Alto perfil político pero escasa incidencia jurídica. Asesoría y colaboración externas sin acceso directo al proceso ni reconocimiento por parte del sistema judicial venezolano. Con fuerte repercusión pública, pero escasa capacidad de influir en el procedimiento legal. Sin retribución económica, pero con una enorme proyección mediática. Así es la defensa española de Leopoldo López, el opositor a Nicolás Maduro condenado en Venezuela en 2014 a casi 14 años de prisión por instigar unas manifestaciones contra el Gobierno de la República Bolivariana que terminaron con 43 muertos y cientos de heridos.
El ex presidente Felipe González (PSOE), el ex alcalde de Madrid y ex ministro Alberto Ruiz Gallardón (PP) y el presidente del despacho Cremades & Calvo Sotelo, Javier Cremades, actúan ante la opinión pública como abogados de Leopoldo López, aunque formalmente su representación legal en el proceso corre a cargo de un equipo liderado en Venezuela por el penalista Juan Carlos Gutiérrez, del despacho Gutiérrez Ceballos. Si formalmente los abogados españoles están fuera del proceso, ¿qué hacen González, Gallardón y Cremades?
Gutiérrez, en conversación con infoLibre, describe la aportación de los tres como "extrajudicial", pero al mismo tiempo de una valía "gigantesca". "En especial de don Felipe", subraya Gutiérrez, "una persona que por su sabiduría y experiencia, por su papel en la liberación de presos en Cuba y en la dictadura de Pinochet en Chile, nos ha dado un gran aprendizaje". La defensa venezolana de López intentó en 2015, explica Gutiérrez, que González se incorporase al equipo legal del opositor como "consultor técnico", pero sin éxito. El consultor técnico es una figura contemplada en el Código Orgánico Procesal Penal de Venezuela, que permite a las partes la asistencia de un experto –sólo uno– "en una ciencia, arte o técnica" relevante para el procedimiento. El consultor puede "colaborar y auxiliar" a la defensa, aunque sin participación directa en las vistas. Es decir, no interroga ni argumenta, pero sí asesora sobre cómo interrogar y argumentar. El Tribunal 28º de Juicio de Caracas, a cargo de la juez Susana Barreiro, rechazó la petición.
Gutiérrez cree que se trata de uno más de los "innumerables vicios" del proceso. "López es una persona detenida y encarcelada por sus ideas y pensamientos políticos. ¿Quién mejor que un político avezado, con la sapiencia de don Felipe, para la estrategia de defensa cuando se ha criminalizado la palabra como mecanismo de difusión de ideas?", se pregunta el abogado. Denegada formalmente esta incorporación, Felipe González no pudo visitar a López en la prisión de Ramo Verde, como intentó en junio de 2015.
Pinochet, mejor que Maduro, según González
La incorporación de González al equipo de López fue difundida en marzo de 2015, a través de una informacion de El País que señalaba que el ex presidente había "aceptado hacerse cargo de la defensa" del opositor y del que fuera alcalde de Caracas Antonio Ledezma, también contrario a Nicolás Maduro. A partir de ahí, es frecuente que el ex secretario general del PSOE aparezca en informaciones como "abogado de Leopoldo López", a pesar de que formalmente no es parte del proceso.
González, apartado a la fuerza de los tribunales venezolanos, sí ha sido muy activo en su actividad pública vinculada con Venezuela, con numerosas entrevistas y actos desde antes de la condena a López en septiembre de 2015 hasta la actualidad. Su discurso público, aunque con elementos jurídicos, es eminentemente político. Considera a Venezuela una "tiranía", una "dictadura de facto", y a López un "preso político". "Yo visité en las cárceles en el Chile de Pinochet a condenados por la dictadura [...]. El estado de sitio en el Chile de Pinochet respetaba más los derechos humanos que el paraíso de paz y prosperidad de Maduro", afirmó en septiembre de 2015, tras conocerse la primera sentencia condenatoria.
