El ciclo electoral ha sido extenuante. El partido se movilizó hasta el último rincón. Digeridos ya todos los resultados y sin urnas a la vista, algunas costuras internas están saltando. Andalucía, Madrid y Castilla y León, tres de las federaciones más importantes del PSOE, están en plena marejada interna. Nuevas y viejas heridas supuran en estos momentos con conflictos que han roto la paz que dominaba el socialismo.
Y en las tres federaciones hay algo en común: la batalla soterrada por el liderazgo. Los cuchillos están afilados en tres escenarios que cada día se vuelven más escarpados y en los que se están labrando enfrentamientos con soluciones complicadas. Un hervidero al que no ayuda el propio calendario, pues las federaciones deben convocar sus congresos después del federal (que todavía no tiene fecha pero que debe celebrarse entre octubre de este año y octubre de 2025).
La última federación que ha explotado ha sido la de Castilla y León a raíz del denominado Lexit, un terremoto político provocado por el apoyo de la dirección socialista de León a una moción en la Diputación provincial junto a UPL para defender el derecho a que la Región Leonesa sea una nueva comunidad autónoma. Un giro inesperado por parte de la cúpula en manos de Javier Alfonso Cendón, diputado nacional y una persona de la máxima confianza de Ferraz.
Ese posicionamiento viene a alinearse con las tesis del alcalde de León, José Antonio Díez, también del PSOE y firme defensor de la separación del territorio (proclive a la unión con el Principado de Asturias). Y ha despertado un malestar profundo con la dirección regional, pilotada por el burgalés Luis Tudanca. “Se han pasado, han ido demasiado lejos”, sostiene un dirigente del partido respecto a Cendón y su círculo cercano. Varias fuentes de esa federación analizan que este torpedo ha ido directamente para desgastar al actual secretario general del PSOE de Castilla y León y que no tenía el verdadero objetivo de proclamar en serio la comunidad número dieciocho. Asimismo, dejan caer que en esta operación también están algunos medios regionales.
Los riesgos de la moción de León
Dirigentes de Castilla y León también están muy sorprendidos por las posturas de los ministros de Transportes, Óscar Puente, y de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, por mostrarse abiertos a la propuesta surgida en la diputación. Desde Ferraz se rebaja la dimensión: “La cuestión no es que León se quiera a ir a ningún sitio, sino que la Junta se ha ido de León hace muchos años. Es una llamada de atención al abandono de una provincia por parte de sucesivos gobiernos autonómicos del PP”.
La batalla en Castilla y León ya tuvo un momento de tensión anterior en la confección de las listas para las pasadas elecciones generales del 23J. El propio Tudanca expresó en las puertas de Ferraz su enfado el día de la aprobación de las planchas: “Estoy enormemente decepcionado, enormemente indignado”. La dirección nacional impuso su criterio situando a Manuel Arribas como número uno por Ávila al Congreso e incluyendo a Javier Izquierdo, que forma parte de la dirección nacional, en el cartel por Valladolid al Senado.
Tudanca guardó silencio hasta el viernes por la tarde respecto al Lexit. En un comunicado, el líder regional mostró su respeto a la propuesta de la diputación, pero dejó varios mensajes en clave interna. “Cuando uno abre una puerta, debería saber dónde conduce. No quisiera pensar que la decisión no es meditada o solo busca hacer ruido y engañar y frustrar a los leoneses. Sería muy irresponsable porque la aspiración de tener otra comunidad autónoma está en el corazón de muchos leoneses", puso negro sobre blanco.
Sin citar concretamente a Cendón, Tudanca envió este dardo: “En el PSOE de León he escuchado como se defiende en apenas unas semanas: 1) Una sola CCAA con dos fiestas 2) Dos comunidades, región leonesa y región castellana 3) Dos comunidades pero con un encaje diferente de El Bierzo 4) Dos comunidades, con León solo 5) Dos comunidades, con León con Asturias”. Con este análisis: “Es tan confuso que la moción la votaron a favor algunos que la habían rechazado previamente y la rechazaron algunos que la habían apoyado en sus ayuntamientos”.
