Podemos y las coaliciones autonómicas con las que concurrió a las elecciones intentarán formar un único grupo parlamentario en el Senado aunque cada uno de los grupos conserve su propia voz. Este movimiento se produce después de que la Mesa rechazase la posibilidad de que se organicen en dos grupos separados.
Además, los senadores de Compromís reiteraron su intención de llevar esta decisión al Tribunal Constitucional y sopesan recurrir también ante la propia Mesa, según confirma a Europa Press Carles Mulet.
El portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar, explicó que su partido quiere formar un único grupo con 23 componentes pero respetando el papel de las distintas confluencias e incluso cambiando de nombre. El Reglamento permite crear lo que se llaman grupos territoriales dentro de cada grupo parlamentario, con sus propios portavoces y turnos de intervención en los temas de su comunidad.
"Queremos visibilizar lo que la gente ha votado: que estamos juntos, pero que los territorios y las naciones que forman este país tengan voz propia en la cámara territorial. La unidad de España se garantiza defendiendo la España que existe, que es diversa", dijo Espinar.
Por su parte, María Freixanet, senadora de ICV de En Comú Podem, explicó que esas coaliciones son "sujetos políticos" distintos y autónomos de Podemos y que la decisión del PP "no tiene que ver con la legalidad". "Esto cabe en el Reglamento del Senado y así se nos dijo por parte de un letrado", aseguró.
Su formación buscará ahora la autonomía dentro del grupo de Podemos. "Queremos un grupo confederal con el espacio que necesitamos, crear un grupo propio dentro de este grupo", añadió.
Compromís recurrirá
En cuanto a Compromís, el senador Carles Mulet explicó a Europa Press que van a recurrir la decisión de la Mesa al Tribunal Constitucional y probablemente también a la propia Mesa, y que lo harán solos o en compañía de las otras confluencias, si quieren sumarse.
Respecto a si formarán parte del grupo de Podemos, aseguró que Compromís necesitará "estar cómodo", no solo con el nombre del grupo, que tendría que ser otro, sino también con el funcionamiento interno. Mulet recordó que la confluencia en la Comunidad Valenciana "costó mucho" y advirtió de que la posibilidad de que Compromís sea absorbido por Podemos en las Cortes "está generando contestación".
"Tienen que ser generosos y hábiles para hacer una oferta que no podemos rechazar", subrayó.
Reducir un 40% la asinación de los grupos
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Ramón Espinar cargó contra la decisión de la Mesa –en la que el PP tiene mayoría– porque los proyectos autonómicos eran también "autónomos" de Podemos y porque con un grupo parlamentario propio se reconocería la "realidad plurinacional" de España. "Este país no se parece al país del turno del 78", añadió.
También criticó al PSOE por abstenerse en la votación del miércoles y por no tener contacto con ellos: "una conversación de cinco minutos", dijo. Espinar se preguntó si el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, cree que puede ser presidente del Gobierno sin hablar con Podemos. "No tiene que hablar con nosotros de pactos de sillones, sino de la 'Ley 25', de abrir el candado de la Constitución, de reformas y de los problemas del país", añadió.
En cuanto al argumento del PP de que al querer dos grupos parlamentarios Podemos busca, entre otras cosas, más dinero, Espinar propuso reducir un 40% la asignación que el Senado da a los grupos y el salario de los senadores. "A ver qué dicen los señores del PP y del PSOE", concluyó el senador.
Podemos y las coaliciones autonómicas con las que concurrió a las elecciones intentarán formar un único grupo parlamentario en el Senado aunque cada uno de los grupos conserve su propia voz. Este movimiento se produce después de que la Mesa rechazase la posibilidad de que se organicen en dos grupos separados.