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El alcalde de Valladolid cree que “será difícil" sustituirle por la “impronta” que ha dejado
El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, asegura que espera "con absoluta tranquilidad" la decisión del Partido Popular sobre su continuidad como candidato a la Alcaldía de la ciudad, pero ha advertido de que "será difícil" sustituirle "pero no porque no haya gente más capacitada", sino por la "impronta" que considera que ha dejado.
En una entrevista concedida a Europa Press, el primer edil vallisoletano mantuvo su disponibilidad para ser candidato del PP a la Alcaldía por séptimo proceso electoral consecutivo y ha recalcado que si se presenta no se ve perdiendo las Elecciones.
"Lo afronto con absoluta tranquilidad, es una decisión que tiene que tomar el partido", respondió León de la Riva al ser preguntado por la posibilidad de que el juicio al que será sometido el próximo 27 de abril por presunto delito de desobediencia pueda influir en su concurrencia a las Elecciones como candidato del PP.
De hecho, recordó que "nadie se ha postulado" en Valladolid para ocupar su lugar y ha considerado que ni siquiera él lo ha hecho pues afirma que se puso a disposición del partido. En cambio, reprochó la "flaca memoria" del alcalde de Salamanca y secretario regional del PP, Alfonso Fernández Mañueco, quien le criticó hace unos meses cuando hizo esa afirmación y posteriormente se ha "autoproclamado como candidato".
En todo caso, advirtió de que sustituirle como candidato a la Alcaldía o como alcalde no será fácil, "no porque no haya gente más capacitada, sino porque dejas una impronta que es difícil de levantar" y también porque lleva ya 20 años en el cargo y por su "personalidad fuerte".
En este sentido, recordó que tampoco será fácil sustituir en Valencia a Rita Barberá, a Teófila Martínez en Cádiz, o al recientemente fallecido Iñaki Azkuna, "igual que no lo fue con Paco Vázquez en La Coruña". "Hay alcaldes que tienen una personalidad fuerte y la gente identifica mucho el cargo con la persona", reflexionó.
Sobre su personalidad, y las polémicas que ha creado con declaraciones que se han considerado machistas e irrespetuosas, reconoció que "a ciertas edades es difícil cambiar los hábitos", porque es "ley de vida, pura biología" pero aún así trata de "controlar" determinadas expresiones o contenerse en los momentos en que dice "más de lo que debiera".
"No voy a salir besando a los niños por la calle"
"No voy a salir besando a las farolas y a los niños por la calle porque se me notaría un montón, pero sí tratando de ser un poco menos serio"
, ironizó tras apuntar, con respecto a las declaraciones en las que aseguró que le daba "reparo" subirse a un ascensor con una mujer por si ésta le "buscaba las vueltas", explicó que hizo un comentario como si estuviera "tomando una caña tomando con unos amigos", pues se encontraba en una emisora de radio (Onda Cero) en la que se siente "como en casa". Después de aquello, recordó, pidió disculpas y aseguró que lo lleva "con resignación cristiana".
Y si finalmente cuenta con el apoyo del PP para ser de nuevo candidato a la Alcaldía de la ciudad apuntó que no se ve perdiendo las elecciones, aunque sí que duda si obtendría una mayoría absoluta con 15 concejales o una "minoritaria" como ya le ocurrió en 1991, cuando un acuerdo entre el PSOE e Izquierda Unida propició que siguiera en el Ayuntamiento Tomás Rodríguez Bolaños pese a haber obtenido menos votos que León de la Riva.
No tira la toalla
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de quedar en la oposición a partir del 24 de mayo ha apuntado que "a partir de ahí habrá que tomar decisiones", pero ha aseveró que no es "de los que tira la toalla". En este punto quiso recordar que en las últimas municipales el PSOE aseguraba que se iba a retirar a mitad de mandato tras perderlas y cuatro años después continúa en la Alcaldía y con intención de volverse a presentar para seguir "al frente de la casa" si los ciudadanos confían en él.
Reconoció, eso sí, que no serán unos comicios como los de 2011 en los que el PP obtuvo "los mejores resultados de la historia" en Valladolid, por ello cree que el partido tendrá que "volcarse en la calle para transmitir el mensaje de lo que se ha hecho, de lo que no se ha hecho y por qué no se ha hecho".
Así, citó que el PP en muchos casos, como sucedió a su juicio en el Gobierno ha heredado una crisis que "obligó a cambiar buena parte del programa" e incluso en ocasiones a "hacer lo contrario de lo que se prometió". Pero se mostró convencido de que en los meses que quedan para las elecciones la situación económica va a seguir mejorando.
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En cuanto a la corrupción recalcó que ve "difícil" que el problema "vaya a peor", pero reclamó que no se generalice en toda la clase política pues entiende que existe "tanto dentro como fuera" pues "para que alguien ponga la mano, alguien tiene que pagar". De hecho, reflexionó que se trata de un problema de la sociedad y que "los políticos no son una casta especial, como dice el de la coleta –en referencia al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias– sino que son "una extracción de la sociedad".
Sobre el partido liderado por Iglesias, al que definió como "radicales marxistas" reiteró que "van de puritanos" en sus críticas a casos de corrupción pero "resulta que "tienen una beca que no cumple las condiciones o una empresa encubierta como una ONG que ha estado cobrando en negro".
"Lecciones de puridad, las justas", apostilló, antes de recordar algún caso controvertido de representantes de Izquierda Unida que, en su opinión, se consideran "los adalides de la contratación pública" pero luego "contratan a la familia y tienen todos vivienda de protección oficial". En definitiva, recomendó a otros políticos una frase de Miguel de Cervantes que aseguraba que "es desatino, siendo de vidrio el tejado, tomar piedras en la mano para arrojar al vecino".