La pregunta de a quién ha vendido Miguel Arias Cañete sus acciones en Petrologis Canarias y Petrolífera Dúcar, las compañías familiares que presidió hasta diciembre de 2011 y que permanecieron al menos hasta el otoño de 2013 controladas por una “empresa pantalla” holandesa, continúa sin respuesta. El exministro, a cuyos portavoces en el PP lanzó infoLibre este jueves la pregunta de quiénes han adquirido los 23.585 títulos que tenía en Petrologis Canarias SL y los 85.349 que poseía en Petrolífera Dúcar SL, no accedió a desvelar ese dato.
Ayer jueves, los grupos del Europarlamento decidieron posponer el dictamen sobre su aptitud como comisario de Energía y Acción Climática en espera de que la comisión de Asuntos Jurídicos se pronuncie sobre los nuevos datos de su declaración de intereses.
Qué pasará cuando, previsiblemente el lunes, la comisión aborde el asunto es todavía una incógnita aunque caben dos opciones: que su evaluación termine sometida a votación nominal en sesión conjunta de las dos comisiones que deben informar su designación, la de Industria y la de Medio Ambiente y que el trámite le sea favorable; o que la izquierda presione para que se someta a un segundo examen. A día de hoy lo único indiscutible es que el futuro de Cañete continúa siendo incierto.
En esa segunda declaración de intereses cuyo contenido estudiará la Comisión de Asuntos Jurídicos y que corregía o, según el PP, “actualizaba” el contenido de la original presentada en junio, Cañete hace constar lo que cobraba del PP -entre 1.001 y 5.000 euros mensuales- en lo que él mismo definió este miércoles no como sueldo o sobresueldo sino como "gastos de representación" declarados al fisco.
La nueva declaración refleja también la venta del 2,5% que poseía respectivamente en Petrologis y Petrolífera Dúcar. Cañete hizo constar, por voluntad propia, una “información adicional” en la que explica que ambas compañías “se dedican al almacenamiento de combustible propiedad de terceros en las instalaciones portuarias de Ceuta y Las Palmas de Gran Canaria”. No aportó en cambio ninguna pista siquiera sobre a quiénes ha vendido sus participaciones.
infoLibre preguntó a portavoces autorizados del PP a quién ha traspasado el exministro sus participaciones en Petrologis y Petrolífera Dúcar. Pero Cañete, quien en su comparecencia del miércoles ante las comisiones de Industria y Medio Ambiente prometió publicitar incluso con quién se reúne como eurocomisario, no planea dar explicaciones.
Al tratarse de dos sociedades limitadas, quienes ya poseen participaciones en ellas tienen derecho de compra preferente si un accionista sale de la compañía. El entorno de Cañete no ha confirmado si los títulos han ido a manos de su cuñado Miguel Domecq Solís, jefe del grupo empresarial, segundo gran protagonista en el interrogatorio parlamentario del miércoles a Cañete y presidente de ambas mercantiles desde 2012. O si han ido a cualquier otro miembro de la familia que ya participase en esas empresas. O a Havorad BV, la compañía holandesa que, según sus cuentas de 2013 depositadas en Amsterdam, figura como accionista de control de Petrologis y Dúcar.
En el examen del miércoles, socialdemócratas, eurodiputados de la Izquierda Unitaria (grupo que engloba a IU y Podemos) y de Los Verdes (con el soporte de la española Equo) cercaron a Cañete por el “conflicto de intereses” que su vínculo con las petroleras familiares. Pero nadie inquirió por el destino de las acciones de Petrologis y Petrolífera Dúcar.
Cañete remarcó que ni él ni su esposa ni su hijo tienen ya participaciones. Y negó tajante que en algún momento haya realizado operaciones vinculadas a paraísos fiscales.
Una de las filiales de Havorad BV, la panameña Angelmo International Corp, mantuvo entre 1997 y 2000 una sucursal en España. Durante ese periodo, la mayor parte del cual ocupó un escaño en el Parlamento Europeo, Miguel Arias administró la sucursal española de Angelmo a través de Arias y Domecq SL y de manera conjunta con su cuñado Miguel Domecq.
En 2000, la compañía panameña se disolvió, trasladó su domicilio social a España y quedó rebautizada como Angelmo Development SL, propiedad de Havorad BV al 99%, según las cuentas de 2013 presentadas por la compañía holandesa.
