La polémica generada por la huida que protagonizó este jueves Esperanza Aguirre al arrollar una moto de los agentes de movilidad de Madrid tras ser multada por estacionar en el carril bus no cesa. La propia expresidenta de la Comunidad se ha encargado de hablar con numerosos medios de comunicación para exponer su versión de los hechos, y ha aseverado, entre otras cosas, que la sanción tuvo un componente "machista" y que los agentes mantuvieron una actitud de "prepotencia". Pero las explicaciones de Aguirre no coinciden en varios puntos con las de la Policía.
La cantidad de tráfico
Según relató la presidenta del PP de Madrid el jueves por la noche en el programa de la Cadena Ser Hora 25, detuvo su coche "un minuto" para ir a sacar dinero en pleno carril bus de la Gran Vía madrileña. Un agente de movilidad, al ver el vehículo estacionado indebidamente, se dirigió hacia él para multarlo.
Y aquí empiezan las discrepancias: según Aguirre, paró en ese punto porque en la arteria principal de la ciudad a esas horas –alrededor de las cuatro de la tarde– "no había ni un alma". Sin embargo los agentes de la Policía Municipal que han elaborado el atestado aseguran que tuvieron que señalizar la zona para "canalizar el tráfico y proteger la integridad del agente de movilidad debido a la gran intensidad de vehículos" que en aquel momento circulaba por Gran Vía.
La Notificación
El mismo jueves por la tarde, Aguirre aseguraba en su blog que "en ningún momento" se había "dado a la fuga", si bien pocas líneas más abajo reconocía que, tras 15 minutos, había decidido "marcharse" del lugar, toda vez que ya había entregado la documentación requerida a los agentes y éstos la habían multado. No es lo mismo que dice la Policía Municipal, que asegura que Aguirre emprendió la marcha cuando los agentes de movilidad iban a notificarle la denuncia, algo que la presidenta del PP madrileño ha negado en el programa Las Mañanas de Cuatro.
La huida
Tampoco se ha explayado la expresidenta de la Comunidad sobre el trayecto hacia su casa. Sí lo hicieron los agentes, que aseguran que tanto los agentes de movilidad como los propios policías fueron detrás de su coche, "llegando a circular de forma paralela e indicando de forma verbal" a Aguirre que se detuviese. La exmandataria sí ha reconocido que ignoró las ordenes de los agentes, pero ha negado que éstos se pusiesen a su altura porque, ha explicado, todas las calles desde la Gran Vía a su casa son "de un carril".
Aguirre pierde puntos
La moto
Uno de los aspectos más controvertidos del incidente, el derribo de una moto de los agentes de movilidad por parte de Aguirre, tampoco es contado igual por la presidenta del PP madrileño que por la Policía. El atestado policial relata que el vehículo del agente se encontraba delante del de Aguirre y que ésta, "golpeando con el lateral derecho del vehículo", lo tiró.
La presidenta, por su parte, es mucho más sutil: si bien reconoce que la motocicleta cayó tras impactar con su coche, Aguirre asegura que este choque fue nimio. Y ha insistido en ello de varias formas: la exmandataria de la Comunidad de Madrid ha afirmado que sólo había "rozado" el vehículo policial, así como que la marca que había quedado en su coche era como si se hubiera hecho "con la uña". Pero el choque no fue casual: el problema, según Aguirre, era que la moto estaba "malísimamente aparcada".
La polémica generada por la huida que protagonizó este jueves Esperanza Aguirre al arrollar una moto de los agentes de movilidad de Madrid tras ser multada por estacionar en el carril bus no cesa. La propia expresidenta de la Comunidad se ha encargado de hablar con numerosos medios de comunicación para exponer su versión de los hechos, y ha aseverado, entre otras cosas, que la sanción tuvo un componente "machista" y que los agentes mantuvieron una actitud de "prepotencia". Pero las explicaciones de Aguirre no coinciden en varios puntos con las de la Policía.