LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Ayala reivindica el "alma obrera" del PSOE mientras Lobato le recuerda que no todos los votos se fueron por la izquierda

3

A tres días de que los militantes socialistas elijan al próximo líder del partido en Madrid, los dos únicos candidatos a la Secretaría General del PSM, Juan Lobato y Javier Ayala, se midieron este miércoles en el único debate previo a las primarias. Durante casi una hora, ambos dirigentes confrontaron proyectos en un debate en ocasiones bronco. Sobre todo, en lo relativo al espacio que debe ocupar la formación política si quiere recuperar el músculo electoral que perdió en la debacle del 4M. El alcalde de Fuenlabrada reivindicó el "alma obrera" del partido, acusando a su rival de querer anclarse en el centro. Lobato quiso dejar claro su compromiso socialista. Eso sí, recordando al otro candidato que no todos los votos que el partido se dejó en la última contienda electoral se fueron por la izquierda. "El PSOE tiene que dirigirse a toda la población", aseveró el también diputado en la Asamblea de Madrid.

El debate se articuló alrededor de tres bloques: situación política, modelo de región y modelo de partido. En el primero de ellos, ambos candidatos reconocieron sin contemplaciones que la formación política en la región se encuentra en una situación delicada. "Estamos mal", comenzó Ayala. Y, una vez aclarado esto, ambos candidatos pasaron a los diagnósticos. "Si Madrid es una región claramente progresista, ¿por qué no existe esa conexión entre la mayoría social de progreso y el partido?", se empezó preguntando Lobato. Y, de ahí, trató de ofrecer respuestas a esta pregunta. En primer lugar, el parlamentario lo achacó a la "falta de capacidad" de la formación a la hora de adaptarse a los rápidos cambios y a la situación política de la región. Un problema al que, bajo su punto de vista, se suma la mala comunicación: "No hemos sido capaces de tener un proyecto sólido de izquierdas y de comunicarlo con referentes claros".

Para el alcalde de Fuenlabrada, sin embargo, el problema estuvo en la estrategia seguida a la hora de enfrentarse a los comicios. "Hemos tenido un candidato que no estaba cómodo", se arrancó Ayala. El aspirante a secretario general, además, afeó el intervencionismo de Moncloa en la cita con las urnas: "No me gusta que la lista, de la que tú formabas parte como número cuatro –en referencia a Lobato–, se haya impuesto en un despacho". Pero en lo que más insistió fue en el error de los "bandazos" durante la campaña. Desde su punto de vista, no se puede acudir a una cita con las urnas cambiando constantemente los mensajes. "Unas veces mirábamos al electorado de centro y otras veces al de izquierdas", resumió el regidor, quién insistió una y otra vez en que la situación del partido es "muy mala" y pidió dejar de lanzar "cantos de sirena".

De hecho, el posicionamiento ideológico de los proyectos ocupó buena parte del debate. Fue algo en lo que incidió con ahínco Ayala a la hora de confrontar con su rival. "El socialismo siempre ha tenido dos almas. El alma obrera y el alma de los notables. Yo me identifico con el alma obrera. Tú sabrás con cuál te identificas...", aseveró el alcalde de Fuenlabrada, quien dejó claro que el discurso no hay que dirigirlo hacia los PAUS –en referencia a los nuevos barrios que se levantan en las ciudades– sino hacia Vallecas o Villaverde. En este punto, Lobato trató de contratacar. Lo hizo enseñando a cámara su carnet del PSOE. "Mi ideología es esta", quiso dejar claro el diputado madrileño, quien se definió como "izquierda valiente" en varias ocasiones a lo largo del debate.

Lobato gana con el 60% de los apoyos las primarias del PSOE de Madrid

Ver más

Eso sí, el parlamentario quiso dejar claro que el socialista es un partido "de mayorías" que, claramente, "tiene que dirigirse a toda la población". Lo hizo justo después de que Ayala defendiese que hay colectivos que han votado a Más Madrid ante la ausencia de un mensaje "claramente de izquierdas" por parte de su formación. "Más Madrid ha subido cuatro escaños, pero el PSOE ha perdido trece", respondió Lobato. "Tenemos vocación de llegar a ese centro, pero hay que hacerlo desde la izquierda", replicó el alcalde de Fuenlabrada, quien volvió a insistir en que no se puede recuperar al electorado que se ha ido hacia la formación liderada por Mónica García si se lanzan discursos unos días al centro y otros a la izquierda del espectro político.

Otro de los momentos de confrontación se produjo con la vista puesta a las elecciones de 2023. "Yo no voy a ser candidato. ¿Tú vas a querer serlo?", preguntó Ayala a su rival, al tiempo que anunció que apoyaría "la candidatura de una mujer", defendió acabar con los hiperliderazgos en el partido y apostó por un modelo de bicefalía –un líder del partido diferente al candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid–. Lobato, sin embargo, dejó en el aire la cuestión. Eso sí, el considerado como candidato oficialista, que ha planteado que cada dos meses haya reuniones sectoriales abiertas a militantes y ciudadanos con la participación de altos cargos del partido, señaló que el modelo bicéfalo "no ha funcionado". 

Una cosa pareció quedar clara en el debate. O, al menos, eso es lo que trasladaron ambos candidatos. Que de las primarias no saldrá un partido fracturado por la mitad. Ayala ofreció a su rival integrarle en la Ejecutivo como su vicesecretario general si se impone en las votaciones. Lobato, sin embargo, lo ha rechazado porque cree en las "listas cremallera" y no quiere "ocupar el puesto de una mujer". Eso sí, también anunció su intención de contar con el otro candidato en algún puesto importante si es él quien se impone en las votaciones: "Yo también te ofrezco a participar en la Ejecutiva".

A tres días de que los militantes socialistas elijan al próximo líder del partido en Madrid, los dos únicos candidatos a la Secretaría General del PSM, Juan Lobato y Javier Ayala, se midieron este miércoles en el único debate previo a las primarias. Durante casi una hora, ambos dirigentes confrontaron proyectos en un debate en ocasiones bronco. Sobre todo, en lo relativo al espacio que debe ocupar la formación política si quiere recuperar el músculo electoral que perdió en la debacle del 4M. El alcalde de Fuenlabrada reivindicó el "alma obrera" del partido, acusando a su rival de querer anclarse en el centro. Lobato quiso dejar claro su compromiso socialista. Eso sí, recordando al otro candidato que no todos los votos que el partido se dejó en la última contienda electoral se fueron por la izquierda. "El PSOE tiene que dirigirse a toda la población", aseveró el también diputado en la Asamblea de Madrid.

>