El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, sigue siendo militante de la Unión General de Trabajadores (UGT), el sindicato afín al PSOE. Rivera se dio de alta en la central sindical cuando era empleado de La Caixa, donde entró en septiembre de 2002, y a pesar de haber abandonado la entidad financiera cuando hizo su incursión en política en 2006 nunca ha dejado de pertenecer al sindicato. Así lo admitieron en su equipo de comunicación a preguntas de infoLibre este miércoles. Este dato había permanecido en la sombra hasta ahora.
En 2006 –cuando El Periódico reveló que Rivera había sido simpatizante del PP hasta tres meses antes de ser elegido líder de C's– el partido informó de que la "única militancia" con pago de cuota que había ejercido y ejercía Rivera era en el sindicato UGT. Ese mismo año, en un vídeo que está colgado en el canal de YouTube de Ciudadanos [puede verse aquí] el político aseguraba, en pasado, en una entrevista en La 2 de TVE haber "estado" en UGT como argumento para justificar que el suyo era un partido "progresista", un "espacio liberal" y de "centro izquierda".
Por tanto, hace más de seis años Rivera presentó su militancia en UGT como un hecho pasado y, desde entonces, nunca ha hecho alusión a este tema en ninguna intervención pública. El dato es especialmente llamativo si se tiene en cuenta que entre las propuestas económicas de Ciudadanos, realizadas junto a los economistas Luis Garicano y Manuel Conthe, figuran medidas que no están precisamente en la órbita de las reclamaciones que tradicionalmente vienen haciendo los sindicatos.
Entre esas propuestas está la creación de un contrato indefinido único con indemnización por despido creciente, si bien el el partido todavía no ha explicado cuál sería la indemnización mínima, por lo que no se puede evaluar el impacto que tendría esta medida para los derechos de los trabajadores. Esta propuesta es una demanda tradicional de la patronal y genera críticas entre los sindicatos, que consideran que supondría una invitación expresa a las empresas para que optaran por el despido de los más jóvenes al ser menos costoso. En un tuit de mayo de 2013 Rivera se preguntaba precisamente acerca de esta cuestión.
También en el capítulo de propuestas económicas de Ciudadanos hay otra que choca con los intereses de las centrales. Se trata de la voluntad del partido de "quitarle el monopolio de la formación y subvenciones a los sindicatos y la patronal". Defiende dar cheques de formación a los trabajadores y que los proveedores de educación compitan por ellos, en vez de poner el dinero en manos de los sindicatos y organizaciones empresariales como ocurría hasta ahora. Con esta medida Ciudadanos dice buscar evitar la financiación ilegal y la corrupción. Rivera ha criticado que, contra el paro, PP y PSOE hayan optado por "repartir subvenciones a sindicatos y patronales para que muchas veces los cursos no sean reales o efectivos".
"Corresponsables de la crisis"
A pesar de seguir manteniendo esa militancia Albert Rivera no ha evitado mostrarse crítico con algunas actuaciones de UGT y CCOO. Por ejemplo, apoyó la última huelga general, la convocada en noviembre de 2012 contra la reforma laboral del PP, pero no asistió a la manifestación promovida por estas organizaciones al considerarlas, junto a la patronal, "corresponsables" de la situación actual. "Los sindicatos y la patronal llevan tres años bloqueando la negociación colectiva y no han estado a la altura de las circunstancias", dijo entonces.
También ha mostrado su desacuerdo con la forma en que los sindicatos abordaron su respuesta a la reformulación del mercado de trabajo que aprobó en solitario en PP tras su llegada al Gobierno. En un tuit de abril de 2013 afeó a los sindicatos estar "obsesionados" con no tocar el despido de 45 días –desde 2012 la indemnización por despido improcedente se redujo para los contratos indefinidos de 45 a 33 días y el despido por causas económicas pasó a tener 20 días de indemnización por año trabajado con un tope de 12 mensualidades– en lugar de "luchar" por reducir los costes de contratación.
Rivera también ha sido crítico –al igual que muchos militantes y cuadros sindicales– con la actuación de las centrales sindicales en el saqueo de las cajas de ahorro. En otro tuit –sin dar nombres y a respuestas de una ciudadana– dijo que los sindicatos "no se sonrojan" cuando hablan de ese tema e incluso les acusaba de ser "cómplices" junto a IU del saqueo de las cajas, "incluso con créditos condonados".
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Militante de UGT y simpatizante del PP
Antes de recalar en Ciudadanos Rivera buscó su sitio en otros partidos. En septiembre de 2002 acudió al PP donde se hizo simpatizante –no militante, es decir, nunca pagó cuota– aunque sí compatibilizó esta condición con la de afiliado a UGT. También se acercó a "pedir información" a Socialistas en Positivo, una antigua corriente del PSC contraria al nacionalismo catalán, pero nunca llegó a militar ni a simpatizar formalmente con el partido socialista.
En un comunicado de 2006, Ciudadanos informó de que Rivera "como muchas personas" en Cataluña antes de estar en su actual partido había buscado su representación en las formaciones tradicionales. "Albert Rivera ha votado a CiU, PSC y PP en varias elecciones sin que de esto se pueda desprender que ha sido militante de cabeza de ellos", podía leerse en la nota.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, sigue siendo militante de la Unión General de Trabajadores (UGT), el sindicato afín al PSOE. Rivera se dio de alta en la central sindical cuando era empleado de La Caixa, donde entró en septiembre de 2002, y a pesar de haber abandonado la entidad financiera cuando hizo su incursión en política en 2006 nunca ha dejado de pertenecer al sindicato. Así lo admitieron en su equipo de comunicación a preguntas de infoLibre este miércoles. Este dato había permanecido en la sombra hasta ahora.