Todo comenzó, o así lo sostienen los investigadores, el 31 de agosto de 2018, cuando Víctor de Aldama recibió en su teléfono móvil el contacto de Koldo García, persona de confianza del recién elegido ministro de Transportes, José Luis Ábalos. "Lo tienes a huevo para hacer cosas", le escribía, entonces, su hermano, Rubén de Aldama, que ejercía como escolta personal del dirigente socialista. Ahora, seis años después, el empresario ha decidido comparecer a petición propia ante el instructor del caso Koldo, en el que se encuentra investigado. Y lo ha hecho para disparar sin discreción contra todo el mundo.
Aldama, en prisión provisional por la trama del fraude de los hidrocarburos, es el personaje central del caso Koldo. Para los investigadores, el "elemento corruptor" que conecta el Ministerio de Transportes con las estructuras societarias que se encuentran "bajo su esfera de control", empresas que se hicieron con millonarios contratos durante los momentos más duros de la pandemia para el suministro de material sanitario –un negocio que le reportó más de 6 millones de euros–. Se le considera "verdadero responsable y organizador" de la compra del chalet que disfrutó Ábalos o del pago del alquiler a la que fuera pareja del exministro. Y su nombre aparece también alrededor del rescate de Air Europa que avaló hace no mucho el Tribunal de Cuentas.
La comparecencia ante el magistrado Ismael Moreno se alargó durante un par de horas. El investigado solo respondió a su abogado, la Fiscalía y el instructor, que apenas intervino. Pero fue suficiente. Aldama apuntó hacia Ábalos y Koldo. Dijo que les entregó cientos de miles de euros en comisiones. Y que les llegó a decir: "Yo no soy el Banco de España y ya os estáis pasando". Así, mencionó 250.000 euros al primero y 100.000 euros al segundo en relación con la compraventa de material sanitario, si bien en otro momento de su declaración sostuvo que "quitando las mascarillas" y otros pagos en especie se habrían entregado más de 400.000 a Ábalos y más de 200.000 a Koldo.
A lo largo de la declaración han ido apareciendo, además, los nombres de otros miembros actuales del Ejecutivo y de la dirección del PSOE. Así, ha mencionado 15.000 euros entregados en un "bar" frente a Ferraz al secretario de Organización socialista, Santos Cerdán, en relación con una licitación. O 50.000 euros que, siempre según su versión, le habría pedido Koldo para el entonces presidente de Canarias y actual ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. Un dinero que Aldama, ha contado, se "negó" a entregar pese a las presiones del exasesor del titular de Fomento. Del mismo modo, también ha señalado al jefe de gabinete de la ministra de Hacienda, Carlos Moreno.
En las filas socialistas niegan todas estas acusaciones. E, incluso, han anunciado que emprenderán acciones legales contra él. "Lo que dice es absolutamente falso, solo está intentando salvarse", ha asegurado en los pasillos del Congreso de los Diputados Cerdán, quien ha aseverado que ni conoce a Aldama ni nunca se ha reunido con él. "Va contra todos sin pruebas y con mentiras", ha señalado. De hecho, a dos fuentes jurídicas que han seguido la declaración no les consta que el investigado haya entregado documentación adicional sobre la que apoyar sus acusaciones: "Ni un papel".
"La estrategia de defensa de este personaje es la mentira", ha dicho, por su parte, el líder del Ejecutivo. También Torres niega haber pedido o cobrado cantidad alguna de Aldama, ni directamente ni a través de terceras personas. Y anuncia acciones legales. Unas acusaciones que también niega el propio Ábalos "Daré cumplida respuesta a cada una de (estas acusaciones) en sede judicial cuando sea interrogado, algo que ya solicité sin éxito semanas atrás antes de elevarse el caso al Tribunal Supremo", ha afirmado en un comunicado, en el que ha avanzado que también estudiará en paralelo ejercer acciones legales contra el empresario "dada la gravedad y falsedad de sus acusaciones".
De México a Venezuela
El 3 de febrero de 2019, el empresario asistió a un acto socialista en el Teatro La Latina de Madrid. No lo hizo porque fuese "militante" o "simpatizante" de la formación política, sino porque, ha sostenido, le dijeron que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quería hablar con él. Estaba "planificada" una "reunión" con el líder del Ejecutivo. Y es ahí, en un encuentro en un reservado, donde se realizó la fotografía que hace algunas semanas publicó el diario El Mundo. "Sánchez me dijo ‘gracias por lo que estás haciendo, me tienen informado", ha contado Aldama durante su comparecencia. Se lo dijo en relación a las gestiones que el comisionista había realizado para empresas españolas en latinoamérica.
