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Los abogados advirtieron al Barça y a Messi en 2016 de que cometían dos delitos fiscales camuflando parte del salario del jugador como donaciones a su fundación

La Agencia Tributaria comenzó en febrero de 2016 a investigar los pagos del FC Barcelona por el impuesto de sociedades y el IRPF entre 2011 y 2014. Nueve meses más tarde, amplió a 2015 el objeto de su examen. A los inspectores les interesaron los 7,4 millones de euros que el club había abonado a la Fundación Leo Messi como donativos desde 2010 hasta 2014. Así que los abogados del despacho Gómez-Acebo & Pombo, fiscalistas del Barça junto con Cuatrecasas, elaboraron en junio de 2016 un memorándum donde detallaban al club las implicaciones jurídicas de esas donaciones: tanto el equipo como el jugador corrían el riesgo de ser acusado de dos delitos contra la Hacienda pública.

El primero, porque era “altamente previsible” que la Agencia Tributaria considerara como rendimientos del trabajo –como parte del salario de Messi– los pagos a la fundación, ya que, entre otras peculiaridades, esas donaciones estaban condicionadas a la permanencia del jugador en el club e incluso disponían un “premio” de 750.000 euros si el futbolista ganaba el Balón de Oro de la FIFA. En este caso, el responsable penal sería Lionel Messi, por no pagar el IRPF correspondiente a ese salario camuflado.

Del segundo delito el responsable penal sería el Barça, puesto que no hizo la retención legal del IRPF por esa parte del sueldo del futbolista distraído como donación y porque se aplicó en el impuesto de sociedades la exención de la que se beneficiaron unos donativos que no eran tales. De hecho, el documento asume que la Fundación Leo Messi proporcionó al club los certificados acreditativos de cada una de las donaciones realizadas desde 2010, pese a que sólo pueden emitirlos las fundaciones acogidas al régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos e inscritas en el correspondiente registro. La Fundación Leo Messi no se registró ni pudo beneficiarse del citado régimen especial hasta 2013, cuatro años después de su constitución, subrayan los asesores. Por tanto, se aprovechó ilegalmente de la deducción en cuota del 35% prevista para estas donaciones.

A continuación, los abogados de Gómez-Acebo & Pombo recomiendan al Barcelona FC posibles actuaciones. Con respecto al jugador, aconsejan que regularice “íntegramente su situación tributaria antes de ser notificado” por Hacienda, una posibilidad que los asesores prevén próxima. De esta forma, Messi se liberaría de cualquier sanción, administrativa o penal. Pero al club le explican que, al haber sido notificado ya por la Agencia Tributaria –la inspección llevaba cuatro meses en curso– no está en situación de regularizar los ejercicios objeto de examen. Hacienda podría reclamarle la cuota del impuesto de sociedades no declarada, las sanciones y los intereses de demora.

Según los cálculos de los fiscalistas del Barça, para regularizar su situación tributaria por el salario camuflado como donaciones, Messi debería pagar 3,18 millones de euros sólo por los años 2011 a 2014. Para los posteriores, recomienda que haga las correspondientes declaraciones complementarias de IRPF. El impacto de la regularización para el club en el impuesto de sociedades ascendería a 1,95 millones de euros. El memorándum es uno de los documentos de Football Leaks en poder de Der Spiegel que la revista alemana comparte con el resto de los medios de la red European Investigative Collaborations (EIC) a la que también pertenece infoLibre.

Para situar en el tiempo el documento y los acontecimientos que lo explican hay que recordar que ese mismo mes el Juzgado de Instrucción número 22 de Barcelona remitía el caso Neymar a la Audiencia Provincial por dos delitos fiscales. La causa terminó en diciembre de 2016 con un acuerdo de conformidad con la Fiscalía y la Abogacía del Estado que condenaba al Barça a pagar una multa de 5,5 millones de euros. Y donde el club admitía haber fragmentado y ocultado el salario real del futbolista brasileño utilizando contratos con sociedades cuyo objeto era simulado. El real consistía en eludir el pago de impuestos.

“Indicios de infracciones tributarias”

El caso es que la inspección abierta en febrero de 2016 y ampliada en noviembre de ese año concluyó el 4 de mayo de 2018, con actas de conformidad de 10,28 millones de euros, más 2,38 millones en intereses de demora, por el impuesto de sociedades, el IVA el IRPF y las retenciones de no residentes. Así como con 800.000 euros en sanciones, según recoge la última memoria del FC Barcelona, correspondiente a la temporada 2017/18. En total, el club de Josep Maria Bartomeu pagó al fisco 13,47 millones de euros.