González fue declarado persona non grata por la Asamblea Nacional de Venezuela en abril de 2015, cuando aún tenía mayoría chavista y era conocido que González había "aceptado hacerse cargo" de la defensa de López. Este periódico intentó contactar este viernes con el ex presidente a través de la Fundación Felipe González, pero no obtuvo respuesta.
'Amicus curiae'
Tampoco Javier Cremades (Cremades & Calvo Sotelo) ni Alberto Ruiz Gallardón (Ruiz Gallardón Abogados SLP) forman parte del procedimiento judicial. Al igual que a González, se les ha impedido visitar a López en Ramo Verde, como les ocurrió en julio de 2016. Tampoco forman parte del equipo jurídico como consultores técnicos. Gutiérrez define el rol de ambos en la defensa de López como "amicus curiae", "figuras de apoyo a la defensa a nivel externo", en palabras del abogado venezolano, que afirma que precisamente la exclusión del proceso de los defensores españoles supone "un vicio procedimental" que se contará entre los argumentos empleados para pedir la nulidad de la sentencia a López, que es la gran aspiración jurídica de la representación legal del opositor.
Gutiérrez agradece el papel de Cremades y Gallardón en la elaboración del recurso de apelación, que fue desestimado. López volvió a ser condenado en la Corte de Apelaciones de Caracas (agosto de 2016) y en el Tribunal Supremo (febrero de 2017). El abogado venezolano también destaca como aportación de Cremades y Gallardón la "iniciativa fabulosa de compilar firmas" para anular la sentencia a Leopoldo López. Se trata más de una iniciativa de divulgación, de movilización, que estrictamente jurídica.
El Manifiesto de Juristas por los Derechos Humanos en Venezuela. Libertad para Leopoldo López fue conocido en marzo de 2016 a raíz de hacerse público que había sido firmado por los ex presidentes Felipe González y José María Aznar (PP). Lo han firmado en total más de 1.200 personas, entre ellas Marcelino Oreja (ex ministro de Exteriores), Álvarez del Manzano (ex alcalde de Madrid) y Álvarez de Miranda (ex presidente del Congreso, ya fallecido). En su nómina de firmantes hay abogados del Estado, catedráticos de Derecho, ex ministros de gobiernos latinoamericanos, fiscales, jueces... El manifiesto señala: "Reprobamos, con toda firmeza, la parodia de procedimiento penal seguido contra Leopoldo López, que, por las gravísimas vulneraciones de derechos cometidas en su sustanciación, ha culminado en una sentencia que ha de considerarse radicalmente nula".
Fue la primera iniciativa de Cremades y Gallardón, que forman parte de despachos distintos pero, en este caso, han actuado en numerosas ocasiones juntos. En un artículo común publicado por el diario El Español en julio de 2016 bajo el título ¿Por qué defendemos a Leopoldo López?, Gallardón y Cremades afirmaban: "El primero de nuestros pasos fue promover un manifiesto de juristas por los derechos humanos en Venezuela y a favor de la puesta en libertad de Leopoldo López. En sus primeras semanas fue firmado por más de 1.200 juristas de distintos países y proclamado al mundo entero con un acto memorable que tuvo como escenario un abarrotado Círculo de Bellas Artes de Madrid [...]".
Sin percibir honorarios
Preguntado por infoLibre acerca de su aportación a la defensa de López, Gallardón cita el manifiesto –con todo su trabajo de sumar adhesiones– y la organización de un acto en febrero en Madrid con motivo del tercer aniversario del encarcelamiento del opositor. Asistieron Felipe González, José María Aznar, Albert Rivera, Javier Solana, Juan Luis Cebrián y Leopoldo López padre. Gallardón recalca que "quien lidera la defensa, el auténtico responsable, es Juan Carlos Gutiérrez, y los demás estamos a sus órdenes", subrayando que existe una "coordinación" a nivel jurídico. "Los abogados españoles actuamos pro bono, sin relación contractual, renunciando a cobrar cualquier tipo de honorario, porque así nos lo pidió la propia familia", continúa Gallardón.