Horas después de aquel acto, Ábalos se trasladó a México "con el objetivo de afianzar y aumentar la presencia española en los grandes proyectos del país azteca en materia de infraestructuras y transportes". Un viaje organizado por el propio Aldama, quien había sido agregado comercial en el país. Entre los proyectos de interés para las compañías españolas, el Tren Maya, un servicio de transporte ferroviario de más de 1.500 kilómetros y entre 5.500 y 6.800 millones para conectar las principales ciudades y zonas turísticas de la península del Yucatán.
No han sido las únicas gestiones al otro lado del Charco a las que se ha referido durante su comparecencia. Aldama ha contado también que se le pidió intervenir en Venezuela en el marco del reconocimiento que se hizo de Juan Guaidó como "presidente encargado". Ha relatado que para esa misión se le hizo una "carta" en "papel oficial" y con "sellos oficiales" que le firmó el propio Ábalos. Y que el régimen venezolano se sentía "traicionado" por el reconocimiento del líder opositor. Es ese enfado lo que motiva el viaje de Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, a nuestro país en un momento en el que tenía prohibida la entrada al Viejo Continente.
Los investigadores sostienen que la visita fue organizada por Aldama. Y el comisionista ha asegurado que el Gobierno estaba "enterado" de la misma. Es más, ha dicho que había incluso "organizada una cena" con el presidente y ministros –ha citado a Fernando Grande-Marlaska, Salvador Illa, Teresa Ribera, María Jesús Montero–. Pero dos horas antes de su llegada, Koldo le pidió que contactase con ella para decirle que "no aterrizase" porque iba a ser "detenida". Cuando el avión toco tierra, subieron al mismo Aldama y Ábalos, a los que Delcy dijo que habría "problemas" si era arrestada. El empresario, además, ha restado importancia a las maletas de la expedición venezolana.
Pero parte de lo declarado sobre esta historia ha sido desmentido, horas después, por quien fuera en aquel momento comisario de Policía en el Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. Durante su comparecencia en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado, Jesús María Gómez ha asegurado que Aldama no subió a la aeronave en la que se encontraba la vicepresidenta venezolana. "Usted puede creer en la palabra de un imputado o en la palabra de un comisario", ha lanzado al senador de Vox Ángel Pelayo Gordillo.
Ribera y Air Europa
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El comisionista también ha mencionado a la recién elegida vicepresidenta de la Comisión Europea Teresa Ribera. Ha señalado que se reunió en varias ocasiones con ella para hablar sobre un proyecto relacionado con la España vaciada que giraba en torno a, según señalan fuentes jurídicas, "convertir zonas" en "pueblos temáticos" a cambio de "darles mano de obra". "Ella sabía perfectamente quién era yo", ha apuntado en su declaración. También ha vinculado con ese proyecto a Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno. En este sentido, ha asegurado que ella asistió a una reunión en la que, sin embargo, él no estaba presente.
Del mismo modo, Aldama también ha relatado que tuvo una "reunión directa" con la exministra de Economía Nadia Calviño en relación con el rescate de Air Europa. Un asunto que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil también aborda en sus informes. En el último de ellos, sostienen que el empresario "se valió" de su relación con Koldo y Ábalos "para influir en la concesión final": "A través de éstos, llegó a mantener entrevistas junto a Javier Hidalgo [exconsejero delegado de Globalia, propietaria de Air Europa] con las entonces ministras de Economía y Hacienda; e igualmente con el vicepresidente de la SEPI –Sociedad Estatal de Participaciones Industriales–".
El investigado ha culminado su comparecencia manifestando su disposición e intención de seguir colaborando con la justicia. Una declaración que el magistrado Moreno ha acordado ya remitir a la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que investiga a Ábalos, y al Juzgado Central de Instrucción nº5 de la Audiencia Nacional, encargado de un caso Hidrocarburos que tiene puntos de conexión con el caso Koldo. De hecho, tras su declaración, el empresario ha vuelto a solicitar a este último órgano su salida de prisión provisional. Antes de tomar una decisión, el magistrado Santiago Pedraz esperará a que la Fiscalía Anticorrupción, la misma que lleva el caso Koldo, se pronuncie.
Todo comenzó, o así lo sostienen los investigadores, el 31 de agosto de 2018, cuando Víctor de Aldama recibió en su teléfono móvil el contacto de Koldo García, persona de confianza del recién elegido ministro de Transportes, José Luis Ábalos. "Lo tienes a huevo para hacer cosas", le escribía, entonces, su hermano, Rubén de Aldama, que ejercía como escolta personal del dirigente socialista. Ahora, seis años después, el empresario ha decidido comparecer a petición propia ante el instructor del caso Koldo, en el que se encuentra investigado. Y lo ha hecho para disparar sin discreción contra todo el mundo.