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La atención primaria se rebela en Cantabria, Euskadi, Vigo y Madrid ante una "situación agónica"

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El personal de atención primaria ha dicho basta. Sus trabajadores lo llevan años diciendo. Los mismos años que llevan soportando estoicamente una situación que denuncian insostenible. Ahora se han organizado, independientemente de los sindicatos o con su respaldo, para clamar contra el deterioro que sufre el sistema base de la atención sanitaria. Tres territorios se declaran en huelga en los próximos días: Euskadi, Madrid y la ciudad de Vigo. La misma estela la llevan predicando desde el lunes en Cantabria, aunque en este caso la huelga apela no sólo a la atención primaria sino también a las especialidades.

Los motivos por los que salen a la calle son viejos conocidos en las consultas. La última Encuesta sobre la Situación de la Profesión Médica en EspañaEncuesta sobre la Situación de la Profesión Médica en España, elaborada por la Organización Médica Colegial de España (OMC) da buena cuenta de ello. Según su balance, el 70,9% de los médicos de atención primaria atiende diariamente a más de 30 pacientes y el 8,9% a más de 50. Por debajo de los 25 pacientes diarios se encuentra tan sólo el 14,7% de los encuestados. Sin embargo, el 94,58% de los médicos cree que una atención de calidad requiere no superar un máximo de 35 pacientes al día.

La consecuencia directa de la sobrecarga en las consultas tiene que ver con otra de las demandas clásicas de la atención primaria: aumentar el tiempo mínimo dedicado a cada paciente. De acuerdo al mismo informe, el 84,6% dedica menos de diez minutos a cada uno de sus pacientes. El 22,8% de los consultados lo hace en un tiempo de entre tres y cinco minutos; el 37% dedica entre cinco y siete minutos y el 22,7% entre siete y diez. En el peor de los casos, un 2,2% destina de media menos de tres minutos, mientras que en el extremo opuesto un 10,8% dispone de un tiempo de consulta por paciente superior a los diez minutos.

En sus reivindicaciones continuas, la mayoría de comunidades ha demandado un tiempo mínimo de entre diez y doce minutos. Así ha sido en territorios como Murcia, Castilla-La Mancha o Extremadura.También en Cataluña, donde los médicos llegaron a un acuerdo con la Generalitat tras la huelga convocada a finales del pasado año, igual que en Andalucía. La situación de la que parten es similar en prácticamente todas las comunidades, donde los profesionales denuncian medias de entre tres y siete minutos por paciente.

Euskadi: un problema que afecta a todos los trabajadores

La huelga en Euskadi echa a andar este viernes, aunque "la situación de deterioro viene de años atrás". Habla Ina Idarreta, médica de familia e integrante de la plataforma Lehen Arreta Arnasberritzen (LAA). Esta organización, que nace en octubre de 2017, es la encargada de cimentar las bases de la huelga entre el personal de atención primaria. E Idarreta insiste en destacar que a su alrededor se agrupan todos los trabajadores implicados, no sólo los médicos. "Esto salpica a todo", dice, "somos un equipo multidisciplinar". Destaca, por ejemplo, al servicio de atención al cliente –"un trabajo muy poco reconocido"– o a los celadores.

La plataforma LAA funciona como instrumento para poner en común todos los problemas del sector. Hasta su nacimiento, "el personal de atención primaria estaba muy disperso, no había una estructura transversal que los uniera". La constitución de LAA sirve para cubrir esa carencia. La iniciativa funciona, al menos entre los trabajadores, pero la acogida por parte de la administración no fue todo lo buena que cabría esperar. "Nos llamaron para dejarnos claro que no éramos interlocutores", relata Idarreta. Tras dos años de organización, los miembros de la plataforma convocan una asamblea y llegan a un acuerdo para demostrar su fuerza: huelga. Los sindicatos se suman en un movimiento que la médica considera histórico: aunque no todos convocan, sí hay una mayoría plena de sindicatos que deciden apoyar la movilización.

