El exdirector financiero de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj aseguró el jueves ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que la tarjeta B que tuvo en Bankia con Rodrigo Rato al frente de la entidad se la dio el presidente y que, por ello, no dudó de la legalidad. "Entiendo que si me la da él, es un tema legal".
En la declaración, Barcoj se descarga de cualquier responsabilidad en la autorización y concesión de estas tarjetas, así como de los límites de gasto, que en todo momento adjudica a los presidentes tanto de Caja Madrid, Miguel Blesa, como de Bankia, Rodrigo Rato.
Sobre este último, explica que retomó la concesión de las tarjetas que se habían extinguido a finales de 2011, con la disolución de Caja Madrid en Bankia. En febrero de 2012, él recibe de Rato una nueva aunque asegura que el hecho le extrañó porque se acababa de aprobar un real decreto que limitaba las retribuciones de los altos cargos de las cajas.
"A mí me la da el presidente y entiendo que si me la da el presidente es un tema legal. Entiendo que tiene las autorizaciones pertinentes", añade el exdirectivo. Sin embargo, el pasado mes de junio, el director de recursos humanos le comunica que no aparece la autorización, una llamada telefónica que le sorprende visitando los yacimientos de Atapuerca (Burgos) en familia.
Barcoj resumió así aquella conversación: "¿Qué me estás diciendo? ¿Que esto era alegal? Si no hay autorización, si en el marasmo de la creación de Bankia al presidente se le ha pasado pedir autorización, no hay más que discutir, dime cuánto es el importe de la tarjeta y lo abono". "Bankia me dice que no han encontrado aprobación de esa tarjeta y si ellos creen que hay que devolver el dinero, no hay opción", añade.
Banco de España
En Caja Madrid, Sánchez Barcoj explicó que esa autorización para las tarjetas era de 1994, un dato que dice conocer por la auditoría realizada en la investigación. En esta entidad, era la presidencia de Blesa la que autorizaba las tarjetas y su límite de gasto y su departamento se limitaba a ejecutar las órdenes, según sus palabras.
En otro momento de la declaración, Sánchez Barcoj destacó que el Banco de España tenía inspectores permanentemente en Caja Madrid y que podían haber tenido acceso a toda la información si hubiesen querido, pero que él desconoce qué llegaron a saber.
"Podían conocerlo si hubiesen accedido, sin problema", afirmó ante el juez, para añadir: "Tenían terminales para acceder on line a cualquier operación de cualquier tipo que se estuviese efectuando", dijo ante el juez.
Una cuenta para regularizar fraudes
Y sobre la cuenta en la que se cargaban los gastos, Sánchez Barcoj defendió en el juzgado que no era "ni mucho menos una cuenta oculta", sino "una cuenta de gastos" que se podía consultar. También aseguró que la cuenta se denominaba "Regularización por fraudes, negligencias y deficiencias de los sistemas" y que con esta referencia hubiera sido revisada "obligatoriamente" por cualquier inspector.
Sánchez Barcoj también subrayó en su declaración que no declaró nunca al fisco el uso de la tarjeta porque nadie se lo indicó y porque se le comunicó que era un dinero "neto" dentro de sus complementos retributivos. "Yo declaraba las cantidades que nos comunicaban que teníamos que declarar", afirmó, cantidades entre las que no estaba el gasto de esta tarjeta.
El exdirector financiero de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj aseguró el jueves ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que la tarjeta B que tuvo en Bankia con Rodrigo Rato al frente de la entidad se la dio el presidente y que, por ello, no dudó de la legalidad. "Entiendo que si me la da él, es un tema legal".