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Becas de comedor sólo para (muy) pobres

La de la infancia es una de las caras más dramáticas e invisibles de la crisis. Afectados por la situación de desempleo o trabajo precario de sus progenitores, los desahucios y los recortes en prestaciones sociales, los niños viven unas circunstancias particulares de vulnerabilidad social. ONG, asociaciones de padres y trabajadores de los servicios sociales ya han dado la voz de alarma. Entre sus constataciones destaca una: hay niños que "pasan hambre" en España. Ante este panorama, las becas de comedor escolar son un derecho que garantiza a las familias más humildes al menos una comida saludable al día para sus hijos.

Sin embargo, la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA), el Observatori DESC u ONG como Plataforma Rural o VSF denuncian que estas ayudas se han recortado entre un 30 y un 50% en los últimos años y que, en ocasiones, los “restrictivos” requisitos socioeconómicos para acceder a ellas dejan fuera a muchas familias que las necesitan.

De hecho, si se observan las órdenes que las diferentes autonomías han ido publicando en las últimas semanas con los requisitos para tener una ayuda en el curso 2013-2014 –no todas lo han hecho ya– se puede constatar cómo en varias la renta máxima para acceder al 100% de la subvención o a las ayudas más cuantiosas está por debajo del valor del umbral de pobreza calculado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que es, por ejemplo, de 15.445 euros de ingresos totales por año para familias con dos adultos y dos menores. Con los datos publicados hasta la fecha este es el caso de Cantabria, Aragón, Castilla y León, Murcia, Madrid o Extremadura.

En algunos casos, como en Castilla y León, Cantabria o Aragón la situación se agrava cuantos más miembros hay en la familia pues las ayudas no son progresivas y los umbrales de renta máximos con los que se puede acceder a las becas se calculan teniendo en cuenta los ingresos por unidad familiar sin remarcar el número de personas que la integran.

Esta es una de las circunstancias que más ha indignado a la Federación de asociaciones de padres de alumnos de Aragón (Fapar) y al Colegio de Trabajadores Sociales de esta comunidad que han presentado un recurso contra la orden para el próximo curso por considerarla “restrictiva, excluyente e ilegal”. La orden fija como requisito indispensable que los ingresos de toda la familia no superen el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), que en 2013 es de 6.390,13 euros anuales. Hasta el año pasado, los ingresos máximos para obtener una beca de comedor en esta comunidad eran el resultado de multiplicar el IPREM por el número de miembros de la familia, por lo que el recorte es considerable.

Según la resolución provisional de solicitudes concedidas, el Gobierno de Aragón concederá el próximo curso casi un 30% menos de becas de comedor que el año anterior. Serán alrededor de 7.300 frente a las 10.200 del año anterior. No obstante, hay 3.003 expedientes que cumplen el requisito de renta y podrían ser beneficiarios en las próximas semanas si entregan toda la documentación, informa Europa Press. Fuentes de la consejería argumentan que la modificación en los criterios de acceso se ha hecho teniendo en cuenta la situación económica actual y remarcan que el objetivo es “atender a quien más lo necesita”. “Por eso se han establecido criterios más restrictivos”, señalan. 

No opinan lo mismo desde Fapar, donde denuncian que muchas familias se quedarán sin la ayuda a pesar de necesitarla. Su secretaria técnica, Nieves Burón, cree que esta medida “atenta contra los derechos de la infancia” y llama a la responsable de Educación del Ejecutivo aragonés, Dolores Serrat, a “no mirar hacia otro lado”. “Cuando la Administración no está al servicio de los ciudadanos incurre en dejación de responsabilidades”, sentencia. El Gobierno de Aragón, a priori, también recortará el presupuesto destinado a estas ayudas. Prevé destinar a esta partida cuatro millones en el curso 2013-2014 frente a los seis (tres millones presupuestados en un principio más ampliación de otros tres en febrero de este año) del curso 2012-2013.

Comedor y transporte escolar

En el próximo año también habrá modificaciones en el acceso a las becas de comedor en Galicia, donde se dejará de vincular la condición de usuario de transporte escolar con la subvención total y se pasará a un sistema de umbrales de renta similar al de otras comunidades. Helena Gómez, presidenta de la Federación Provincial de Anpas de A Coruña, cree que esta medida tendrá en Galicia unas consecuencias “graves” debido a la dispersión geográfica de esta comunidad y a que son muchos los alumnos que tiene que desplazarse para ir a su centro educativo. “El objetivo es acabar con el medio rural”, lamenta Gómez. En la Consellería de Educación de la Xunta insisten en que el objetivo es garantizar la subvención total paras las rentas más bajas. Y aseguran que según sus previsiones el 56,74% de los usuarios del comedor escolar serán beneficiarios de la gratuidad total, el 10,87% abonará 1 euro al día, el 8,41% abonará 2,50 euros al día y el 23,99% abonará 4,50 euros al día.

En el resto de las comunidades en las que se han publicado los requisitos para acceder a estas ayudas en el curso que viene las condiciones no se endurecen y sólo se relajan en el caso de Madrid. En esta comunidad se ha aumentado de 2.450 a 3.500 euros la renta per cápita familiar máxima anual para acceder a una reducción de 1,47 euros diarios en el menú. En Madrid, que un alumno utilice el servicio de comedor le costará a su familia el curso que viene 4,87 euros diarios, 7 céntimos más que en el que acaba de finalizar. En esta comunidad sólo están exentos del 100% del pago del servicio los alumnos que están en situación de acogimiento residencial o cuya guardia o tutela se ejecuta por parte del Instituto Madrileño de la Familia y el Menor.

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Renta de 2011

Otro de los aspectos que preocupan a los trabajadores sociales y las asociaciones de padres es el hecho de que en varias comunidades –Madrid, Aragón o Murcia– para el cálculo de la renta anual disponible de la unidad familiar se toma en cuenta la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de 2011. Desde CEAPA denuncian que este desfase de tres años entre la comprobación de la situación económica y la recepción de la ayuda contribuye a dejar sin la beca a las familias que han visto empeorar su situación en ese espacio de tiempo. E incluso se puede dar la circunstancia que familias que han experimentado una mejora en sus condiciones económicas sí la reciban.

Ana Lima, presidenta del Consejo General del Trabajo Social, alerta de la gravedad de estos recortes e incluso del mantenimiento de los umbrales de renta cuando, cada año, hay más familias afectadas por el desempleo. “Dificultar el acceso a las ayudas es llevar a la gente a la exclusión”, sentencia. Y deja un pensamiento para la reflexión: “Cambiar becas por comedores sociales es preocupante. Los comedores estigmatizan a las personas, les hacen perder su dignidad. No olvidemos que, además, aquí hablamos de menores”.

La de la infancia es una de las caras más dramáticas e invisibles de la crisis. Afectados por la situación de desempleo o trabajo precario de sus progenitores, los desahucios y los recortes en prestaciones sociales, los niños viven unas circunstancias particulares de vulnerabilidad social. ONG, asociaciones de padres y trabajadores de los servicios sociales ya han dado la voz de alarma. Entre sus constataciones destaca una: hay niños que "pasan hambre" en España. Ante este panorama, las becas de comedor escolar son un derecho que garantiza a las familias más humildes al menos una comida saludable al día para sus hijos.

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