La primera huelga se celebra el 12 de abril. A partir de ese punto de partida, la administración inicia las negociaciones, pero no con el comité de huelga, donde LAA está representada. El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) conforma una mesa sectorial y traza una propuesta, que saca a la luz el 10 de mayo, a sólo una semana de la segunda jornada de huelga prevista. "En esa propuesta hay cosas positivas", dice la médica, como el impulso de una figura que coordine y supervise la estrategia para la atención primaria. Pero "llega tarde y falta muchísima concreción". Hace cinco años, sostiene Idarreta, la propuesta sería aceptable, pero hoy "la situación es urgente" y se hace necesario "un presupuesto sobre la mesa y un plan de contención para el verano".

Los trabajadores piden un aumento de la ratio de personal de cita previa para enfermería, un incremento del tiempo de consulta por paciente y que la salud deje de entenderse como un bien de consumo, entre otros asuntos. Hasta ahora, la administración ha anunciado una segunda mesa sectorial para finales de mayo. A partir de entonces, quedará "valorar qué hacer, porque en la primera asamblea se votó huelga indefinida", detalla Idarreta.

Madrid: pacto por la sanidad

El próximo martes 21 de mayo, los médicos de la atención primaria madrileña comenzarán su jornada de huelga, que se extenderá durante 24 horas. De nuevo, el impulso de la movilización parte de los propios profesionales, organizados alrededor de la plataforma AP Se Mueve, aunque los sindicatos Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), Asociación Facultativos de Madrid (AFEM) y CSIT Unión Profesional han registrado formalmente la convocatoria.

Alicia Martín, presidenta del área de Atención Primaria de AMYTS, explica en conversación con este diario que "en todas las comunidades autónomas la atención primaria es absolutamente deficitaria y necesita más presupuesto para tomar medidas urgentes". Pero el caso de la Comunidad de Madrid es, dice, todavía más sangrante si cabe. "Sobre todo de cara al verano, la situación es agónica", expresa Martín.

Ni la administración, entiende Martín, ni el resto de partidos políticos de la Asamblea de Madrid "pueden mirar hacia otro lado" y deben por tanto invertir "presupuestos para garantizar la asistencia sanitaria". La médica denuncia una sobrecarga de trabajo generalizada, con "60 o 70 pacientes por consulta" y reclama un mínimo de diez o doce minutos por persona. El primer paso para revertir la situación y alcanzar mejoras pasa por "contratar a más gente" y en mejores condiciones, porque "el problema es que no hay médicos que se quieran quedar a trabajar en estas condiciones".

Los médicos en huelga insisten en poner el acento en que no se trata de un problema sin remedio: hay solución, sentencian. "Necesitamos en Madrid un pacto por la sanidad y que las cosas salgan adelante", asegura Martín, quien recuerda que el problema no brota de forma espontánea, sino que "estamos hablando de años". Años en los que, dice, los problemas han recaído sobre "las espaldas y la salud de los profesionales".

La plataforma AP Se Mueve cita, entre los motivos que dan sentido a la huelga, la necesidad de un aumento de la financiación destinada a la atención primaria, de manera que ascienda del 10% actual al 25%. Piden, además, un máximo de 28 pacientes al día, a los que destinar un mínimo de 12 minutos por consulta. Y claman "porque haya suplentes" siempre con "contratos dignos".  

Vigo: "No creen en la sanidad pública"

La situación en Vigo también nace del movimiento organizado por parte de los profesionales. A finales del pasado año tuvieron lugar las primeras movilizaciones convocadas por los sindicatos. El impacto fue tal que una treintena de jefes de centros de salud de la ciudad presentaron su dimisión ante un deterioro que se hacía insostenible.

Manuel Rodríguez, secretario general de la organización sindical Médicos de Galicia Independientes (O'Mega), comenta al otro lado del teléfono que a partir de entonces varios médicos comenzaron a organizarse alrededor de la autodenominada Coordinadora de Atención Primaria. A los primeros paros le sucedió una nueva convocatoria, esta vez fijada para abril. Sin embargo, el comité de huelga –donde estaba representada la propia Coordinadora y los sindicatos– llegó a un acuerdo con el Servizo Galego de Saúde (Sergas), quien prometió una mesa de diálogo. La huelga quedaba desconvocada. "Nosotros consideramos que aquel acuerdo no era bueno, pero no éramos quienes negociábamos", sostiene Rodríguez.

