Los críticos con la gestora reunieron este jueves a unas 250 personas en Sevilla, fortín político de la secretaria general del PSOE andaluz, presidenta de la Junta y previsible candidata a liderar el partido, Susana Díaz. No fue un acto desbordante; ni se quedó gente fuera ni el ambiente fue explosivo, aunque se fue animando a partir de que tomó la palabra el diputado Odón Olorza. Pero tampoco fue un fiasco: se ocuparon prácticamente todas las 216 sillas y hubo gente de pie en los márgenes del salón reservado en el Hotel NH Collection, el mismo en el que coincidieron en una conferencia Felipe González y Susana Díaz hace tres semanas. Con las cabezas visibles de Elorza, Zaida Cantera y Rocío de Frutos –tres de los diputados expedientados por votar no a Mariano Rajoy–, el mensaje central del acto era claro: congreso extraordinario y primarias "ya". Y, por supuesto, "no es no". Ése fue el grito de guerra coreado que hizo levantar las banderas socialistas en un acto sin alusiones de apoyo expreso a Pedro Sánchez.
Lo que sí hubo fueron tímidas alusiones críticas a Susana Díaz, la más ácida la de Zaida Cantera. "Soy una simple socialista sin carné que no está tocada por los dioses de la política", afirmó, en una frase con una doble intención: responder a las críticas por su presencia, pese a no ser militante, en los actos de las plataformas que reclaman congreso y primarias; y mofarse de las palabras laudatorias que el líder socialista aragonés Javier Lambán dedicó recientemente a Díaz, de la que dijo que estaba "tocada por los dioses del socialismo y la política".
El acto empezó dubitativo, porque el audio funcionaba mal. Apenas se entendió casi nada de lo que dijo la coordinadora de la Plataforma Pro Congreso y Primarias de Sevilla, Nieves Hernández, ni lo que aportó la diputada Rocío de Frutos. "¡No me entero!", protestaban algunos desde sus asientos. Justo antes de que Elorza tomara la palabra, un técnico solucionó el problema. Y el ex alcalde de San Sebastián aprovechó para sacar a la gente del sopor con una arenga cargada de patriotismo de partido. "¡Esto es un acto de partido! ¡Arriba esas banderas rojas", exclamó. "No os rindáis. Estáis aquí, la militancia está alzada, en pie. Este movimiento de rebeldía va a hacer historia. No bajéis la voz", expresó.
"No va a ser fácil esa batalla. Sí, sí, batalla", afirmó Elorza, que también hizo llamamientos al respeto entre compañeros y al respeto a los adversarios internos, pese a que reconoció sus "importantes diferencias con una posible candidata". El diputado vasco lanzó un mensaje de optimismo, casi hasta la euforia. E insistió en la idea de "recuperar el partido", intentando que el movimiento no interiorice una idea de marginalidad. "Queremos un proyecto renovado y a la izquierda. Seguid con la presión política", concluyó, reiterando la idea de que la movilización de los militantes provocará el adelanto del congreso y las primarias. Elorza defendió unas primarias que no estén "amañadas ni pactadas por las élites".
Cantera reivindicó, al igual que Elorza, un partido "de izquierdas" para disputar el poder a la derecha. Y dedicó buena parte de su intervención a legitimar su presencia en el acto pese a no ser militante. "Yo os represento, les guste o no les guste", afirmó. "No he sido militante, porque he sido militar, y los militares no pueden", explicó.
Al acto acudieron el veterano alcalde de Dos Hermanas (Sevilla), Francisco Toscano, el crítico con Susana Díaz con mayor poder institucional en Andalucía. También ex cargos socialistas del Ayuntamiento de Sevilla y Juan Cantero, edil del PSOE en Cádiz. No estuvo Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, alto cargo de la Junta y referente de los afines a Sánchez en Sevilla, ni José Luis Pérez Tapias, de la corriente Izquierda Socialista, si bien este vive en Granada. La inmensa mayoría era eso que se llama "militantes de base".
