Aún queda casi un año y medio para las elecciones, pero Podemos e IU ya han iniciado los primeros contactos para confluir de cara a los comicios autonómicos y municipales de 2019. La intención de ambas formaciones es la de presentarse conjuntamente a las elecciones, si bien su relación en todos los municipios y comunidades no es igual de fluida. Además, Compromís –que concurrió junto a Podemos e IU a las pasadas elecciones generales– duda sobre si extender la alianza con Podemos e IU a las autonómicas, y Més –que también se presentó en confluencia en Baleares– lo rechaza de plano.
Hace unos días, el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, pidió a Podemos sentarse ya en la mesa de negociación para cerrar las alianzas de cara a las elecciones de 2019. Su intención es suscribir antes de abril un acuerdo marco que sirva para fijar las condiciones en las que ambos partidos suscriban sus alianzas en los diferentes territorios, si bien Podemos no tiene clara la conveniencia de firmar un pacto general y tampoco tiene intención de circunscribirse al plazo planteado por Garzón.
A estas dos discrepancias se une una tercera: cómo se compondrán las listas. Garzón apuesta por realizar primarias conjuntas en todos los lugares, mientras que el debate en cada dirección autonómica de Podemos va a un ritmo diferente. Mientras algunas cúpulas del partido morado ven con buenos ojos esta opción, otras quieren repetir la fórmula utilizada en las generales de 2016, cuando cada partido hizo sus propias primarias y después se negociaron las posiciones en la lista final.
La posibilidad de concurrir unidos en unos territorios y por separado en otros "sigue siendo una opción" que está encima de la mesa, según señala un dirigente autonómico de Podemos, y el partido morado no analizará en detalle esta cuestión hasta dentro de unos meses. Los acuerdos que adopten las direcciones estatales de Podemos e IU pesarán a la hora de conformar las confluencias municipales y autonómicas, pero fuentes de la federación de izquierdas admiten que dentro de IU "ya se cuenta con no ir juntos" en algunos lugares como Asturias, donde las relaciones entre ambas fuerzas son muy malas.
Los secretarios de Organización de Podemos e IU, Pablo Echenique e Ismael González, han mantenido en los últimos días reuniones para mantener los primeros contactos sobre la confluencia para 2019, y si bien existe "coincidencia" en que ambos partidos deben concurrir juntos a las elecciones, fuentes de la federación de izquierdas admiten que "no se puede garantizar" que esta confluencia se dé igual en todos los territorios. A nivel municipal, señalan las fuentes consultadas, las decisiones se tomarán municipio a municipio, aunque las direcciones estatales de ambos partidos se volcarán para que la confluencia salga adelante en las principales capitales. Y a nivel autonómico, el nivel de entendimiento de las cúpulas de Podemos e IU será también vital.
Sintonía con IU pero no con la Chunta en Aragón
Si Asturias es la comunidad donde peor relación existe entre ambos partidos, en lugares como Andalucía o la Comunidad de Madrid Podemos e IU tienen mucha mejor sintonía. Aragón, la comunidad donde mejores resultados obtuvo Podemos en las elecciones de 2015, también entra dentro de este grupo. "Doy por sentado que nos vamos a presentar juntos, porque la dinámica institucional ya es buena", asegura un dirigente de Podemos Aragón, que pone como ejemplo que los dos diputados aragoneses de Unidos Podemos en el Congreso –Pedro Arrojo y Jorge Luis– responden ante ambos partidos por igual.
"La idea que tenemos es mantener el debate interno sobre la confluencia para las autonómicas en torno al mes de marzo", señalan estas fuentes de Podemos, que apuntan que se consultará a los círculos aragoneses sobre esta posibilidad. "A nivel municipal es diferente y el análisis se hará en cada localidad, pero no hay duda de que se va a repetir Zaragoza en Común", apuntan igualmente, si bien un miembro de la dirección de Podemos Aragón sostiene que el partido morado debería ganar peso dentro del partido instrumental que gobierna la capital aragonesa, dado que tiene pensado participar orgánicamente en él a diferencia de lo que hizo en 2015, cuando los dirigentes de Podemos que participaron en Zaragoza en Común lo hicieron a título individual.
