A Santiago Abascal, el líder de la extrema derecha española, no le acaba de gustar Alberto Núñez Feijóo. Pero su gran objetivo es sumar con el PP en 2023 una coalición que ponga fin al Gobierno de Pedro Sánchez y desalojar del poder al PSOE y a Unidas Podemos. De ahí que combine las críticas al nuevo líder del PP con el emplazamiento constante a que asuma la necesidad de sumar.
Abascal lo dejó claro este martes en una entrevista en Esradio. El empeño de Feijóo de centrarse en la economía y “dejarnos de debates estériles” no le gusta. “La economía es importante, pero ¿es estéril combatir la legislación ideológica de la izquierda, hablar de la soberanía energética, defender las fronteras o derogar la memoria histórica, una de las cosas que el PP no ha querido cumplir del acuerdo con Vox en Andalucia?” A Feijóo, lamentó, “todo le parece estéril salvo hablar de economía”. Quieren “presentarse a los ciudadanos como unos señores que equilibran las cuentas públicas”. “Por suerte”, añadió, los ciudadanos tienen a Vox.
La estrategia de Abascal coincide con la de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, centrada en lo que la derecha llama la “batalla cultural”: la denuncia de todo lo que representa la izquierda, desde la defensa de los servicios públicos a las iniciativas que tratan de reconocer y consolidar derechos y luchar contra la desigualdad.
Al líder de la extrema derecha española tampoco le gusta que su homólogo del PP esté dispuesto a llegar a acuerdos con el Gobierno. “Con el PSOE hay que mantener una distancia infinita, no se le puede dar un balón de oxígeno. No se puede llegar a un acuerdo ni sobre el Consejo General del Poder Judicial ni sobre nada”, advirtió. “Hay que darle la batalla hasta el final. Y después reconstruir el país”.
Feijóo y Abascal todavía no se han reunido, pese al interés del líder de Vox en celebrar una encuentro a partir de la cual visibilizar la voluntad de ambas formaciones de cooperar para gobernar juntas España. “Quedamos en vernos loa antes posible, pero no lo hemos concretado”, admitió el líder ultra. “Yo sigo con la mismo posición que con [Pablo] Casado: mano tendida para echar a Pedro Sánchez, sabiendo que tenemos muchas diferencias y reproches mutuos que hacernos. Pero la prioridad es echar a Pedro Sánchez”, subrayó. ”No hay prisa en vernos, pero sería bueno”, insistió.
Nada indica, en todo caso, que esa cita se vaya a producir antes de las elecciones andaluzas del 19 de junio. Una convocatoria ante la que Abascal ya advierte al presidente Juanma Moreno que no cederá en su apuesta por un gobierno de coalición igual que en Castilla y León, por más que el candidato del PP amague con repetir las elecciones si no puede gobernar en solitario.
“El primer día de las elecciones [en Castilla y León] nos ayudó muchísimo decir que nos queríamos el voto de aquellos que pretendían que se l entregásemos gratis al PP y lo repetimos en todos los mítines. El que votaba sabía lo que votaba y en Andalucía no vamos a dar ninguna sorpresa: vamos a hacer exactamente lo mismo”, subrayó.
El líder de Vox recomendó al PP “que admita la realidad” de que van a tener que gobernar con ellos. “Porque es un gesto feo reñir a los votantes y decirles que tiene que votar bien. Es un gesto feo patrimonializar los votos, decir que son votos del PP, como dice el señor Feijóo de vez en cuando”, votos que “tiene que volver”.
Eso ocurriría, argumentó Abascal refiriéndose a Feijóo, “si usted defendiera algunas cosas que ha dejado de defender, si tuviesen clara la idea de la nación”, puso como ejemplo. “Pero parece que tienen muchas dudas”.
Más exigentes
Vox dice sentirse engañada por Moreno porque no cumplió ninguno de los acuerdos que firmó con su formación a cambio de la investidura en 2018. Así que ahora serán mucho más exigentes. Inmigración, persecución penal de los menores, abandono de las políticas contra la crisis climática y derogación de la legislación contra la violencia machista y sobre la memoria historia serán algunas de sus exigencias. Además de entrar en el Gobierno de la Junta.
Vox insiste en que “la inmigración ilegal y masiva está detrás del aumento de algunos de los problemas” de violaciones y violencia de los últimos días. “Nos dedicamos a importar un tipo de inmigrantes ilegales que proceden de países que no tienen nuestra misma cultura, sino que tiene una cultura contraria a la nuestra que no respeta a las mujeres”.
La extrema derecha quiere seguir haciendo del debate sobre la seguridad en las calles, que relacionan constantemente con la población extranjera, uno de los asuntos centrales del debate público, aunque España esté entre los países con cifras más bajas de delincuencia. Entre otras cosas, explicó Abascal, propondrán “bajar la edad penal hasta donde sea necesario”, al menos hasta los 14 años, admitió durante la entrevista. Y endurecer el Código Penal para extender las penas de prisión y la cadena perpetua, que en España se llama prisión permanente revisable. “Nos llaman racistas y xenófobos”, pero “es uno de los debates más importantes en nuestra sociedad en estos momentos”, remarcó.
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Si entran en el Gobierno andaluz, explicó durante la entrevista, exigirán que los “30.000 ilegales” que según sus cálculos están “empadronados con tarjetas sanitarias que pagan los andaluces” sin ni siquiera vivir en España, “sólo para hacer turismo sanitario”, dejen de estarlo, porque según él esta es la base del “efecto llamada” que atrae a nuevos migrantes. Y aunque acababa de admitir que no viven en España, añadió: Hay que “poner en manos de la Policía los datos de esos ilegales para expulsarlos”.
En segundo lugar, exigirá un recorte de lo que la derecha llama “gasto político”. “La industria política”, señaló, “tiene acogotados a los españoles y está detrás del saqueo fiscal. En España hay más de tres millones de empleos públicos al calor de la industria autonómica y esto es algo que hay combatir”.
Y, en tercer lugar, “derogar toda la legislación izquierdista en género y memoria”.
A Santiago Abascal, el líder de la extrema derecha española, no le acaba de gustar Alberto Núñez Feijóo. Pero su gran objetivo es sumar con el PP en 2023 una coalición que ponga fin al Gobierno de Pedro Sánchez y desalojar del poder al PSOE y a Unidas Podemos. De ahí que combine las críticas al nuevo líder del PP con el emplazamiento constante a que asuma la necesidad de sumar.