Puso también la pelota en Ferraz y en el Ejecutivo: “Hoy se abre un camino que el propio Gobierno de España ha considerado legítimo y que escuchará. Yo también. Ahora toca esperar a ver qué sucede en el Congreso, que debería pronunciarse. Ese es el camino de la Constitución. El caso es que, si se reinicia el Estado autonómico, estoy seguro de que otros se sumarán a estas legítimas reivindicaciones. Quizás es el momento. Es hora de ser coherentes y valientes”. Tudanca abrió así el escenario del debate dentro del partido: “Como firme defensor de la democracia interna en el PSOE, como secretario general, cuando llegue el momento la posición deberán fijarla nuestros militantes mediante una consulta tal y como establecen nuestros estatutos. La voz de todos los socialistas decidirá”.
Esa consulta serviría también para medir las fuerzas internas dentro de la federación. Personas cercanas a Tudanca subrayan: “Luis está fuerte internamente aunque alguno no lo quieran ver”. Y también clarificaría muchos apoyos de cara a la próxima candidatura. Las elecciones en Castilla y León serán a principios de 2026. La actual dirección pone en valor que en los últimos procesos electorales no ha bajado del 30% de apoyos. También hay quejas dentro de dirigentes de que este debate abierto debilita a la propia marca del PSOE de Castilla y León en un momento en el que el desgaste debería acusarlo el PP por su pacto con Vox en la Junta. Nadie quiere hacer quinielas sobre posibles nombres si Tudanca no llega a esa cita, aunque la sombra de Óscar Puente es muy alargada para muchos.
Escala la tensión en el PSOE de Madrid
La candidatura para las próximas elecciones también marca el debate interno en la Comunidad de Madrid. Ferraz ya ha emitido señales sobre su preocupación por la situación de la federación y por los resultados de las elecciones europeas. Los socialistas madrileños apenas superaron el 28% de los votos, quedándose doce puntos por debajo del Partido Popular (perdiendo cuatro puntos respecto a las continentales de 2019). Supone un resultado dos puntos por debajo de la media nacional.
Altos cargos del PSOE achacan a Madrid y a Andalucía el hecho de no haber logrado empatar o ganar al Partido Popular el 9J. Los resultados y la tensión interna que vuelve a reinar en la convulsa federación ponen en la picota a su actual líder, Juan Lobato. Su candidatura está en el aire. El exalcalde de Soto del Real, no obstante, se mantiene firme en su convicción de presentarse en las próximas elecciones, según fuentes cercanas. Y va a seguir desplegando su estrategia de oposición: día a día con propuestas, demostrando que hay alternativa real a Isabel Díaz Ayuso.
Esta semana se han movido las placas tectónicas de manera más brusca al irrumpir en primera persona Javier Ayala, el todopoderoso alcalde de Fuenlabrada. Es la gran referencia municipal, uno de los nombres que suena con más fuerza para el futuro del PSOE madrileño y ha tendido un puente directo en los últimos tiempos con la dirección nacional. Los dos ya se enfrentaron en unas primarias anteriormente y salió vencedor Lobato, pero la correlación de fuerzas ahora es distinta.
Ayala está dolido con Lobato por la falta de apoyo ante la instalación en Fuenlabrada, el gran bastión del PSOE en la comunidad, de un centro de menores extranjeros no acompañados en La Cantueña por parte del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. El regidor entiende que no cumple con los requisitos ni con las necesidades para que se respeten los derechos humanos. Ese es el principal motivo del alejamiento en público con el secretario general, pero también ha querido hacer pública su distancia en la estrategia.
Políticas "nítidamente" de izquierdas
"La gente está deseando que llegue el PSOE con unas alternativas que sean claras y nítidamente de izquierdas y lo he dicho internamente y hoy lo manifiesto", subrayó en una entrevista publicada por Europa Press. Añadió: "A mí lo que me preocupa es que en las europeas el voto de Más Madrid no lo hemos capitalizado". Esta sensación recorre en varios dirigentes del PSOE de Madrid, alcaldes y parlamentarios. Fuentes socialistas muestran su inquietud al ver que no se aprovecha, en su opinión, la oportunidad que se abrió con la marcha de Mónica García de la Asamblea rumbo al Ministerio de Sanidad. “Era nuestro momento. Parecía que Manuela Bergerot era más floja y resulta que se está consolidando. Deberíamos haber aprovechado para ser los líderes de la oposición de facto en un momento en el que Ayuso está cayendo”, indican.
La situación en Madrid tiene también un factor muy importante: el propio Pedro Sánchez es militante de la federación, conoce a todos los cargos y la decisión pasará por la mesa de su despacho. “Sólo hay una persona que puede cambiar a Lobato, y todavía no ha hablado”, indican fuentes de la dirección del PSOE de Madrid. Además, en el núcleo duro de secretario autonómico rechazan que el problema sea una falta de orientación hacia la izquierda y siguen insistiendo en que hay una gran masa de votantes de centro y de profesionales liberales que pueden cambiar su papeleta hacia una opción “sensata” como la del actual líder regional.
