"Yo por Beltrán ma-to". Eso decía el whatsapp que Isabel Díaz Ayuso envió el 3 de octubre de 2014 al entonces gerente del PP madrileño, Beltrán Gutiérrez, hoy uno de los ocho imputados en Púnica que están ya más cerca del banquillo por la caja B. La víspera de aquel día, la alcaldesa Ana Botella le había destituido como asesor municipal al trascender que un juez le estaba investigando por destinar a gastos privados 58.000 euros con lo que se bautizó como las tarjetas black de Caja Madrid. Finalmente condenado por ese caso, la conexión de Beltrán Gutiérrez con los pagos opacos de actos políticos de Esperanza Aguirre a partir del tamayazo se conocía desde 2010.
Pero cuatro años más tarde de que saliera a la luz la relación de Beltrán con la trama Gürtel a través de Fundescam, fundación utilizada por el PP madrileño para camuflar facturas electorales, Ayuso le seguía considerando una figura admirable. Tanto que en aquella serie de mensajes fechados aquel 3 de octubre, la actual presidenta del Ejecutivo madrileño y diputada autonómica desde 2011 bajo el mando de Aguirre arrancó ofreciéndole esto: decir algo sobre él en un programa de televisión en el que iba a participar. Gutiérrez no quiso. El hombre que tras su cese como asesor municipal siguió manejando las cuentas regionales del PP por decisión de Aguirre le respondió: "Isa, te lo agradezco mucho pero prefiero no decir nada". Esos mensajes, como otros de un larguísimo historial, fueron extraídos por la Guardia Civil del teléfono de Beltrán Gutiérrez y constan en el sumario de Púnica en documentos a los que ahora ha tenido acceso infoLibre.
Fue a partir de la negativa del gerente a que Ayuso hablara sobre él cuando esta le expresó su fervor con una frase casi idéntica a la patentada por la televisiva Belén Esteban: "Por mi hija ma-to". Aquel whatsapp de "yo por Beltrán ma-to" salió a la una y diez de la tarde del móvil de la entonces diputada autonómica y responsable de redes sociales del PP madrileño. Tres días más tarde, la figura política del PP que podría acabar siendo la rival de Alberto Núñez Feijóo, insistió en su apoyo al gerente: "Mucho ánimo estos días! Te queremos, jefe!!!".
Este lunes, infoLibre informó a los portavoces de Díaz Ayuso de la existencia del whatsapp a Beltrán Gutiérrez que encabeza este texto. No hubo comentarios.
García Castellón desecha ahora los indicios que señalan a Aguirre y la salva del banquillo por la 'caja B'
Las referencias a Isabel Díaz Ayuso han desaparecido del auto por el que el juez Manuel García Castellón procesa solo a ocho de los que llegaron a ser más de 80 investigados en la pieza sobre la caja B del PP madrileño. En ningún momento imputada, el informe del fiscal anticorrupción Manuel Cabaleiro la mencionaba cinco veces. En todas ellas, por su relación profesional con el conseguidor de la trama y estratega de cómo mejorar la imagen de dirigentes del PP en internet, Alejandro de Pedro. Aquel nexo profesional se dio cuando la actual presidenta trabajaba en el ámbito de la comunicación del PP madrileño y del manejo de sus redes sociales. El citado informe de Cabaleiro lleva el sello de Anticorrupción. Pero no cuenta con la firma de las dos fiscales que desde el inicio investigaron el caso Púnica. Sus razonamientos y conclusiones constituyen el armazón del auto por el que el juez García Castellón exonera a Esperanza Aguirre.
Aguirre, sostiene el juez, "no tenía conocimiento" de que Fundescam pagaba actos del partido. El magistrado considera en cambio que sí lo sabían tres de sus colaboradores más cercanos: su directora de comunicación, Isabel Gallego; el exsecretario general del PP madrileño y mano derecha de la lideresa, Francisco Granados; y el propio Beltrán Gutiérrez. En apoyo de su tesis, García Castellón toma como "indicio sólido" de la ignorancia de Aguirre una conversación telefónica que ella misma mantuvo con su sucesor, Ignacio González, el 8 de marzo de 2017. Es decir, mes y medio antes de que González fuese detenido y cuando ya estaba siendo objeto de una investigación oficialmente secreta.
En aquella llamada, Aguirre le dice a su antiguo delfín lo que sigue: “Que nos hayamos saltado el límite de dinero electoral para la campaña, pues puede, pero desde luego Fundescam no ha pagado”. En mayo de 2009, el diario Público ya había reproducido documentos demostrativos de los pagos efectuados a la trama Gürtel por Fundescam. Aguirre, que en 2009 ya presidía aquella fundación, financiada con fondos públicos, nunca se dio por aludida.
"Yo por Beltrán ma-to". Eso decía el whatsapp que Isabel Díaz Ayuso envió el 3 de octubre de 2014 al entonces gerente del PP madrileño, Beltrán Gutiérrez, hoy uno de los ocho imputados en Púnica que están ya más cerca del banquillo por la caja B. La víspera de aquel día, la alcaldesa Ana Botella le había destituido como asesor municipal al trascender que un juez le estaba investigando por destinar a gastos privados 58.000 euros con lo que se bautizó como las tarjetas black de Caja Madrid. Finalmente condenado por ese caso, la conexión de Beltrán Gutiérrez con los pagos opacos de actos políticos de Esperanza Aguirre a partir del tamayazo se conocía desde 2010.