Congreso de los Diputados
La abdicación del rey y la proclamación de Felipe VI costaron 300.000 euros
Los actos que generó la abdicación de rey Juan Carlos I y la proclamación de su hijo, Felipe VI, costaron más de 300.000 euros. De ellos, cerca de 175.000 corrieron a cargo del Ministerio de la Presidencia –al que está adscrito Patrimonio Nacional– y 132.000 al Congreso, donde tuvo lugar la coronación del nuevo monarca.
Los gastos que supusieron ambas ceremonias vuelven a la palestra a raíz de que el diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) Josep Pérez Moya, pidiera conocer lo que tuvo que desembolsar el Gobierno para esos actos, particularmente el de la proclamación, teniendo en cuenta que a los miles de invitados, la ornamentación y la recepción, se le añadió un paseo de Felipe VI por las calles de Madrid, con el coste en seguridad que ello conlleva.
En su contestación, a la que ha tenido acceso Europa press, el Ejecutivo se limita a dar cuenta del importe que los actos referidos supusieron para el Ministerio de la Presidencia, que ascendieron a 169.660 euros. De ese total, 91.788 euros fueron gastos corrientes en bienes y servicios; 64.434 euros, gastos de personal, y 13.437 euros se destinaron al capítulo de inversiones.
4.500 euros para el traslado de autoridades
Presidencia del Gobierno informa de que asumió el gasto de alquiler de autobuses para el traslado de las autoridades que presenciaron ambas ceremonias, y cuyo corte total fue de 4.474 euros.
Y esos son los únicos datos que aporta, porque en su respuesta, el Ejecutivo no da cifras sobre los gastos del dispositivo de seguridad, apuntando que éste no difirió de otros que habitualmente se establecen para eventos de gran afluencia de público, como acontecimientos deportivos o manifestaciones. Por tanto, señala que fue un coste asumido con los presupuestos ordinarios del Ministerio del Interior, como ocurre normalmente en este tipo de operativos.
Tampoco enseña los gastos asumidos por otros poderes del Estado e instituciones distintas de la Administración General del Estado.
Sin embargo, el Congreso ya hizo público en julio de 2014 el coste que la ceremonia de proclamación de Felipe de Borbón supuso para las Cortes Generales, que ascendió a un total de 132.036 euros, un gasto "austero", según comentó en su día su presidente, Jesús Posada, que salió de la cuenta de remanentes que anualmente van acumulando las Cámaras con las partidas presupuestarias no ejecutadas.
De esos más de 132.000 euros, la mayor parte, 55.128, se destinó a desmontar la zona de Presidencia del Congreso para colocar la tarima especial desde la que el rey fue proclamado nuevo monarca, rodeado de su familia y de las principales autoridades del Estado. A ello se añadieron otros 11.979 euros para trabajos extra en esa plataforma y la colocación del tapete donde reposó la corona y el cetro reales.
Horas extra del personal por ser festivo: 36.400 euros
La segunda partida más importante, de 36.358 euros, se destinó a abonar complementos y horas extra al personal de las Cortes Generales, que trabajaron ese día, 19 de junio, pese a ser festivo en Madrid. El Congreso se hizo cargo de 26.288 y el Senado de otros 10.069.
Otros 8.820 euros se gastaron en montar y desmontar el dosel que se instaló en la Puerta de los Leones, y 4.564 en 31 pasadores de cordón y en las medallas que ese día lucieron los miembros de las Mesas del Congreso y del Senado y los portavoces parlamentarios con el nuevo emblema de Felipe VI.
Además, por cambiar los sillones del hemiciclo para que cupieran también los senadores se abonó 3.007 euros, y otros 2.597 costó barnizar y elevar la altura del atril donde el monarca pronunció su discurso como nuevo rey, así como por restaurar la mesa isabelina de la Sala de la Reina.
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El receso del café, más de 1.000 euros
Asimismo, el alquiler y montaje de una carpa para el control de acceso de los periodistas supuso un importe de 1.875 euros, la pausa para el café que se tomaron las autoridades se elevó a 1.074 y la colocación de las pantallas que se instalaron para que se pudiera seguir la sesión solemne en diversas dependencias del Congreso tuvo un coste 923 euros.
Entre otros gastos destaca los 410 euros que supuso el servicio de agua para la prensa; los 162 que se pagó por la climatización y los 125 que se abonaron por dos centros de flores que se colocaron en el Salón de Plenos.