Aguirre defiende el futuro político de Ignacio González pese a los escándalos

Hace casi un año, Esperanza Aguirre dejó de ofrecer ruedas de prensa tras las reuniones internas del PP de Madrid, Una decisión que venía a romper su costumbre, durante años, de comparecer varias veces al mes desde la primera planta de la sede nacional del PP, espacio reservado para los conservadores de Madrid. La decisión fue tomada después de la filtración a los medios informativos de una tensa reunión en la que Aguirre vertió críticas contra María Dolores de Cospedal, secretaria general del partido; Ana Mato, ministra de Sanidad, y Ana Botella, alcaldesa de Madrid.

Este martes, la presidenta del PP de Madrid rompió esta racha de silencio en la sala de prensa de su formación y compareció ante los medios de comunicación para informar de la puesta en marcha de la maquinaria electoral. Primero, de cara a las elecciones europeas del próximo mes de mayo. Y, después, para las autonómicas y municipales de 2015.

Pese a que el PP nacional ha pedido a todos sus barones que se tomen las elecciones europeas como algo propio, es evidente que las formaciones regionales tienen la mirada puesta un poco más allá: concretamente en las autonómicas y municipales. De eso se le preguntó a Aguirre, de cuándo cree que se conocerán los candidatos a la Comunidad o al Ayuntamiento. Y, de paso, por el daño político que puede hacer a su delfín en la Comunidad de Madrid, Ignacio González, la imputación de su mujer, Lourdes Cavero, por el tema del ático de Estepona.

La presidenta del PP de Madrid ya venía de defender al heredero de su despacho en la madrileña Puerta del Sol, sede del Gobierno regional, en la Cope, donde colabora semanalmente. También lo había hecho en su cuenta de Twitter. 

"Si lee el auto de la jueza sustituta de Estepona, se da cuenta de que la imputación, según dice la jueza, es para protegerla de los medios de comunicación. No sólo lo dice ella, también las acusaciones. Todo parece apuntar a que la van a desimputar".

Más concretamente, se le cuestionó sobre la polémica discusión mantenida un día antes entre González y el director de El Mundo en la cadena Cope a cuenta de una información relaciona con este inmueble. Aguirre defendió a su compañero. Le definió como un "político honrado" y dijo comprender su "enfado" después de constantes explicaciones sobre su patrimonio y que no parecen "suficientes".

"La corrección política, la cautela y los consejos de expertos puedan aconsejar que no se entre cuando se está caliente por un asunto" sostuvo, al tiempo que se mostró comprensible con el "enfado" del presidente después de dar "explicaciones exhaustivas sobre su patrimonio, como el pago del alquiler, a quién se lo pagó, cómo sacó el dinero para la compra" y que "no parezcan suficientes".

"Pues es normal que trasluzca enfado tras ello. Todos somos iguales ante la ley pero no ante los medios de comunicación", lamentó Aguirre. "Que digan que un representante de éste y y de éste son los mismos y esto es lo mismo que lo otro, oiga no, no es lo mismo", añadió.

En defensa de la infanta

Precisamente este argumento de que todos somos iguales ante la Justicia, pero no ante los medios de comunicación ya lo había esgrimido con anterioridad cuando fue preguntada por unas declaraciones del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, sobre la, a su juicio, conveniencia de que la infanta Cristina, que declarará ante el juez el 8 de febrero, evite el paseíllo a su llegada a los juzgados de Palma.

"Si existiese un garaje en la Audiencia de Palma me parecería estupendo que la infanta entre por el garaje", defendió la expresidenta de la Comunidad de Madrid.

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La reciente aprobación por parte del Consejo de Ministros del anteproyecto de ley de la reforma de la ley del aborto planteada por Ruiz-Gallardón no mereció la atención del Comité de Dirección del PP de Madrid, según señaló Aguirre a su término.

No obstante, urgió al Gobierno a llevarla a cabo sin tener en cuenta cálculos electorales y defendió la iniciativa puesto que así figura en el programa electoral con el que Mariano Rajoy concurrió a las generales de 2011.

"Yo ya lo he dicho: Creo que no es ningún derecho, es un fracaso y, además, produce en la mayoría de los casos secuelas psicológicas de las mujeres que abortan", mantuvo.