Las Marchas de la Dignidad volvieron este miércoles a las calles en una acción conjunta en toda España. En concreto, se concentraron, según los organizadores, hasta en 500 oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), antiguo Inem.
La acción quiere ser "un toque de atención el día antes del Primero de Mayo", explicó un portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) –organización activa de la coordinación de las marchas– a este diario. "Ya está bien de que se hable tanto de la prima de riesgo y de los bancos. Hay que hablar de los parados y de proponer políticas activas de empleo", aseguró.
Según explican, hubo protestas en Madrid, Zaragoza, Salamanca, Cádiz, Sevilla o Alicante, entre muchas otras. Las concentraciones se desarrollaron desde las 11 de la mañana de este miércoles y no se produjo ningún altercado, pues la mayoría se comunicaron a las respectivas subdelegaciones del Gobierno. En las oficinas de empleo se dedicaron a repartir folletos y expresar sus peticiones.
El movimiento que se dio a conocer el pasado 22 de mayo en una gran manifestación en Madrid quiere dejar claro que las marchas no terminaron ahí y que tienen continuidad. "Las Marchas de la Dignidad hemos acordado que la primera acción de continuidad del 22M sea una jornada de lucha contra el paro masivo. Somos más de seis millones de personas en todo el Estado español las que estamos sufriendo el drama del desempleo. La mitad no recibimos ninguna prestación y un millón y medio recibimos la ridícula ayuda de 426 €", expusieron en un comunicado leído ante las puertas de las oficinas.
Un documental recupera la lucha por la dignidad de las Marchas del 22-M
En este sentido, desde la coordinadora del movimiento comunican que tienen prevista otra protesta "a nivel estatal" para el próximo 21 de junio que consistirá en rodear los parlamentos autonómicos de todas las regiones de España.
En el citado comunicado denuncian, además, que la tasas de paro demuestran "la ineficacia de un sistema que sólo favorece a los intereses de los poderosos" y de unas "políticas fracasadas, las de la Troika, que sólo miran por los bancos y las grandes empresas". Sostienen que la última reforma laboral ha resultado "un desastre para la creación de empleo" porque "cada minuto se destruye un empleo, y el que se genera es precario".
Los manifestantes aprovecharon las concentraciones para pedir la liberación de los dos jóvenes –Miguel, de 20 años, e Ismael, de 18– que continúan detenidos desde que tuvo lugar la manifestación del 22-M. Aseguran que son inocentes y que "están sufriendo en sus carnes la represión brutal de este gobierno" que pretende "convertir la movilización ciudadana en un conflicto de orden público".
Las Marchas de la Dignidad volvieron este miércoles a las calles en una acción conjunta en toda España. En concreto, se concentraron, según los organizadores, hasta en 500 oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), antiguo Inem.