Sin embargo, IU y especialmente Podemos no tienen tanta sintonía con la Chunta Aragonesista (CHA), el tercer partido a la izquierda del PSOE con representación en las Cortes de Aragón. Los aragonesistas negociaron hasta el último momento en 2016 para concurrir a las generales junto a Unidos Podemos, pero las conversaciones no llegaron a buen puerto, y las fuentes del partido morado consultadas ven complicado que la Chunta pueda unirse a la candidatura conjunta para las autonómicas. "Ellos están gobernando junto al PSOE esta legislatura y están intentando mantener una diferenciación con nosotros, así que es difícil", sostienen.
Podemos e IU ya negocian en Andalucía y Madrid
En Andalucía, de igual forma, se da por hecho que Podemos e IU concurrirán unidos a los comicios, aunque se desconoce aún la fórmula. Pese a que la intención de la dirección estatal del partido morado es mantener su marca para las elecciones, hace unos días el diario El Confidencial publicó que la secretaria general andaluza, Teresa Rodríguez, ha registrado el partido instrumental Marea Andaluza ante el Ministerio del Interior con el fin de reservarse la marca para la eventual coalición. No obstante, el coordinador de IU en Andalucía, Antonio Maíllo, ya ha avisado de que la marca con la que se presentarán a las elecciones no se decidirá de forma unilateral.
En cualquier caso, las direcciones andaluzas de Podemos e IU llevan meses reuniéndose y un miembro de la cúpula del partido morado en Andalucía explica que se está trabajando "sobre un borrador" para la confluencia. Estas fuentes afirman que "hay acuerdo en que tenemos que mantener la independencia en relación al PSOE", una de las principales apuestas del sector anticapitalista al que pertenece Rodríguez, que achaca a anteriores direcciones de IU haberse subordinado a los socialistas. Y, en base a ese acuerdo, "ahora se está negociando el modelo de lista" para las autonómicas; para las municipales la negociación "será mucho más difícil" y la decisión se tomará localidad a localidad, admite este dirigente.
Fuentes de Podemos apuntan que, entre los escollos a solucionar, se encuentran básicamente dos: acordar un código ético que incluya asuntos como la limitación de mandatos y, especialmente, decidir tanto la marca como la forma de elaborar las listas. Un miembro de la dirección de Podemos afirma que la cúpula andaluza, controlada por los anticapitalistas, aboga mayoritariamente por que cada partido celebre sus primarias por separado y, posteriormente, negociar los lugares en las listas, el mismo modelo que se utilizó para la coalición del 26J y que rechaza Garzón.
En la Comunidad de Madrid los contactos se encuentran también en una fase preliminar, aunque Podemos ya ha dejado claro que su apuesta para presidir la región es Íñigo Errejón. La intención de IU y de la formación morada es confluir, pero el método de primarias para elegir las listas también es el principal escollo para alcanzar un acuerdo: mientras IU defiende que la elección se celebre conjuntamente, el sector pablista de Podemos –que ahora mismo controla la dirección autonómica del partido– prefiere mantener las distancias.
"[El secretario general de Podemos Comunidad de Madrid,] Ramón Espinar quiere una especie de Unidos Podemos a nivel autonómico", asegura un miembro de la dirección regional de Podemos, que asegura que, a través de ese método, el partido morado se garantizaría hegemonizar la candidatura de confluencia. Por el contrario, con las primarias conjuntas "la dirección autonómica no puede marcar tanto" la composición de las listas y, por tanto, la estrategia de Errejón, discrepante en varios puntos con la del pablismo, interpretan estas fuentes.
Compromís duda si repetir 'A la valenciana'
Parece igualmente encarrilado que, en la Comunitat Valenciana, Podemos e IU concurran en las mismas listas, después de que la federación de izquierdas se quedara fuera de Les Corts en 2015 al obtener un 4,4% de los votos –el mínimo para acceder es el 5%–. Por el contrario, hay muchas más dudas con respecto a la posibilidad de que Compromís, que actualmente gobierna junto al PSPV-PSOE, se una a esa alianza, como sí hizo en las elecciones generales de 2016 en la coalición A la Valenciana.
