El arquitecto que reformó la sede del PP falsificó una factura para neutralizar los 'papeles de Bárcenas'

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Alicia Gutiérrez / Tono Calleja

Un informe policial incorporado al sumario Gürtel ayer miércoles, víspera de la nueva declaración judicial de Luis Bárcenas, destapa cómo el arquitecto que reformó la sede central del PP confeccionó supuestamente una factura falsa para neutralizar los efectos de la publicación de los papeles de Bárcenas. El arquitecto Gonzalo Urquijo, propietario de la empresa Unifica, creó la factura en julio de 2013. Pero la dató el 2 de enero de 2008. Perseguía, dice la Brigada de Blanqueo, "cubrir y justificar” un pago de 195.000 euros que el extesorero había anotado en la contabilidad B del partido justamente con fecha 28 de enero de 2008. 

Tanto la Policía como el juez Pablo Ruz en varios de sus autos –el último, uno del pasado lunes– ya habían recalcado que una parte de la obra de la sede central de la madrileña calle Génova se pagó con dinero de la caja B del PP. Pero esta es la primera vez que un informe policial señala que contrarrestar el contenido de los papeles de Bárcenas fue el objetivo de la presunta falsificación de documentos.

La factura lleva fecha oficial de 2 de enero de 2008 pero el informe policial sostiene que la realidad es muy distinta: “La fecha de creación en formato digital es de julio de 2013, fecha coincidente con la reunión del señor Urquijo con sus abogados debido a la aparición de los papeles de Bárcenas”, añade la Policía. De ahí "se infiere que esta factura pudiera haber sido creada ad hoc para cubrir y justificar la anotación que figura en dichos documentos [los papeles manuscritos del extesorero] en fecha 28 de enero de 2008 por 195.000 euros hacia Gonzalo Urquijo, y no que fue una factura que se creó por un anticipo que iba a cobrar por la reforma de esta planta como manifestó en su declaración judicial".

Más adelante, la Policía recuerda que la salida de 195.000 euros reflejada en los papeles de Bárcenas se anotó bajo el siguiente concepto: "Gonz. Urquijo". 

A lo largo de 253 páginas y casi cuatro meses después de que el juez Ruz enviase a la Policía a la sede del PP en busca de papeles, el informe analiza pagos, facturas y certificaciones de obras para alcanzar una conclusión demoledora: que la empresa de Gonzalo Urquijo, Unifica, elaboró por cada planta reformada –salvo en la segunda, aunque es la que se corresponde con el apunte de los papeles de Bárcenas– dos certificaciones de obras, una real y otra ficticia.

El informe incorpora una tabla que contrapone, planta por planta, el coste real de la obra y la “certificación ad hoc”. Atendiendo a esa tabla, el PP pagó por la reforma de su sede 4,17 millones de euros frente a los 2,68 que suman las certificaciones supuestamente falsas. Es decir, el importe verdadero superó en un 55,4% el declarado.

Duplicidad de certificaciones finales

“Se puede concluir –expone la Policía– que la duplicidad de certificaciones finales halladas en relación a la ejecución de las obras de las plantas baja, tercera, cuarta y quinta pone de manifiesto la dualidad en la forma de pago de los trbajos, de tal forma que se generan dos certificaciones”. “Las de menor importe –continúa el informe- son las creadas ad hoc con el fin de adecuar lo pagado por la formación política a través de la cuenta de la que es titular a la documentación que se genera en las obras”. Las segundas certificaciones localizadas, es decir, “las de mayor importe” resultan ser “las verdaderas”. Son estas “las que recogen los trabajos efectivamente ejecutados”. Y la diferencia “se abona en parte con fondos ajenos al circuito económico-financiero, correspondientes con las anotaciones procedentes de la contabilización cuya llevanza correspondía a Luis Bárcenas”.

La incorporación al sumario de este informe, al que infoLibre tuvo acceso anoche, llega justo en la víspera de la tercera declaración judicial de Bárcenas desde el 26 de junio de 2013, fecha en que ingresó en prisión. Preso en la cárcel de Soto del Real, el extesorero del PP responderá, como mínimo y salvo viraje drástico, a las preguntas del juez, los fiscales y su abogado, Javier Gómez de Liaño.

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¿Lleva Bárcenas algún as en la manga, algún dato o papel desconocido hasta ahora? Ayer, Gómez de Liaño y Bárcenas se reunieron "cuatro horas", pero el abogado mantuvo un silencio hermético sobre el contenido de su conversación. Lo único que se da por seguro es que Bárcenas negará haberse enriquecido con fondos que diversos donantes habían entregado para el partido. "No distrayó nada", asegura su entorno. Lo hace utilizando el mismo verbo empleado por Ruz hace unos días para explicar el origen de parte del dinero que Bárcenas ocultaba en Suiza. 

Si Bárcenas accede a responder las preguntas de las acusaciones populares, es muy probable que deba responder si, como sostiene la Policía, el PP ya manejaba a comienzos de los años noventa una contabilidad B gestionada por el entonces tesorero, Rosendo Naseiro. El círculo más próximo a Bárcenas subrayó ayer que no fue Naseiro quien le dio el testigo de la tesorería. "Antes hubo otro tesorero", dijo una fuente en alusión directa al octogenario Álvaro Lapuerta, también imputado en el caso de los papeles de Bárcenas que Ruz investiga como pieza separada del caso Gürtel.

Bárcenas está citado a las diez de la mañana en la sede que la Audiencia Nacional tiene en San Fernando de Henares, a la que llegará conducido desde Soto del Real. A las cuatro de la tarde, y salvo que una declaración larga, compleja o sorprendente altere los horarios, declarará su esposa, Rosalía Iglesias, también imputada en el caso Gürtel pero sobre la que no pesa ninguna medida cautelar.

Un informe policial incorporado al sumario Gürtel ayer miércoles, víspera de la nueva declaración judicial de Luis Bárcenas, destapa cómo el arquitecto que reformó la sede central del PP confeccionó supuestamente una factura falsa para neutralizar los efectos de la publicación de los papeles de Bárcenas. El arquitecto Gonzalo Urquijo, propietario de la empresa Unifica, creó la factura en julio de 2013. Pero la dató el 2 de enero de 2008. Perseguía, dice la Brigada de Blanqueo, "cubrir y justificar” un pago de 195.000 euros que el extesorero había anotado en la contabilidad B del partido justamente con fecha 28 de enero de 2008. 

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