Ascensión Mendieta logra enterrar a su padre 80 años después de ser fusilado

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Ascensión Mendieta ha logrado cerrar definitivamente una herida que llevaba abierta casi ocho décadas. La mujer, de 91 años, enterró este domingo por fin en el cementerio de la Almudena los restos de su padre, Timoteo Mendieta, un sindicalista de UGT fusilado el 15 de noviembre de 1939 y arrojado, un día después, a una fosa común del cementerio de Guadalajara. El asesinato del que fuera secretario general del sindicato en la localidad alcarreña de Sacedón dejó tres hijas y cuatro hijos huérfanos.

Tras cuatro años de lucha, los restos de Timoteo llegaron a primera hora de la mañana al camposanto madrileño en un ataúd cubierto con su bandera, la tricolor. Ascensión, emocionada, entró tras él y recibió el calor de casi un millar de personas que se habían congregado para presenciar el acto. Padre e hija alcanzaron la tumba entre cálidos aplausos y vivas a la República. "Libertad para todos. Que no hagan lo que han hecho. ¡Muchas gracias a todos por venir a este acto tan triste!", dijo Mendieta.

Cuatro años de lucha

Han sido cuatro intensos años de lucha para que padre e hija puedan descansar tranquilos. Con 88 años, y al ver las trabas que ponía la justicia española, Ascensión decidió coger un avión hasta Argentina para pedir ayuda judicial. Así, en el marco de la conocida como querella argentina, la jueza María Servini, acogiéndose al principio de justicia universal, exhortó en enero de 2016 al juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Guadalajara a dar luz verde al proceso de exhumación en la fosa del cementerio de Guadalajara en la que se creía que estaba enterrado el sindicalista.

 

Ana Mesutti, una de las abogadas de la querella argentina, afirmó en declaraciones a Ctxt que este domingo ha sido el día "más importante" de su carrera. Mesutti celebró "haber logrado todo esto" con "la familia, los colegas y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH)". "Había muchos factores, no solo la parte judicial", señaló la abogada, que agradeció la disposición de la jueza argentina de "dictar un exhorto tras otro" y, sobre todo, el trabajo "de los héroes modernos: los voluntarios de la ARMH".

Ascensión Mendieta descansará este martes con su padre, primera víctima del franquismo exhumada, en La Almudena

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Dos exhumaciones

La asociación memorialista, sin ayudas públicas desde que en 2012 el Gobierno de Mariano Rajoy decidiera retirarlas, llevó a cabo una primera exhumación en enero de 2016 en la fosa que aparecía marcada en la documentación recopilada en la fase de investigación. Sin embargo, ninguno de los 20 cuerpos allí enterrados era el del sindicalista de UGT. El padre de Ascensión fue arrojado en una fosa y anotado en otra. El resultado de la excavación fue un duro golpe para la hija.

Pero nadie se rindió. Servini envió un nuevo exhorto desde Argentina para volver a intentarlo este año y la ARMH, que hace estos trabajos gracias a donaciones y voluntarios, se puso de nuevo manos a la obra en mayo en otra de las fosas bajo la atenta mirada de Ascensión. Un mes después, el laboratorio Lab Genetics confirmó al juzgado de Guadalajara que uno de los cuerpos exhumados era el de Timoteo. Su valentía y gran ejemplo de amor por su padre permitirá a otras 27 familias, tras las dos excavaciones realizadas, identificar también a sus seres queridos.

Ascensión Mendieta ha logrado cerrar definitivamente una herida que llevaba abierta casi ocho décadas. La mujer, de 91 años, enterró este domingo por fin en el cementerio de la Almudena los restos de su padre, Timoteo Mendieta, un sindicalista de UGT fusilado el 15 de noviembre de 1939 y arrojado, un día después, a una fosa común del cementerio de Guadalajara. El asesinato del que fuera secretario general del sindicato en la localidad alcarreña de Sacedón dejó tres hijas y cuatro hijos huérfanos.

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