va de mandato, como por ejemplo la Directiva de Salarios Mínimos. El mensaje es claro: Europa no puede volver a incurrir en los errores del pasado, por eso esta vez no aceptaremos una recuperación basada en recortes de derechos y salarios más bajos.

Para ello, hay que explicarle a la gente la importancia de este proceso. Muchos no sabrán lo que es el Pilar Social pero, ¿y si les decimos que se trata de mejorar sus salarios para que puedan vivir dignamente o de garantizar precios asequibles para la vivienda o de eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres? Debemos convencerles explicándoles que queremos apoyar a los trabajadores, ayudándoles a adaptarse a mercados laborales en constante cambio. Debemos hablarles de la Garantía Juvenil, que ofrece oportunidades laborales a los jóvenes. Debemos recordarles que se trata de acabar con las prácticas no remuneradas y de garantizar atención sanitaria, educación, cuidados infantiles, viviendas dignas y una alimentación sana para nuestros niños y niñas.

Si somos capaces de traducir este proyecto en medidas concretas que afecten a la vida de las personas, la UE recuperará la confianza de la ciudadanía y volverá a ser útil y valiosa para todos.

Pero un compromiso serio con la dimensión social de Europa requerirá crear instrumentos nuevos que permitan una mayor inversión que la actual en servicios públicos, así como una mayor creación de empleo y la reducción de las desigualdades. Así, este esfuerzo se extiende también a la negociación sobre la reforma de las normas presupuestarias, por lo que proponemos una nueva “regla de oro de inversión social”. A su vez, es necesario volver a discutir la creación de un verdadero Esquema Europeo de Reaseguro contra el Desempleo, que mitigue el impacto del desempleo motivado por reformas estructurales de los estados miembros.

Una Europa más social requiere que la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo tengan en mente a los ciudadanos al tomar decisiones relativas a la estabilidad presupuestaria –en el llamado Semestre Europeo– y reconozcan el valor productivo de la inversión social y su contribución global a la fortaleza de la economía. Debemos abandonar la lógica de la austeridad. Se trata de coordinar a nivel europeo las políticas económicas, medioambientales y sociales, respetando los Objetivos Sostenibles de Desarrollo de la ONU y el Pacto Europeo por el Clima.

Los líderes de la UE se comprometen a trabajar para salarios "justos" y reducir las desigualdades

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Creemos que la Cumbre de Oporto es la oportunidad que necesitamos para cumplir esta agenda ambiciosa. Somos conscientes de que no resolveremos todos los problemas latentes en la UE –agravados por la pandemia– desde su creación en este periodo de presidencia portuguesa de la UE. Pero sabemos que esta Cumbre será decisiva para fijar el rumbo hacia una UE justa para todos.

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Iratxe García Pérez es presidenta del grupo de Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo y Sergei Stanishev es presidente del Partido Socialista Europeo

El primer ministro de Portugal, António Costa, ha tomado la decisión correcta, al comprometerse a la aplicación del Pilar Europeo de Derechos Sociales, porque envía un mensaje de esperanza en un momento en el que la ciudadanía la necesita más que nunca. Muchos han perdido a familiares y amigos por la pandemia; otros han perdido su medio de subsistencia. La incertidumbre nos acecha a todos.

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