Fuentes de IU a nivel federal se muestran optimistas a este respecto. "Tenemos la voluntad de que todo nuestro espacio político vaya unido, y creo que si Podemos e IU presionan a Compromís para ir juntos, los convenceremos", señala un dirigente de IU, que hace hincapié en que ambas formaciones tienen intención de pactar inclusi si la coalición valencianista se niega. Por su parte, el secretario general de Podemos Comunitat Valenciana, Antonio Estañ, se ha mostrado favorable a un posible pacto, si bien dentro de la dirección del partido morado no todo el mundo está convencido de las bondades de la confluencia. "Entre las bases, hay mucha gente que no quiere un acuerdo con IU, pero sobre todo con Compromís", y lo mismo ocurre en la cúpula de la formación, apunta un dirigente crítico.
De la misma forma, dentro de la coalición valencianista siempre ha habido dos posiciones muy definidas sobre la conveniencia de aliarse con Podemos e IU: la del Bloc Nacionalista Valencià –mayoritario en número de militantes–, que ya se mostró reacio a la coalición para las generales y que sigue sin ver con buenos ojos la confluencia, y la de Iniciativa del Poble Valencià –la formación de la vicepresidenta valenciana Mónica Oltra–, la más proclive a la convergencia y la que promovió la alianza el 20D y el 26J.
"Lo cierto es que nadie ha hablado nada concreto sobre una confluencia o coalición para las autonómicas", sostiene un dirigente del Bloc, que señala que la posición de los nacionalistas sigue siendo la misma que tenían en las generales: la de "reforzar Compromís". Ahora mismo, señalan estas fuentes, el rechazo a una alianza a tres para las autonómicas es mayoritario dentro de la coalición valencianista, algo que admite también un dirigente de Iniciativa, el partido de Oltra, que reconoce que "si las elecciones fueran ahora, probablemente se contemplase ir por separado". "Pero dependerá de lo que mejor nos vaya a ir en cuanto a resultados", sostienen estas fuentes de Iniciativa, que confían en que un repunte en las encuestas de Podemos refuerce su postura de que lo más conveniente sería un pacto.
Por lo pronto, no hay un calendario fijado para tomar la decisión. El próximo 10 de febrero se reunirá el Consell General de Compromís y, aunque el asunto de la confluencia no se encuentra en el orden del día, las fuentes consultadas asumen que lo más probable es que algún dirigente termine sacando el tema. No obstante, un dirigente de Iniciativa echa el freno y afirma que el partido de Oltra tratará en profundidad la posible alianza para las autonómicas "tras el verano". "Hay acuerdo con el Bloc en respetar nuestros tiempos", sostiene.
Més se niega a repetir la coalición
En Baleares, por su parte, IU tiene muy escasa fuerza y no tiene representación ni en el Parlamento autonómico ni en ninguno de los consejos insulares, a excepción del de Ibiza. Por el contrario, Podemos es la cuarta fuerza de la cámara balear y apoya desde el legislativo el Gobierno conjunto del PSOE y Més, una coalición similar a Compromís que incluye al nacionalista PSM, a Iniciativa d'Esquerres y a Els Verds.
Podemos, IU y Més se presentaron unidas a las últimas elecciones generales, pero fuentes de la dirección de Més rechazan de plano que esta alianza se repita para las autonómicas. "Tenemos claro que a nivel autonómico sumamos más por separado, e ir juntos a las municipales en mi partido no es ni planteable", sostiene un dirigente de la coalición. En los últimos meses, la alianza de gobierno entre PSOE, Més y Podemos se ha puesto a prueba a causa del viaje a Punta Cana que realizó el ya exvicepresidente, Biel Barceló (Més), pagado por la aerolínea Air Europa. La formación morada pidió el cese de Barceló y la presidenta, Francina Armengol, le retiró su confianza, por lo que el dirigente tuvo que dimitir.
En Asturias también es remota la posibilidad de que se cierre un acuerdo de confluencia, aunque en este caso las desavenencias son entre Podemos e IU y vienen de lejos. Desde que en 2015 el partido morado se negó a apoyar la investidura del socialista Javier Fernández –al que sí apoyó IU para que revalidase su puesto como presidente del Principado–, los choques entre ambas formaciones son frecuentes, y a ello se suma que el líder de IU en la Junta General de Asturias es Gaspar Llamazares, uno de los dirigentes de la federación más críticos con la alianza con Podemos.