A Ayala se le ha sumado en público en sus críticas a Lobato Sara Hernández, otra de las voces con más peso del PSOE madrileño como alcaldesa de Getafe. Su mensaje pasa por el mismo hilo: hay que reforzar “nítidamente” el mensaje de izquierdas del socialismo. Ella se ha negado a hablar de “rebelión”, sino de crítica “leal”. No obstante, otras voces críticas con la actual dirección consideran que los movimientos de estos dos alcaldes se han producido “demasiado pronto” y que “ahora no es el momento”.
Andalucía no se recupera
Este malestar interno invade desde hace mucho tiempo también a Andalucía, la madre de las federaciones con más de 43.600 militantes. Y la figura de Juan Espadas vuelve a estar en el precipicio. El pasado 9 de junio los socialistas del sur perdieron por primera vez en su historia unas elecciones europeas. Antes había mucho runrún entre los críticos, pero ahora la preocupación alcanza de lleno a la calle Ferraz, a La Moncloa y a algunos dirigentes que apoyaron al exalcalde de Sevilla en su pugna contra la expresidenta Susana Díaz.
“Evidentemente hay un problema en Andalucía. No podemos negarlo”, sostiene una alta fuente de Ferraz. Otro veterano alto cargo del PSOE andaluz hace esta reflexión: “Si no ganamos las elecciones europeas en toda España es porque alguien no hizo los deberes. ¿Y quién no los hizo? Pues nosotros en el PSOE andaluz”. Ese análisis se hace también más arriba de Despeñaperros, donde ven que la falta de tirón de esa federación, que antes era el corazón que bombeaba votos a nivel nacional, lastra a nivel nacional. Pero lo que provoca más incertidumbre es que no hay visos de que pueda mejorar con el actual proyecto. “Como sigamos así, vamos a tener a Moreno Bonilla más años en la Junta que a Chaves”, ironiza otro socialista andaluz que estaba alineado hasta hace poco con Espadas.
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Espadas no tiene contestación interna en las direcciones provinciales, todas afines a él. Y no hubo grandes autocríticas de los ocho secretarios tras las elecciones del 9J, pero eso no significa que esté controlada la federación. Especialmente se están moviendo alcaldes, algunos diputados autonómicos y también parlamentarios nacionales. En privado expresan su preocupación y están haciendo llegar a Ferraz y a La Moncloa la idea de que no se puede llegar así a las próximas elecciones autonómicas de 2026.
Juan Espadas, en cambio, no piensa dar un paso al lado. Ha reiterado estos días su intención de ser el candidato en la siguiente cita autonómica con las urnas. El dirigente sevillano se aferra a un resultado de un 32,2%, pero parte del partido recuerda que se quedó más de cinco puntos por debajo del PP (lo que supone que se vuelve a agrandar la brecha después de que el 23J se quedaran a tres puntos). Dirigentes del partido sostienen que esto demuestra que Pedro Sánchez tira más en el sur que el propio líder regional.
A nivel federal lamentan algunas voces que Espadas no está aprovechando la plataforma que se le está dando en la capital como portavoz en el Senado: “No sabemos qué pasa, sobre todo tiene problemas para colocar titulares”. En el partido muchos miran a la vicepresidenta, María Jesús Montero, como posible figura de futuro, aunque ella está centrada en sus labores del Gobierno. “Sólo se irá si el presidente se lo pide”, señalan fuentes socialistas. En el sur también operan diferentes familias y sensibilidades que pueden ser determinantes si estalla la guerra con poderes fácticos como Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, vicepresidente primero del Congreso, y Franciso Reyes, presidente de la Diputación de Jaén. Además, en las conversaciones se repite también otro nombre a medio plazo: Patricia Cavada, alcaldesa de San Fernando (Cádiz).
El ciclo electoral ha sido extenuante. El partido se movilizó hasta el último rincón. Digeridos ya todos los resultados y sin urnas a la vista, algunas costuras internas están saltando. Andalucía, Madrid y Castilla y León, tres de las federaciones más importantes del PSOE, están en plena marejada interna. Nuevas y viejas heridas supuran en estos momentos con conflictos que han roto la paz que dominaba el socialismo.