La incorporación de Gallardón a la defensa de López se conoció, a través de la cadena Ser, en junio de 2016, cuando se difundió que el ministro estaba en Venezuela con motivo de una reunión de la Corte de Apelaciones, que finalmente se suspendió. Gallardón había estado, según esta información, apoyando a González en la preparación de la defensa de López. El ex ministro es citado desde entonces en numerosas informaciones como "abogado de Leopoldo López". Desde febrero 2017 quien fuera alcalde de Madrid tiene su propio despacho en Madrid, Ruiz Gallardón Abogados SLP, especializado en derecho tributario, administrativo, laboral y mercantil. La defensa de López da a los despachos de Gallardón y de Cremades una indudable proyección mediática.
Maduro y Podemos
Al igual que Felipe González, aunque con menos frecuencia y repercusión, Gallardón ha sido activo públicamente en su denuncia de la vulneración de derechos humanos en Venezuela y en la reclamación de la libertad de "todos los presos políticos". Al igual que Felipe González, también ha vinculado al régimen político fundado por Hugo Chávez con Podemos. El lunes, tras la salida de López de Ramo Verde y su paso a arresto domiciliario, Gallardón declaró a la cadena Cope: "Si alguien en España quiere tener idea de lo que significaría un gobierno de Podemos que levante los ojos y mire a Venezuela. Lo que ocurre allí es lo que Podemos quiere que suceda en España".
Gallardón afirma, a pesar de sus declaraciones en la Cope, que "hay que ser muy estricto al diferenciar el trabajo jurídico y el político". "A mí como abogado me corresponde centrarme en el trabajo jurídico y ofrecer toda la colaboración que necesite" Juan Carlos Gutiérrez, señala. No obstante, afirma que hay un "trabajo político muy importante del Gobierno de España y de los ex presidentes", en referencia a González, Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.
Cremades y el "carisma superior" de López
Javier Cremades es lógicamente –a pesar de ser un conocido abogado– el defensor español de López con menor relieve público. Pero está lejos de haber adoptado una actitud de discreción. Sus mensajes públicos son de marcada índole política. "Leopoldo López tiene que ser presidente de Venezuela y será líder de América Latina. Pero debe cuidar bien ahora de su seguridad", afirmó en Twitter tras su puesta en libertad, que él mismo desveló a la opinión pública a través de su cuenta el 8 de julio. También escribió: "Leopoldo López debe gestionar la enorme, brutal envidia y temor que siempre ha causado su carisma superior".
La vehemencia de Cremades ha llegado a chocar incluso con la posición de la familia de López. Mientras la esposa del opositor, Lilian Tintori, agradeció a Zapatero su papel en la salida de la prisión de su marido, Cremades fue por su cuenta utilizando Twitter en varios mensajes muy críticos: 1) "El ex presidente español Zapatero ha sido el principal aliado de Maduro. La libertad de Leopoldo López se debe a su resistencia y liderazgo". 2) "El mérito no es del ex presidente español Zapatero. La casa por cárcel es el resultado de la fortaleza inquebrantable de Leopoldo López"; 3) "Felipe González es persona no grata del régimen. Zapatero viaja en avión oficial. ¿Quién es el que ha ayudado de verdad a Leopoldo López?".
La defensa legal de López (Gutiérrez) sitúa sus palabras sobre Zapatero a una distancia prudencial de las manifestaciones de Cremades, pero con muchas cautelas sobre el papel del ex presidente. "Como venezolanos sentimos que el papel de Zapatero ha permitido dilatar acciones de naturaleza política que hubieran ayudado a solventar la grave crisis de derechos humanos que hay en Venezuela. Pero como abogado de López, y tal y como ha dicho su señora esposa, ha hecho gestiones reales en su favor. Vemos con enhorabuena su mediación, pero hay que recordar que hay 437 presos políticos en Venezuela, más que antes de que empezara esa mediación", subraya. Gutiérrez puntualiza que la labor de mediación de Zapatero se ha realizado "sin coordinación" con el trabajo de defensa de Leopoldo López.
