El escándalo del 'pequeño Nicolás'
Los abogados del ‘pequeño Nicolás’ piden la nulidad de la causa por las “escuchas ilegales”
Los abogados de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el pequeño Nicolás, presentaron este lunes un escrito dirigido al juez que investiga el caso pidiendo la nulidad de todo el procedimiento judicial por las presuntas "escuchas ilegales" sufridas por su cliente, según indicaron a infoLibre fuentes judiciales. Gómez Iglesias está imputado por estafa y falsedad documental.
Los letrados Víctor Sunkel e Israel Paz fundamentan su petición en un atestado policial y en una grabación entre cargos de la Policía Nacional y agentes del CNI, desvelada por este periódico el pasado 20 de diciembre. Ambas pruebas están incorporadas al sumario del caso, que instruye el juez Arturo Zamarriego.
En el atestado policíal se reproducen conversaciones del pequeño Nicolás con Carlos García Revenga, secretario de las hermanas del rey, y con Emilio García Grande, coordinador general de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid. García Revenga iba a dejar en teoría de trabajar en Casa del Rey el pasado 31 de diciembre, pero un portavoz oficial aseguró este lunes a infoLibre que en la institución "no saben" si sigue en la nómina de la Zarzuela.
En cuanto a la grabación, en ella participan tres hombres y una mujer: el comisario de Asuntos Internos de la Policía, el jefe del grupo IX de Asuntos Internos que detuvo al pequeño Nicolás y dos agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Los dos primeros interlocutores están en el despacho del comisario de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, y los dos últimos intervienen por conferencia telefónica desde otro lugar. Los interlocutores hablan de "la cobertura" que necesitan para "pedir el correo" del joven, de "lavar lo que se pueda" de la información que tenían acumulada y de convencer a "Pilar" de que el asunto corría "mucha prisa". Pilar es el nombre clave que utilizó en su día una agente que ahora ocupa un importante cargo en el CNI. La conversación fue grabada por una quinta persona, que fuentes de la investigación sospechan que también es un agente de los servicios de inteligencia.
La conversación fue filtrada desde el CNI al pequeño Nicoláspequeño Nicolás. El 9 de diciembre, la web Información Sensible informó de la existencia de dicha grabación. Y el 20 de diciembre, tras ser aportada por la propia Policía al juez de instrucción, este periódico difundió la conversación íntegra.
Como explicaron ya entonces fuentes conocedoras de la investigación, el hecho de que Francisco Nicolás Gómez Iglesias hubiese recibido un documento tan sensible desde dentro del CNI demostraba públicamente dos cosas: alguien en los servicios de inteligencia quería que la utilizase para anular el sumario judicial, porque los interlocutores hablan presuntamente de incluir pruebas que no están legalizadas, y de paso quedaba desmentida la versión oficial de que era únicamente un joven fantasioso sin contactos en el CNI.
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Los abogados Sunkel y Paz consideran, en el escrito presentado al juez, que tanto el atestado policial como la grabación entre policías y espías demuestran que su cliente tenía el teléfono pinchado de forma "ilegal". Y entienden que el resto de pruebas obtenidas en el procedimiento judicial se nutren de la información obtenida gracias a ese pinchazo irregular, por lo que piden que se aplique lo que se conoce como "teoría de los frutos del árbol envenenado": si es ilegal la fuente de las pruebas (el pinchazo ilegal sería en este caso el árbol), también deben ser declarados ilegales todos sus frutos (las pruebas obtenidas a partir del pinchazo ilegal). Por ello sostienen que se debe anular todo el procedimiento.
Francisco Nicolás Gómez Iglesias está citado ante el juez, por tercera vez, el próximo 9 de enero. La primera declaración judicial se produjo en octubre, tras su detención, y la jueza de guardia decidió dejarlo en libertad a pesar de que la Fiscalía solicitó entonces prisión preventiva incomunicada y sin fianza. El 19 de diciembre, ya ante el juez Zamarriego, el pequeño Nicolás se acogió a su derecho a no declarar alegando que una parte del sumario seguía siendo secreto. En aquel momento sus abogados no tenían todos los documentos de la parte de la instrucción que ya no estaba bajo secreto. Salvo sorpresa de última hora, todo apunta a que el próximo viernes volverá a negarse a declarar ante el juez, ya que parte del sumario sigue estando bajo secreto.
El escándalo del pequeño Nicolás le puede terminar costando el puesto al comisario Marcelino Martín-Blas y ha dejado al descubierto la guerra interna que existe en el CNI, donde dos sectores enfrentados están tomando posiciones de cara a la sucesión del director del espionaje español. El general del Ejército Félix Sanz Roldan fue nombrado director del CNI en julio de 2009 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y confirmado en el cargo cinco años después por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Pero en el CNI dan por supuesto que el relevo de Sanz Roldán se producirá a lo largo de 2015.