En las direcciones de ambos partidos parece asumido que no habrá acuerdo en Asturias. "IU no está a favor de que se firme ningún acuerdo marco" para confluir en esa comunidad, sostiene un dirigente autonómico del partido morado, mientras fuentes de IU reconocen que en dicho pacto –que tendría que servir para establecer la pauta general para las alianzas autonómicas– "puede haber excepcionalidades, como la de Asturias". "Es verdad que hay dificultades, pero tanto por parte de IU como por parte de Podemos", sostienen.
Extremadura o las Castillas
Las relaciones entre Podemos e IU también son tensas en Castilla-La Mancha, la única comunidad autónoma donde Podemos gobierna junto al PSOE después del pacto suscrito hace unos meses. El secretario general del partido morado en la región, José García Molina, se limita a explicar que la opción de confluir "está abierta y estará sobre la mesa" y afirma que "es pronto" para concretar las posibilidades de que este pacto tenga lugar. No obstante, IU ha tenido duras palabras hacia Podemos en los últimos meses a raíz de la entrada de la formación en el ejecutivo regional: el mes pasado, por ejemplo, la federación denunció que el Gobierno autonómico "apuntala los recortes de la educación pública".
Preguntado por la posibilidad de alcanzar un acuerdo para 2019, el coordinador regional de IU, Juan Ramón Crespo, aseguró que es partidario de buscar el pacto, pero también dejó claro que no dejarán de criticar al ejecutivo castellanomanchego solo porque Podemos esté en él. "Siempre se va a buscar una confluencia y en esta ocasión se está buscando con más interés que nunca", sostuvo Crespo hace unas semanas.
En Castilla y León, por el contrario, quien ha expresado con más claridad su deseo de alcanzar pactos es el secretario general de Podemos, Pablo Fernández, que hace unos días pedía "generar amplios espacios de unidad" de cara a los comicios de 2019. Y no solo a nivel autonómico, donde las relaciones con la IU liderada por José Sarrión son fluidas, sino también a nivel municipal, donde Podemos ha expresado explícitamente su intención de aliarse con IU en Zamora, la única capital de provincia de la comunidad gobernada por un partido a la izquierda del PSOE.
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No obstante, el alcalde Francisco Guarido es uno de los dirigentes que han defendido con más ahínco que IU debe mantener sus siglas, y es muy reacio a pactar con el partido morado. "Yo soy un militante de IU que se encuentra en el sector de quienes quieren mantener el proyecto y las siglas a nivel nacional. Si no es así, veo imposible integrarnos en cualquier otra candidatura", sostenía hace un mes Guarido en una entrevista, ante lo que Podemos ha ofrecido renunciar a su marca si eso es necesario para alcanzar un pacto. "Si nosotros tenemos que renunciar a que el nombre de Podemos aparezca en las candidaturas lo haremos en aras de algo mucho más trascendente", sostuvo Fernández hace unos días.
Las conversaciones entre Podemos e IU también son preliminares en Extremadura, donde la federación de izquierdas perdió la representación parlamentaria en las elecciones de 2015. Ambas formaciones –que mantienen una relación fluida en la comunidad– ya iniciaron sus contactos el pasado verano, y hace unos días el coordinador regional de IU, Joaquín Macías, apuntaba en El Periódico de Extremadura que su idea era "formar listas conjuntas unitarias a la izquierda del PSOE" con Podemos, pero también con formaciones como Socialistas Independientes de Extremadura o Equo.
"Puede haber excepciones a nivel local, pero la intención es presentarnos en listas conjuntas y establecer un mecanismo común para todos los sitios, definiendo cómo se harán las primarias, por ejemplo", señalaba Macías, que aseguró que Podemos comparte la intención de concurrir conjuntamente. "Quizá yendo por separado nos iría bien. Pero la idea que tenemos es que yendo juntos vamos a poder condicionar más la política que se implementa en Extremadura", señaló.
Aún queda casi un año y medio para las elecciones, pero Podemos e IU ya han iniciado los primeros contactos para confluir de cara a los comicios autonómicos y municipales de 2019. La intención de ambas formaciones es la de presentarse conjuntamente a las elecciones, si bien su relación en todos los municipios y comunidades no es igual de fluida. Además, Compromís –que concurrió junto a Podemos e IU a las pasadas elecciones generales– duda sobre si extender la alianza con Podemos e IU a las autonómicas, y Més –que también se presentó en confluencia en Baleares– lo rechaza de plano.