"Implicaciones internacionales y políticas"
Cremades se integró en el equipo de defensa de López hace dos años, explica su despacho por correo electrónico, a preguntas de este medio. Lo hizo a petición de Leopoldo López padre, al que Cremades conoció a través de José Domínguez Ortega, abogado hispano-venezolano y socio de Cremades & Calvo Sotelo, importante bufete con ocho oficinas en España y presencia en París, Ciudad de México, Buenos Aires, Bogotá, Santiago de Chile, Tel Aviv y Casablanca. Fue Cremades el que posteriormente "invita" a Gallardón "por las implicaciones internacionales y políticas que tiene el caso", añde su despacho.
Cremades & Calvo Sotelo señala que su labor de defensa ha consistido en hasta tres viajes de Javier Cremades a Venezuela y en "centenares de reuniones por teléfono o videoconferencia para coordinar una acción que va desde diversas instancias internacionales, como el Parlamento Europeo o el Tribunal de La Haya, hasta comentar diversos aspectos del régimen penitenciario de López o los diversos recursos de apelación en Venezuela". A juicio del despacho de Cremades, en Venezuela "el derecho de defensa es sólo una garantía formal y no real". La exclusión de los abogados españoles del proceso es vista por este bufete como "lógica dentro de un sistema arbitrario".
Cremades, al igual que Gallardón, trabaja "pro bono" porque, según su despacho, el caso "reúne todos elementos vocacionales de un jurista: defensa de la libertad, lucha contra la arbitrariedad del poder, defensa de la justicia". Con respecto al papel de Zapatero y la discrepancia sobre el mismo con Lilian Tintori, el despacho señala que el ex presidente, "como muchos otros", ha intentado "aportar soluciones". Pero añade: "Hasta la fecha sólo ha conseguido el apoyo del régimen y el rechazo de la oposición, pero esta cercanía al régimen le ha permitido ser el transmisor de una decisión unilateral del chavismo que ha sido la casa por cárcel para Leopoldo. Cada uno debe valorar el papel que ha jugado Zapatero".
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"En los medios y en escenarios políticos"
Tulio Hernández, prestigioso periodista venezolano exiliado en España, muy crítico con Nicolás Maduro, considera "encomiable" el trabajo de González, Gallardón y Cremades, pero cree que "no tiene ascendencia [efecto] legal". "Son más bien 'lobistas", afirma. No lo dice peyorativamente, sino porque –asegura– "en Venezuela no hay independencia del poder judicial" y por lo tanto sería irrelevante qué haga la defensa. "Toda la defensa se hace para que quede constancia en la historia, pero no sirve de nada. Ni las diez firmas más importantes del planeta podrían hacer nada. Leopoldo no fue encarcelado por motivos jurídicos ni está en casa por motivos jurídicos. Está en casa por la presión y porque ahora el Gobierno cree que puede utilizarlo como comodín a su conveniencia. Piense que la condena se basa en interpretaciones semióticas del discurso de Leopoldo López. Ante eso, ¡habría que contratar como abogado defensor a Umberto Eco!", analiza con ironía Hernández.
La opinión pública venezolana, sostiene Hernández, ve a los abogados españoles de López como sus defensores "en los medios de comunicación y en escenarios políticos". "Quien tiene mayor influencia en Venezuela es Felipe González, con mucha presencia en medios intelectuales y políticos por su papel en el rescate de prisioneros chilenos de las garras de Pinochet. Ni Gallardón ni Cremades tienen esa incidencia, pero cumplen una función importante, sobre todo en Europa, donde es muy difícil entender que realmente en Venezuela no hay independencia del poder judicial", concluye Hernández.
Alto perfil político pero escasa incidencia jurídica. Asesoría y colaboración externas sin acceso directo al proceso ni reconocimiento por parte del sistema judicial venezolano. Con fuerte repercusión pública, pero escasa capacidad de influir en el procedimiento legal. Sin retribución económica, pero con una enorme proyección mediática. Así es la defensa española de Leopoldo López, el opositor a Nicolás Maduro condenado en Venezuela en 2014 a casi 14 años de prisión por instigar unas manifestaciones contra el Gobierno de la República Bolivariana que terminaron con 43 muertos y cientos de heridos.