El portavoz del Grupo Parlamentario Popular en Baleares, Sebastià Sagreras, ha rechazado este martes la propuesta de la secretaria general del PSIB, Francina Armengol, ofreciendo sus votos a la presidenta del Govern, Marga Prohens, para apartar a Gabriel Le Senne (Vox) como presidente del Parlament. "Ni el PSIB ni Armengol tienen ninguna credibilidad", ha declarado Sagreras, que ha recordado otros episodios en los que los socialistas ofrecieron sus votos, afirmando que sólo sirvieron para "beneficiar a Vox". "Me atrevo a decir que se retroalimentan", ha apostillado el conservador.
Sagreras se ha referido la investidura de Marga Prohens, donde el PSIB "se negó" a abstenerse "aunque sumaban más que el resto de la izquierda junta y no había ninguna mayoría alternativa"; o a la votación del techo de gasto que estuvo marcada por el debate del calendario para la libre elección de lengua.
Además, respecto a los hechos por los que piden apartar a Le Senne -el incidente con una foto de Aurora Picornell en el pleno-, Sagreras ha recordado que ya han condenado lo ocurrido "de forma contundente". En esta línea, el diputado ha argumentado que desde el PP piden "a todos los grupos hacer una profunda reflexión para rebajar la tensión y la crispación frente a un clima irrespirable en el Parlament, no desde el martes, sino en las últimas semanas".
Y en particular, Sagreras ha reclamado a Armengol que, como secretario general del PSIB, "reflexione también y no contribuya a esta crispación". Asimismo, le ha recomendado "que reflexione sobre otros temas que también son importantes", como su idoneidad como presidenta del Congreso "ante la ramificación del caso Koldo en Baleares", o sobre "el mensaje que envía a la ciudadanía una Ley de Amnistía que rompe la separación de poderes en el Estado de derecho para beneficiar a personas procesadas incluso por delitos de corrupción".
Ha sido la propia Armengol la que ha ofrecido este martes a Prohens los votos de los diputados socialistas para echar al actual presidente del Parlament. El PSIB ha reunido la Comisión Ejecutiva Permanente de forma urgente para analizar la "situación de emergencia democrática" en la que consideran que se encuentra Baleares, tras el comportamiento "inasumible" de Le Senne tras romper una fotografía de Aurora Picornell durante el pleno del pasado martes.
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Armengol ha dirigido la reunión y ha anunciado que pone a disposición de Prohens los votos del Grupo Parlamentario Socialista para echar Le Senne y elegir un nuevo presidente del PP. "Los hechos ocurridos la semana pasada por el presidente Le Senne en el Parlament, en contra del respeto democrático, de las víctimas del franquismo, de la tolerancia y de nuestra democracia, hace que el Partido Socialista haya tomado una decisión firme ante un momento absolutamente extraordinario", ha declarado Armengol.
La secretaria general ha recordado que el PSIB-PSOE, junto con los otros grupos de la oposición, ha pedido la dimisión inmediata del presidente del Parlament pero que, como ve que "la derecha no está actuando como corresponde, y en un momento extraordinario que está afectando nuestra democracia, estamos dispuestos a ceder los votos necesarios al Grupo Popular para que una persona de su grupo pueda devolver la dignidad democrática al Parlament y que el señor Le Senne haga efectiva su dimisión de forma inmediata", ha explicado Armengol.
Paralelamente, el Grupo Parlamentario Socialista continuará pidiendo la convocatoria de una Mesa del Parlament para que se pueda tramitar la petición de remoción de Le Senne y ésta se pueda debatir y votar en un pleno extraordinario.
El portavoz del Grupo Parlamentario Popular en Baleares, Sebastià Sagreras, ha rechazado este martes la propuesta de la secretaria general del PSIB, Francina Armengol, ofreciendo sus votos a la presidenta del Govern, Marga Prohens, para apartar a Gabriel Le Senne (Vox) como presidente del Parlament. "Ni el PSIB ni Armengol tienen ninguna credibilidad", ha declarado Sagreras, que ha recordado otros episodios en los que los socialistas ofrecieron sus votos, afirmando que sólo sirvieron para "beneficiar a Vox". "Me atrevo a decir que se retroalimentan", ha apostillado el conservador.