Aquel paso atrás provocó el "rechazo masivo" de los facultativos. A raíz de ahí, varios médicos deciden abandonar la Coordinadora. Los trabajadores que dejan la ya disuelta entidad comienzan a reunirse a través de asambleas. Consideran importante mantener las tensiones y seguir con los paros. En una de esas asambleas se decide fijar una nueva huelga el 21 y 22 de mayo. Esta vez, la convocatoria corre a cargo de los trabajadores en exclusiva: los sindicatos quedan al margen. Los médicos, además, han acordado recientemente convocar otra jornada de protesta, esta vez en toda Galicia, el próximo 19 de junio. En ese último encuentro se constituye la Asamblea de Áreas Sanitarias (AAS), que pilota ahora la protesta.

En ella se encuentra el pediatra Luciano Garnelo, uno de los cargos que dimitió en protesta por la asfixia de la atención primaria. "Cuando vimos que no estaban haciendo nada presentamos la dimisión", recuerda en conversación con este diario. Tras la huelga fallida de abril, "los médicos se rebelaron" y retomaron la huelga "el 21 y 22 de mayo". "Esperamos que sea un éxito", dice Garnelo.

Las demandas, una vez más, vienen a denunciar la "terrible sobrecarga asistencial de las consultas médicas", consecuencia fundamentalmente de la falta de presupuesto. Los médicos, coincide Garnelo con su homóloga madrileña, se marchan para el extranjero: "No es que no haya médicos sustitutos, es que los están echando". El pediatra denuncia además las listas de espera eternas, el exceso en el número de pacientes atendidos cada día –"40, 50, 60… es inhumano, antiético y antiprofesional"– o la ausencia de un mínimo de tiempo legal por consulta. Piden diez minutos por paciente, pero "ninguna administración se quiere comprometer" a la hora de establecer límites, porque eso exige recursos, razona. El motivo para Garnelo es obvio. "Hay gente que no cree en la sanidad pública", zanja.

Cantabria: huelga en hospitales y centros de salud

El gasto sanitario público cada vez más bajo impacta en las listas de espera y la atención primaria

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La situación en Cantabria es algo diferente. El Sindicato Médico de Cantabria termina este viernes su semana consecutiva de huelga, pero esta vez en hospitales y centros de salud. Desde el lunes, el sindicato llama a paros parciales con visos de convertirse el próximo lunes 20 de mayo en una huelga indefinida. Ya en febrero, los sindicatos plantearon una huelga que finalmente fue cancelada como consecuencia de las negociaciones con el Servicio Cántabro de Salud (SCS).

Sin embargo, y como reacción a los "incumplimientos" por parte de la administración, los trabajadores decidieron organizarse. Tras las protestas en los hospitales y centros de salud cántabros, la semana de huelga se cierra con un segundo acuerdo, que no deja a todos satisfechos. CCOO y UGT han desconvocado la huelga tras llegar a un consenso con la Consejería de Sanidad a través de la mesa sectorial. El pacto consolidado por los sindicatos mayoritarios afecta, tal y como han anunciado, a "unos nueve mil trabajadores" que verán "mejoradas sus condiciones laborales".

La celebración de CCOO y UGT no es en absoluto compartida por el Sindicato Médico, que mantiene firme la convocatoria del lunes. "No sólo no vamos perdiendo fuerza sino que cada día vamos a más, con nuevos compañeros que se suman y con todos nosotros deseando que llegue el lunes para hacer una demostración del trabajo diario que realizamos, de la importancia del mismo y de lo que sucede cuando faltamos", dice el sindicato y reitera: "Queremos un conjunto completo de medidas tanto para hospitales como para atención primaria".

El personal de atención primaria ha dicho basta. Sus trabajadores lo llevan años diciendo. Los mismos años que llevan soportando estoicamente una situación que denuncian insostenible. Ahora se han organizado, independientemente de los sindicatos o con su respaldo, para clamar contra el deterioro que sufre el sistema base de la atención sanitaria. Tres territorios se declaran en huelga en los próximos días: Euskadi, Madrid y la ciudad de Vigo. La misma estela la llevan predicando desde el lunes en Cantabria, aunque en este caso la huelga apela no sólo a la atención primaria sino también a las especialidades.

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