Además, el 29 de junio de ese año Hacienda le notificó al club que debía pagar 13,49 millones de euros más 3,29 millones en intereses de demora derivados de actas en disconformidad en las que el fisco advierte la existencia de “indicios de comisión de infracciones tributarias”. A preguntas de infoLibre, el Barça se limita a responder que ha recurrido esas actas en disconformidad ante el Tribunal Económico Administrativo. El club ya ha provisionado en sus cuentas 14,29 millones de euros para hacer frente a un posible pago al fisco.

En cualquier caso, el escrutinio a que ha sometido Hacienda al Barcelona FC y a sus jugadores forzó al club a modificar los esquemas fiscales que venía usando durante años. La primera inspección a Messi –también abrió una investigación en junio de 2017 a la fundación que lleva su nombre– se remonta a 2011 y no se concretó en una demanda de la Fiscalía hasta junio de 2013. A partir de ese momento debieron de saltar todas las alarmas en el club blaugrana porque en 2014 se sucedieron los cambios contractuales con su estrella argentina mientras Hacienda estaba investigando los pagos a Neymar, con quien el Barça había firmado contratos casi idénticos. Unos contratos que la Agencia Tributaria consideraba simulados y por los que, como queda dicho, el club fue condenado dos años después.

El informe de la Agencia Tributaria sobre Neymar

En efecto, el informe de la inspectora encargada del caso Neymarcaso Neymar señalaba como fraudulentos los contratos que el Barça había firmado con el agente del jugador, una sociedad brasileña propiedad de su padre, puesto que estaban vinculados a la permanencia del futbolista en el club y no retribuían servicios profesionales “reales” prestados por esa empresa, N&N Consultoría Esportiva. “¿Es racional pensar que el club va a contratar los servicios de la parte interesada (padre del jugador) para controlar el cumplimiento de las obligaciones y derechos del jugador?, se pregunta retóricamente la inspectora en el informe, que tiene fecha de 30 de mayo de 2014.

Pues bien, los contratos con el agente de Messi, primero una sociedad británica y después una sociedad argentina propiedad de su progenitor, Jorge Horacio, tienen casi la misma redacción y objeto –“servicios profesionales de asesoramiento para controlar el cumplimiento de las obligaciones del jugador”– que los de Neymar.

Los abogados del Barça se afanaron entonces por reparar daños, como se desprende de la lectura de los documentos. No sólo rescindieron sus contratos con Sidefloor como agente de Messi, una vez que la sociedad británica quedó señalada por Hacienda como una firma pantalla tras la que se escondía otra sociedad uruguaya controlada por el padre del jugador, y la sustituyeron por otra, Limecu, con sede en Argentina. También dieron por finalizado el acuerdo por el que el club pagaba a la sociedad británica a cambio de descubrir talentos futbolísticos en América. Resulta que otro de los contratos con la empresa del padre de Neymar puestos en entredicho por el fisco tenía el mismo fin –buscar jugadores jóvenes, pero en Brasil–a cambio de 400.000 euros anuales.

Finalmente, eliminaron del contrato de colaboración con la Fundación Leo Messi la donación extra de 750.000 euros si el futbolista ganaba el Balón de Oro de la FIFA, precisamente la cláusula de cuyo riesgo como prueba del carácter salarial de esos pagos había advertido dos años después Gómez-Acebo & Pombo en su informe.

Todo al 45%, el tipo máximo del IRPF 

Pero el giro más contundente tuvo que darlo el Barça el 14 diciembre de 2016, cuando modificó tanto el contrato de trabajo de Leo Messi como el de colaboración con la Fundación Leo Messi y el de prestación de servicios con Limecu. Se da la circunstancia de que ese mismo día el club admitía en la Audiencia de Barcelona que había fragmentado y ocultado el salario de Neymar para que éste pagara menos IRPF. Mediante una adenda suscrita en la citada fecha, el club cambiaba el tratamiento fiscal de los pagos a la fundación para sus proyectos sociales y a Limecu por los “servicios profesionales” como agente del Messi. A partir de entonces unos y otros serían gravados con el tipo previsto en el IRPF para los rendimientos del trabajo, el 45%.