Militantes enfadados
Yolanda de la Bandera, de 38 años y militante en Sevilla desde los 14, apoyó a José Luis Pérez Tapias, de la corriente Izquierda Socialista, en las primarias de 2014. Pero ahora se siente "identificada con Pedro Sánchez y su lucha". "Pero esto no va de Pedro Sánchez, va de pedir un congreso extraordinario y primarias. Eso es lo que nos une. Al principio creía que estaba sola, pero ahora creo que esto es mayoritario entre la militancia", señalaba antes del inicio del acto. "Y si el comité federal se reúne en enero y no da la fecha del congreso, será una situación todavía más ilegal que la de ahora", añadía Yolanda mientras recibía a los asistentes, que iban firmando por la celebración de congreso y primarias y dejando unas monedas para sufragar el acto.
Yolanda foró parte de la organización de un acto que se presentó sin líderes, pretendiendo dar la imagen de un movimiento espontáneo de las bases. No en vano, Nieves Hernández, portavoz de la Plataforma Pro Congreso y Primarias en Sevilla, siempre insiste en evitar personalismos. No obstante, la simpatía hacia Pedro Sánchez era unánime entre los asistentes consultados. "Yo no soy sanchista. Avalé a Pérez Tapias. A Sánchez le he visto luces y sombras. Pero ahora se ha cargado de razón y dignidad", afirmaba, bufanda con los colores republicanos al cuello, Martín Laviana, militante de Espartinas (Sevilla), que acudió con su esposa, Carmen Rodríguez, ambos militantes desde el 93. "Y antes en la militancia antifranquista, siempre haciendo política", subrayaba Martín, que se siente especialmente identificado con el "no es no" de Sánchez.
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Tanto Martín como Carmen descartaban apoyar a otro partido. "¿A Podemos yo? ¡Ni loco!", exclamaba Martín con una sonrisa. Pero ambos señalaban que están "hartos del 'quítate tú para ponerme yo'", en palabras del primero, en una crítica a Susana Díaz, secretaria general del PSOE andaluz y más que probable candidata a liderar el partido en el congreso del próximo año. "Este PSOE de la gestora está totalmente derechizado y ha caído en prácticas desastrosas, poco democráticas", lamentaba Carmen.
Unas filas más atrás, un matrimonio veterano, Manuel y Carmen, afirmaba haber acudido "a escuchar". "Yo dejé la militancia con el caso Guerra, imagínate. Pero me ha gustado el papel de Pedro Sánchez. Él no quería a Podemos, lo quería con condiciones", dice. A su lado, su marido afirma que tampoco es militante y recuerda que en su día pegó carteles con el Partido Andalucista. Asiste al acto con aire de cierto escepticismo –"yo vengo acompañando", dice–, pero no niega una cierta simpatía por Sánchez.
Entre los asistentes consultados cunde la preocupación ante la posibilidad de que no se realicen finalmente unas primarias, y el enfado por lo que consideran un escaso debate anterior y posterior a la abstención en las agrupaciones locales. Abundan las críticas a la abstención ante Mariano Rajoy, pero más aún por la forma en que se defenestró a Sánchez y al papel de la gestora liderada por Javier Fernández. El tono es de enfado e indignación, pero no hay ataques furiosos ni faltas de respeto, ni hacia los integrantes de la gestora, ni hacia Susana Díaz, de la que todos opinan que se presentará para ser secretaria general del partido. "No creo que gane, no gusta fuera de Andalucía", afirma Carmen, la ex militante.
Los críticos con la gestora reunieron este jueves a unas 250 personas en Sevilla, fortín político de la secretaria general del PSOE andaluz, presidenta de la Junta y previsible candidata a liderar el partido, Susana Díaz. No fue un acto desbordante; ni se quedó gente fuera ni el ambiente fue explosivo, aunque se fue animando a partir de que tomó la palabra el diputado Odón Olorza. Pero tampoco fue un fiasco: se ocuparon prácticamente todas las 216 sillas y hubo gente de pie en los márgenes del salón reservado en el Hotel NH Collection, el mismo en el que coincidieron en una conferencia Felipe González y Susana Díaz hace tres semanas. Con las cabezas visibles de Elorza, Zaida Cantera y Rocío de Frutos –tres de los diputados expedientados por votar no a Mariano Rajoy–, el mensaje central del acto era claro: congreso extraordinario y primarias "ya". Y, por supuesto, "no es no". Ése fue el grito de guerra coreado que hizo levantar las banderas socialistas en un acto sin alusiones de apoyo expreso a Pedro Sánchez.