Un documental recupera la lucha por la dignidad de las Marchas del 22-M

“En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle”. Esta famosa cita de Mahatma Gandhi ilustró su lucha pacífica por la igualdad y la justicia, y, durante las últimas décadas, ha acompañado a multitud de colectivos que han protestado hartos de la opresión. También acompañó a los cinco jóvenes periodistas que hace cuatro meses, cuando las Marchas del 22-M comenzaron su camino, decidieron filmar el recorrido para convertirse en testigos de cuál era el auténtico movimiento por la dignidad. Diles que se vayan es el resultado de aquellas intensas semanas.

Miguel Ángel Valero y otros cuatro amigos de Elche, periodistas en paro o con trabajos precarios, vieron en el 22-M un movimiento diferente. “En cuanto empezamos a ver la evolución de las columnas y la reacción que algunos, como el alcalde de Caudete (Albacete), tenían con las marchas, supimos que esta no era una manifestación al uso”, señaló Valero durante la proyección del documental en el Ateneo de Madrid. Estos cinco jóvenes se pusieron manos a la obra con muy poco presupuesto y escasos medios pero con muchas ganas. “Queríamos apoyar a esta gente y resaltar lo que los grandes medios de comunicación no estaban resaltando”, añade.

El documental refleja la peregrinación de los manifestantes que formaron parte de la Columna este (que partió desde la Comunidad Valenciana y Murcia), hasta su confluencia con la Columna de Andalucía, y la llegada a Madrid el día 22 de marzo, donde decenas de miles de personas protestaron contra los recortes en los servicios públicos, contra el pago de la deuda y la precarización del sistema.

Una masiva manifestación pacífica que se vio perjudicada por los violentos incidentes que ocurrieron en torno a las ocho y media de la tarde, una hora antes de que finalizara el acto, cuando el conflicto entre un grupo de antisistemas y miembros de la policía antidisturbios terminó con 101 heridos, en su mayoría policías. Los periodistas y los propios organizadores de las marchas critican que estos hechos aislados fueran utilizados por el Gobierno y por un sector de la prensa para ocultar el esfuerzo de meses y la lucha de casi un millón de personas, que actuaron de forma pacífica y solidaria.

Durante sus sesenta minutos de duración, Diles que se vayan pone cara a decenas ciudadanos y activistas que, de forma desinteresada, trabajaron durante meses para que esta manifestación fuera una realidad. Buscar dinero para los autobuses, crear las rutas, buscar alojamiento gratuito… “Un trabajo eclipsado por la hora de caos que no tuvo nada que ver con la gente que se dejó los pies”, señaló uno de los organizadores de la Columna este.

Los creadores del documental también entrevistaron a Jacinto Morales, secretario de la Federación de UIP del Sindicato Unificado de Policía (SUP), que admite "profundos errores de comunicación y planificación" por parte de la Policía y afirma que los que produjeron los altercados fueron "un grupo conflictivo" anteriormente identificado en otras protestas sociales.

Financiado por crowdfunding

El documental se realizó gracias a la campaña de crowdfunding que iniciaron sus creadores a través de Verkami. Buscaban obtener 900 euros y lograron trescientos más. Valero agradeció a sus mecenas la inversión y planteó que, quizás, esta forma de financiación ayude a una “nueva forma de periodismo”. “Lo que hemos hecho es demostrar que se puede hacer periodismo independiente y no el que te dicen que tienes que hacer”, apuntó Valero.

Además, los autores comentaron que este es el primero de una serie de proyectos documentales que quieren llevar a cabo. “Una nueva forma de periodismo por y para la gente”, señalaron.

El documental pone también un poco de luz sobre los últimos coletazos de las marchas, las detenciones de Ismael y Miguel tras los disturbios (que el pasado 13 de junio quedaron en libertad provisional tras meses de prisión) o conflictos como el que ocurrió en Caudete, cuyo alcalde, tras la discusión que se produjo en una protesta simbólica frente al ayuntamiento del pueblo, se niega a devolver el dinero que los caminantes dejaron como fianza para poder dormir en un lugar público.

A pesar de los contratiempos, los organizadores y participantes se muestran más que contentos con su participación en las marchas y agradecen en el documental los numerosos gestos de solidaridad que recibieron en la mayor parte de los pueblos por donde pasaron. Los ciudadanos les ofrecían abundante comida y les entregaban bolsas con bebidas y frutas, Protección Civil dedicó horas a curar las heridas de los participantes…

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Cañamero llama a la “unidad del pueblo”

Tras la proyección del documental Diego Cañamero, secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores, hizo una breve intervención llamando a las conciencias de la “gente con sentido común”. Cañamero pidió “democracia para el pueblo y economía para el ser humano” y declaró que el 22-M había sido una continuación del espíritu del 15-M, reflejo de un pueblo “harto de ver cómo se pudre el sistema”. “El 22-M no fue el fin de nada, fue el principio de algo nuevo que está surgiendo en todo le territorio: la unidad del pueblo. No habrá cambio posible si el pueblo no se une”, denunció el sindicalista.

Cañamero también apeló a la participación ciudadana en las próximas protestas que han convocado desde la organización del 22-M: una acción para rodear los Parlamentos de todas las Comunidades Autónomas el próximo 21 de junio.