Aznar despliega un arsenal de 'fake news' en la comisión que investiga la financiación del PP

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El expresidente del Gobierno José María Aznar volvió a pisar este martes el Congreso de los Diputados tras 14 años alejado de la Moncloa para comparecer en la comisión parlamentaria que investiga la presunta financiación ilegal del Partido Popular. El ex jefe del Ejecutivo llegó sonriente a la sala Cánovas. Y lo hizo escoltado por la actual plana mayor de su partido. A un lado, el presidente del PP, Pablo Casado. Al otro, la portavoz parlamentaria y el secretario general del partido, Dolors Monserrat y Teodoro García Egea, respectivamente. Flanqueándole en todo momento, el núcleo duro del PP acompañó a Aznar hasta su asiento, le agasajó con diferentes muestras de cariño y, finalmente, terminó abandonando la sala antes de que diera comienzo la sesión.

La comparecencia del que fuera líder del Partido Popular entre 1990 y 2004 duró cuatro horas y media y estuvo trufada de duros encontronazos. Durante la comisión, Aznar se enzarzó con el socialista Rafael Simancas, al que le deseó que “supere sus disgustos y frustraciones”, y con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, al que calificó de ser el “representante de un partido golpista” y le reprochó su “histrionismo” y su estilo “tabernario”. También mantuvo abierto un duro enfrentamiento con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, al que acusó de ser “un peligro para las libertades y la democracia en España” y de intentar “volar la transición democrática”. “Me lo he pasado muy bien, tengo ganas hasta de volver y todo”, soltó el expresidente del Gobierno a su salida de la comisión parlamentaria.

Dejando de lado los momentos más broncos, ofreció algunas respuestas llamativas: afirmó rotundamente que en la formación conservadora no existía una contabilidad paralela y negó en varias ocasiones conocer o haber contratado con el considerado cabecilla de la Gürtel, Francisco Correa. Además, también llegó a afirmar que no se habían mandado soldados españoles a la guerra de Irak y acusó a Unidos Podemos de haberse financiado con dinero procedente de Irán y Venezuela. infoLibre repasa y analiza cada una de las polémicas afirmaciones de José María Aznar.

“No existe ninguna caja B”

Cuando se le preguntó por lo que el extesorero de la formación conservadora Luis Bárcenas calificó en sede judicial como “contabilidad extracontable”, Aznar respondió lo siguiente a preguntas del socialista Simancas: “Sobre la supuesta caja B del PP, mientras usted no demuestre su existencia, y no está demostrada su existencia, yo digo que no existe, lo afirmo”. Tras esta primera afirmación, el exlíder conservador señaló que “no existe ninguna organización del Partido Popular dedicada a cometer actos delictivos”. “Otra cosa distinta es que puede haber personas que hayan hecho actos que se hayan situado fuera de la ley o no hayan sido respetuosos con la legalidad”, sentenció.

Pero lo cierto es que la sentencia sobre la Época I de la trama Gürtel, conocida el pasado mes de mayo, sí que acredita la existencia de esta contabilidad paralela. “Otras cantidades sirvieron para directamente pagar gastos electorales o similares del Partido Popular, o fueron a parar como donaciones finalistas a la llamada “Caja B” del partido, consistente en una estructura financiera y contable paralela a la oficial, existente al menos desde el año 1989, cuyas partidas se anotaban informalmente, en ocasiones en simples hojas manuscritas como las correspondientes al acusado Bárcenas, en las que se hacían constar ingresos y gastos del partido o en otros casos cantidades entregadas a personas miembros relevantes del partido”, se recogía en la página 156 de la resolución de la Audiencia Nacional.

“Dos circunstancias que existen en dos municipios”

A lo largo de su intervención, el expresidente del PP se dedicó a restar importancia una y otra vez a la sentencia Gürtel. Y lo hizo con la misma estrategia que utilizó la formación conservadora el día que la Audiencia Nacional hizo público su veredicto. “Esa sentencia de lo que habla es de una financiación supuesta del Partido Popular en dos municipios de Madrid [Pozuelo y Majadahonda] y por un importe aproximadamente de 200.000  euros”, señaló Aznar, que insistió en este mismo aspecto en varias ocasiones a lo largo de las cuatro horas y media de comparecencia: “Dos circunstancias que existen en dos municipios”.

Pero lo cierto es que la sentencia iba mucho más allá. La resolución judicial certificaba que el propio partido y la trama corrupta crearon un “auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional” y describía toda una caja B que se nutría de donaciones hechas “por algunos empresarios” no de “modo altruista” sino “para pagar favores”, es decir, como “contrapartida por adjudicaciones irregulares de contratos”.

“Ni conocía ni contraté al señor Correa”

Aznar también se desentendió cuando se le preguntó por la relación que mantenía durante su época al frente del Partido Popular con el cabecilla de la trama corrupta. “Mire usted, señoría, yo ni conocía ni contraté al señor Correa”, respondió a Simancas. Horas después, se pronunció en la misma línea cuando el tema lo puso sobre la mesa el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que le recordó por segunda vez al expresidente del Gobierno que tenía “la obligación de no mentir”. “Tiene usted la responsabilidad de respetar la verdad y si le digo que yo no conocía ni tenía relación con el señor Correa, es que no conocía ni tenía relación con el señor Correa”, sentenció Aznar ante la insistencia del dirigente de la formación morada.

