El alcalde de Santiago, Agustín Hernández (PP), ha rechazado este lunes hacer comentarios sobre la elección de su antecesor en el cargo y todavía concejal de la corporación, Ángel Currás, como delegado de la empresa pública Tragsa en Galicia. No obstante ha asegurado que, como "profesional" que es, tiene "todo el derecho del mundo" a aceptar el puesto.
"No hago ninguna valoración sobre una decisión personal. Él hizo la transferencia de la Alcaldía hacia mi persona y, a partir de eso, toma las decisiones que considera convenientes", ha zanjado ante las preguntas de los periodistas durante una visita a un barrio de la ciudad.
Cuestionado sobre si, como número tres del PP en Galicia, cree que la sociedad entiende que se elija para dirigir una empresa pública a una persona sobre la que pesan dos imputaciones por tráfico de influencias en la Operación Pokémon y por prevaricación y acoso moral a un policía local, ha asegurado que esa "es una cuestión que no voy a valorar".
Así, lo único que ha dicho es que Currás "es un profesional que tiene todo el derecho del mundo a encontrar su mejor dedicación profesional" y ha dejado en manos de los ciudadanos de la capital gallega el análisis de esta decisión en las próximas elecciones.
A renglón seguido, Agustín Hernández ha apelado a la necesidad de "respetar la presunción de inocencia de todo el mundo", tanto de los miembros del PP como "del resto de los partidos". "Yo lo hice y pienso hacerlo siempre", ha sostenido.
En cuanto a las críticas de la oposición a la recolocación del exalcalde de Santiago en un puesto público en el que podría cobrar más de 100.000 euros anuales, Hernández tampoco ha querido responder. "Es lo que dice la oposición, lo que yo tenía que decir ya lo dije", ha apostillado.
De igual modo, preguntado sobre si su marcha supone para él quitarse un peso de encima, ha dicho que "no" se quita "ningún peso de ningún sitio", pues Currás "es concejal y trabaja dentro del equipo de Gobierno"; y también ha respondido que "no" entiende su nombramiento "como nada", al ser inquirido sobre si se trata de un premio por parte del PP.
Y, después de que el vicepresidente de la Xunta y secretario general del PP gallego, Alfonso Rueda, aseverase que la salida de Currás del Pazo de Raxoi supone "el cierre de una etapa", el regidor ha optado por reivindicar su gestión desde que asumió el bastón de mando, el pasado mes de julio.
"Mi primera obligación cuando llegué al ayuntamiento fue intentar introducir normalidad en la gestión, y creo que eso está conseguido en un porcentaje importante", ha resaltado Agustín Hernández, antes de opinar que a los compostelanos les tocará "valorar esa gestión" en la próxima cita con las urnas, en mayo del año próximo.
En este punto, acerca de si concurrirá como candidato a las elecciones municipales, ha vuelto a decir que será su partido el que decida "de acuerdo con sus estatutos y con los tiempos que maneja para las grandes ciudades". "Yo estuve y estaré a disposición del PP", ha remarcado.
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En cuanto a los plazos para la marcha de Currás del consistorio, ha explicado que el exalcalde —quien le trasladó la "posibilidad" de asumir ese cargo "hace unos días"— no le informó del "día concreto" en que se produciría. "Supongo que será dentro de un breve plazo, pero no tengo fecha", ha añadido.
Sobre su sustituto, que tendrá que ser otro concejal no electo —y serían ocho de 13—, ha asegurado que todavía "no" considera ningún nombre. "Me dedico a gestionar la ciudad (...). Cuando tenga la renuncia de Currás adoptaré la decisión, como hice en su día", ha indicado el primer edil de Santiago.
"Estoy preocupado por los temas de la ciudad; cuando llegue el momento adoptaré la decisión lo más rápido posible, intentando acertar y buscar a la persona adecuada", ha señalado, antes de avanzar que busca alguien con "vocación de servicio a la ciudad", al igual que el resto de integrantes de su equipo.
El alcalde de Santiago, Agustín Hernández (PP), ha rechazado este lunes hacer comentarios sobre la elección de su antecesor en el cargo y todavía concejal de la corporación, Ángel Currás, como delegado de la empresa pública Tragsa en Galicia. No obstante ha asegurado que, como "profesional" que es, tiene "todo el derecho del mundo" a aceptar el puesto.