De hecho, según se desprende de los correos que se cruzan los responsables del departamento financiero y los del legal del club blaugrana a los que ha tenido acceso infoLibre, desde ese momento, el Barça detrajo de la nómina de Leo Messi el importe necesario para pagar a Limecu la cantidad neta comprometida en su contrato, de forma que la sociedad argentina siguiera recibiendo “lo que estaba previsto antes de la retención del 45%”. Aseguran que se trata de una “nueva complicación administrativa”. “Lo ideal sería que fuera el jugador quien pagara directamente a la sociedad, pero atendiendo a lo que dice la adenda con Limecu, lo descontaríamos de la nómina del jugador para hacer el pago”, explica una empleada del departamento financiero. Lo mismo se hizo con respecto a las aportaciones a la Fundación Leo Messi, 900.000 euros anuales. En la citada adenda de 14 de diciembre de 2016, el jugador y la fundación se comprometen a no hacer reclamación alguna al Barça por esas retenciones. Además, desde entonces, el Barcelona FC no ha podido seguir beneficiándose de la exención fiscal por donaciones. Quien figura ahora como donante de las aportaciones realizadas por el club a la Fundación Leo Messi es el propio jugador, de acuerdo con el apartado sexto de la adenda.

Los cambios de 2017

Pero estos cambios no fueron suficientes. El 30 de junio de 2017, apenas un mes después de que el Tribunal Supremo confirmara la condena a 21 meses de prisión a Leo Messi por fraude fiscal y a 15 meses a su padre como cooperador necesario, el Barça y la fundación del jugador rescindieron el último convenio de colaboración que habían firmado, el 30 de abril de 2015, un año antes del plazo acordado en el documento, el 30 de junio de 2018. El motivo, “especialmente la situación expuesta en la enmienda de fecha 14 de diciembre de 2016 [el cuestionamiento de las donaciones por la Agencia Tributaria], así como la voluntad del club de llevar a cabo nuevas actividades de responsabilidad social con otras entidades”. Las partes se reafirman en los pactos incluidos en la adenda de diciembre, “especialmente” en los referidos a la no reclamación de cantidades y a la devolución de las retenciones si al final el fisco o los tribunales dan la razón al club.

También se modificó ese mismo día un contrato más, el que la Fundación del Fútbol Club Barcelona había firmado el 19 de mayo de 2014 con la Fundación Leo Messi para impulsar proyectos en los que se utilice “el deporte como instrumento de integración social de la infancia”. La fundación del club se comprometía a prestar apoyo informativo, logístico e institucional a la de Messi, así como a realizar una aportación económica anual de 500.000 euros. En su nueva fórmula, vigente hasta 2022, se producen cuatro cambios.

En primer lugar, la fundación del Barça deja de exigir una auditoría externa de las cuentas de la fundación de Messi. Hasta ese momento, la institución estaba obligada a “permitir el examen y estudio de sus cuentas y libros oficiales por los auditores designados por la Fundación del Fútbol Club Barcelona”. Es más, la negativa de la Fundación Leo Messi a dejarse auditar era motivo para que la fundación del club resolviera el contrato sin indemnización.

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También desaparece la cláusula en que se vincula la vigencia del contrato de colaboración con la permanencia de Leo Messi como jugador del Barcelona, la sospechosa condición sobre la que habían puesto el foco los asesores de Gómez-Acebo & Pombo en su memorándum un año antes.

Además, los proyectos sociales, que antes podían desarrollarse en cualquier lugar del mundo, pero “con especial atención a Argentina y los países del África subsahariana”, se centran ahora en “Catalunya y el resto del territorio español”, aunque “sin perjuicio de que ambas entidades puedan acordar proyectos a nivel y con impacto internacional”.

Por último, la fundación blaugrana eleva considerablemente sus aportaciones económicas: 730.000 euros anuales en las temporadas 2017/18 y 2018/19, y 680.000 euros en las temporadas 2019/20, 2020/21 y 2021/22. Es decir, la Fundación del Barcelona se comprometió a aumentar un 40% sus aportaciones a la Fundación Leo Messi –3,5 millones de euros en cinco años, frente a los 2,5 concedidos los cinco anteriores–, al tiempo que declinaba auditar el destino de esas cantidades y restringía el ámbito territorial de los proyectos sufragados.

La Agencia Tributaria comenzó en febrero de 2016 a investigar los pagos del FC Barcelona por el impuesto de sociedades y el IRPF entre 2011 y 2014. Nueve meses más tarde, amplió a 2015 el objeto de su examen. A los inspectores les interesaron los 7,4 millones de euros que el club había abonado a la Fundación Leo Messi como donativos desde 2010 hasta 2014. Así que los abogados del despacho Gómez-Acebo & Pombo, fiscalistas del Barça junto con Cuatrecasas, elaboraron en junio de 2016 un memorándum donde detallaban al club las implicaciones jurídicas de esas donaciones: tanto el equipo como el jugador corrían el riesgo de ser acusado de dos delitos contra la Hacienda pública.

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