El cabecilla de la Gürtel, que en más de una ocasión llegó a afirmar que se pasaba más tiempo en Génova que en su propio despacho, organizó durante años la mayoría de los actos electorales del Partido Popular nacional durante la época en que Aznar fue su presidente. Tampoco debe pasar desapercibido, y así se lo recordaron varios diputados a Aznar, que Correa fue invitado y testigo en la boda de su hija con el ex eurodiputado conservador Alejandro Agag. De hecho, tal y como desveló el diario El País en 2013, parte de los gastos del enlace –32.452 euros– fueron pagados por la trama Gürtel. Como pudo, el expresidente fue esquivando las preguntas tirando a veces de ironía. Y señaló que él no es quien se casó por lo que poco podía decir de los invitados. En realidad, muchos de esos asistentes estaban ahí por su relación con ellos.

“No, España no mandó soldados a la guerra de Irak”

Pero la comparecencia del exlíder conservador en la comisión parlamentaria no solo giró en torno a la presunta financiación ilegal del PP. Durante las cuatro horas y media de sesión también se habló largo y tendido sobre otra cuestión clave durante el mandato del expresidente del Gobierno: la participación de España en la guerra de Irak (2003-2011). “No se tiraron bombas por parte de España, porque España no participó. No, España no mandó soldados a la guerra de Irak”, respondió Aznar a Simancas. Pero el tema no se cerró ahí. Durante el turno de preguntas del diputado de ERC Gabriel Rufián, el ex jefe del Ejecutivo español insistió de nuevo: “Dígame, por favor, si lo sabe –si lo sabe o si es capaz– cuántos soldados españoles participaron en esa intervención. Dígame cuántos, dígame cuántos”. “2.600, tres unidades”, respondió Rufián.

Si bien es cierto que España no lanzó bomba alguna en la contienda, la participación del país en el conflicto es clara y el peso del expresidente en su misma articulación quedó constatado en la polémica cumbre de las Azores. El 16 de marzo del 2003 se celebró en las islas portuguesas una reunión entre los líderes de EEUU, Reino Unido y España –George W. Bush, Tony Blair y José María Aznar, respectivamente– en la que se adoptó la decisión de dar un ultimátum de 24 horas al entonces presidente iraquí, Saddam Hussein, para su desarme. De no cumplirlo, la guerra sería inminente. El 20 de marzo se inició la invasión de Irak por parte de una coalición internacional que no contó con el respaldo explícito de la ONU, bajo el pretexto de unas armas de destrucción masiva cuya existencia nunca fue demostrada.

En junio de 2003, el Gobierno de España autorizó el envío de los primeros 1.300 soldados al país para tareas de seguridad en una zona "relativamente segura". El balance un año después, cuando el presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero ordenó la retirada de las tropas, apuntaba a cerca de 2.600 soldados enviados al país. Durante el despliegue en el país árabe fallecieron 11 militares españoles.

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“Ustedes han recibido financiación” de Venezuela e Irán

Durante el turno de preguntas del líder de Podemos, el expresidente del PP no pudo resistirse y sacó a relucir Venezuela, Irán y la posibilidad de que Iglesias hubiese cobrado 270.000 dólares de un paraíso fiscal. “Todo el mundo conoce que ustedes han recibido financiación de democracias tan relevantes como la de Maduro o la del régimen de los ayatolás de Irán, y se sabe también de algunas personas que han recibido financiación especial”, aseveró el expresidente del Gobierno. Una acusación que repitió, entre aplausos de los miembros del PP presentes en la comisión, al finalizar el turno de preguntas de Iglesias: “Ustedes han recibido millones del Gobierno de Irán y usted ha recibido millones del Gobierno de Venezuela”.

No es un secreto que algunos de los fundadores de Podemos trabajaron asesorando al Gobierno de Venezuela y cobraron por esos trabajos. Sin embargo, lo hicieron antes de que se crease el partido morado. Además, en los últimos años, los tribunales han archivado más de media docena de denuncias o querellas en las que se acusaba a Podemos de haberse financiado ilegalmente con fondos de Venezuela o Irán. Acciones legales que tuvieron su origen en el pseudosindicato Manos Limpias y en diferentes organizaciones de la ultraderecha española.

El expresidente del Gobierno José María Aznar volvió a pisar este martes el Congreso de los Diputados tras 14 años alejado de la Moncloa para comparecer en la comisión parlamentaria que investiga la presunta financiación ilegal del Partido Popular. El ex jefe del Ejecutivo llegó sonriente a la sala Cánovas. Y lo hizo escoltado por la actual plana mayor de su partido. A un lado, el presidente del PP, Pablo Casado. Al otro, la portavoz parlamentaria y el secretario general del partido, Dolors Monserrat y Teodoro García Egea, respectivamente. Flanqueándole en todo momento, el núcleo duro del PP acompañó a Aznar hasta su asiento, le agasajó con diferentes muestras de cariño y, finalmente, terminó abandonando la sala antes de que diera comienzo la sesión.

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