"¿Pensó en destituir a la conselleira de Medio Ambiente?", fue la pregunta, y la respuesta este jueves del presidente de la Xunta no dejó lugar a dudas: "Creo que está haciendo un magnífico labor, en las crisis se ve la valía, y yo ya la sabía". Así avaló este jueves Alfonso Rueda a su vicepresidenta segunda y titular de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, rostro político de la actual crisis de los pellets y significada desde hace años por su agenda alineada con los intereses electorales del ala derechista del PP mediante la focalización de los problemas de la vivienda y del agro en las ocupaciones ilegales y los lobos.
Vázquez está siendo la encargada de proteger al propio Rueda, dando ella la cara en múltiples entrevistas y declaraciones en los medios de comunicación con mensajes como que los pellets no son tóxicos y que son aptos para uso alimentario, o negando demoras en aumentar el nivel de alerta para solicitar ayuda estatal. También es la vicepresidenta quien, este viernes, comparece en la Diputación Permanente del Parlamento "para informar sobre la situación del litoral gallego tras la pérdida de la carga del mercante Toconao frente a la costa portuguesa", comparecencia con la que el Gobierno del PP substituye a la que exigía a la oposición, la del propio Rueda.
En una crisis el máximo responsable de un gobierno suele reservar sus intervenciones a momentos puntuales, presidenciales, para dar buenas noticias o presentarse como un líder de equipos, mientras que el desgaste político es habitual que lo intente asumir otra persona. Así sucedió, por ejemplo, durante la crise del Prestige con Mariano Rajoy o Arsenio Fernández de Mesa. O, más recientemente, con los conselleiros de Sanidad que tuvieron que afrontar desde la Xunta la pandemia de Covid, Jesús Vázquez Almuíña y Julio García Comesaña.
La aplicación de ese manual por parte del Gobierno gallego en la actual crisis de los pellets está dando ese protagonismo a Vázquez ante el órgano que substituye al pleno del Parlamento, ya disuelto por la convocatoria de las elecciones del 18F, y en las apariciones mediáticas que el gabinete popular está multiplicando en los últimos días. A la espera de su discurso ante la Cámara, en los últimos días Vázquez se centró en descargar la responsabilidad en el Gobierno de España, al que le atribuye un "trabajo nulo" durante "un mes y dos días" y le exige "frenar la sangría de la llegada de los pellets a Galicia".
En esa línea insistió, por ejemplo, en el programa Hoy por hoy de la Cadena SER el pasado 10 de enero, donde defendió con dificultad las razones que llevaron a la Xunta a demorar la activación del nivel de alerta preciso para, precisamente, propiciar la intervención del Estado. Porque el Ejecutivo del PSOE y Sumar, acusa, no "ejerce sus competencias en el mar" mientras la Xunta "está al lado de la gente del mar, de los municipios y velando por el medio ambiente".
Periodista, alcaldesa, conselleira, vicepresidenta
Vázquez, nacida en Melide en 1972, es licenciada en Geografía y fue periodista en la radio municipal de su municipio, del que fue alcaldesa entre 2004 y 2007 y nuevamente entre 2011 y 2015. Ese año Feijóo la nombró conselleira de Medio Rural, cargo en el que estaría hasta 2018, cuando pasó a ser conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda. Con la reestructuración de la Xunta que Feijóo obligó a hacer a Rueda con su candidatura a la presidencia del Gobierno de España, el pasado junio pasó a ser además vicepresidenta segunda.
En ese ascenso a la cúpula del partido tuvo en cuenta, frente a otros conselleiros y conselleiras, los méritos hechos con su acentuado perfil político y partidario, demostrado en su agenda pública a lo largo de estos años. En materia de vivienda una de las principales líneas de actuación de la conselleira es su lucha personal contra las ocupaciones ilegales.
Este es un problema menor en Galicia según los datos oficiales en comparación con los desahucios o con las dificultades de la ciudadanía para acceder a una vivienda digna. Ella misma llegó a admitir que carecía de "datos reales" sobre el problema de las ocupaciones en Galicia, pero aseguró que percibía una “sensación” de “impunidad”.
En esa campaña contra las ocupaciones, su departamento encargó informes ad hoc y financió un consultorio para asesoramiento a personas afectadas que apenas está teniendo uso. Sin embargo, no fue hasta los últimos meses, con la llegada de fondos europeos a través del Gobierno de España, que su departamento empezó a impulsar la construcción de vivienda protegida. Una actividad que se había reducido al mínimo durante la década anterior, lo que no impedió a Vázquez ser ella la que entregase en persona, en períodos preelectorales, llaves de viviendas a las personas con derecho a ellas.
Vázquez también llegó a presentar en persona en el Club Náutico de Sanxenxo las ayudas de su departamento para reformar viviendas señalando que "también son para segundas residencias", poniendo el foco en un tipo de propiedad muy habitual en ese municipio turístico controlado por el PP.
En otro gran área competencial de la Consellería, el medio ambiente y la ordenación territorial, Vázquez está priorizando las reuniones con organizaciones patronales o cazadores frente a otros colectivos. En la pandemia de Covid la caza fue una de las actividades que la Xunta había exceptuado del confinamiento general de la población. Su apoyo a esta causa queda clara al ser ella y no el conselleiro de Medio Rural la más implicada en la campaña de la Xunta en contra de los lobos como supuesta principal amenaza de la agricultura gallega.
Igual que ocurrió con las ocupaciones, cuando primero se alertó desde la Xunta del supuesto problema y después se encargaron los informes para avalar su postura, también en el caso del lobo la exconselleira de Medio Rural defendió su caza aún sin tener datos actualizados del Estado de su población en Galicia. Por la contra, la Xunta mantiene desde hace una década paralizada la ampliación y mejora de la gestión de la Rede Natura 2000, aunque recibe reiterados apercibimientos de la Comisión Europea.
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Su estrategia de publicitar en persona determinadas políticas alineadas con los votantes más conservadores tuvo en abril de 2021 un ejemplo paradigmático en la presentación de una actuación tan aparentemente alejada del ideológico como las ayudas que la Xunta otorga desde hace años para la conservación de árboles o jardines autóctonos. En aquella edición fueron a parar a 11 particulares y 5 municipios, pero de todos los beneficiarios Vázquez decidió, para visibilizarlas, realizar un acto en los jardines del Pazo de Santa Cruz de Rivadulla, que fue propiedad del militar golpista Alfonso Armada y, ahora, de sus herederos.
Hace apenas dos meses la propia Vázquez escenificó en persona la incorporación de Ence, la empresa cuya fábrica ocupa terrenos ganados al mar en la ría de Pontevedra y que impulsa el monocultivo del eucalipto, a un pacto por el clima con la Xunta que dice apostar por la "integridad" del mar y "la protección de la biodiversidad".
Aquí puedes leer el texto original en gallego.
"¿Pensó en destituir a la conselleira de Medio Ambiente?", fue la pregunta, y la respuesta este jueves del presidente de la Xunta no dejó lugar a dudas: "Creo que está haciendo un magnífico labor, en las crisis se ve la valía, y yo ya la sabía". Así avaló este jueves Alfonso Rueda a su vicepresidenta segunda y titular de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, rostro político de la actual crisis de los pellets y significada desde hace años por su agenda alineada con los intereses electorales del ala derechista del PP mediante la focalización de los problemas de la vivienda y del agro en las ocupaciones ilegales y los lobos.