Son los pleitos que la Angelmo española mantiene con Hacienda, que en la última década le cuyas reclamaciones tributarias a esa compañía suman un millón de euros en la última década, los que han destapado en distintas sentencias el hilo societario que, pasando por Holanda y Panamá, conducía al paraíso fiscal de las Antillas Holandesas y a Costa Rica.
Havorad BV, que participa en otra decena de mercantiles españolas del grupo familiar y controla un tercio de Cepsa Panamá a través de la empresa local Pacific Petroleum Services SA, tuvo como accionista único al menos hasta el 22 de diciembre de 2003 a una compañía radicada en el paraíso fiscal de las Antillas Holandesas, Gold Lion Corporation NV.
A su vez , Gold Lion era 100% propiedad de la costarricense Corporación Bilares SA. La holandesa Havorad cesó como consejero de Petrolífera Dúcar y Petrologis Canarias en octubre y noviembre, respectivamente, del año pasado.
Pero Havorad sí ha depositado en Amsterdam el balance de 2013. Aprobadas el pasado 3 de julio, este diario ha tenido ahora acceso a esas cuentas. Su contenido certifica que, a 31 de diciembre de 2013, Havorad BV seguía poseyendo el 48,39% de Petrologis Canarias y el 45,20% de Petrolífera Dúcar.
Las cuentas de Havorad BV de 2012 y 2013 señalan el primero de esos años esto: que “la compañía considera” que Miguel Domecq Solís y sus nietos son los accionistas.
En 2007, el texto especificaba que el 20 de agosto de 2007 se había producido un “traspaso de acciones”. “La compañía –se añade a renglón seguido- considera que los accionistas son Miguel Domecq, su esposa y sus hijos”. El documento no revela quién o quiénes se habían desprendido previamente de acciones en aquel traspaso, formalizado mediante "acta notarial".
Por último, las cuentas de 2013 eliminan la referencia nominal a los propietarios de Havorad BV y la redacción queda como sigue: “Las acciones de la compañía son mayoritariamente propiedad de un individuo español”.
Dominio familiar
Pero la participación de Havorad BV en Petrologis Canarias y Petrolífera Dúcar no es la única que afianza el dominio de la familia de Miguel Arias y su esposa, Micaela Domecq, en ambas mercantiles.
En Petrologis Canarias, y según sus propias cuentas de 2012, Havorad poseía el 48%. Miguel Domecq como persona física, tenía el 11%; y Civisol, empresa en cuya administración participó Arias Cañete en 1999 a través de la sociedad Arias y Domecq SL, tenía asignado el 20%. En resumen, la familia controlaba al cierre de 2012 el 79% de la compañía. Ese porcentaje no incluye el 2,5% que acaba de vender Arias Cañete y que, a tenor de los datos oficiales, debía estar englobado dentro del 21% de títulos que las cuentas señalan como propiedad de “otros” accionistas.
Por lo que respecta a Petrolífera Dúcar, y también sus cuentas de 2012, Havorad ostentaba el 45,2%; Miguel Domecq, el 12,78%; Civisol, el 9,7% y Arias y Domecq SL, el 9,7%. El 26,75% restante correspondía a “otros” accionistas. Y dado que Cañete solo ha declarado participar en Petrologis y Petrolífera Dúcar, su 2,5% debe necesariamente situarse en esa franja. Las cifras anteriores significan que, sin contar el 2,5% del exministro, la familia poseía el 73,25% de Petrolífera Dúcar al cierre de 2012.
¿Intercambio de cromos o brecha definitiva en el pacto?
El malestar que las conexiones de Cañete con el mundo del petróleo han generado en la izquierda parlamentaria pero, también, en parte del grupo Liberal sería suficiente para augurar un varapalo al candidato español de no mediar otros factores. Básicamente, este: que los dos grandes grupos parlamentarios de la Cámara, populares y socialdemócratas, han entablado lo que parece una partida de ajedrez para ganar tiempo y con dos piezas fundamentales sobre el tablero: Arias Cañete, en el campo conservador; y el francés Pierre Moscovici, nominado por Juncker como comisario de Asuntos Económicos, en el socialdemócrata.
Horas después de que los coordinadores de grupo de las comisiones de Industria y Medio Ambiente aplazaran el dictamen sobre Cañete, cuya evaluación se votará nominalmente en sesión conjunta de ambas comisiones una vez se haya pronunciado la Comisión de Asuntos Jurídicos sobre su segunda declaración de intereses, los conservadores devolvían el golpe colocando la designación de Moscovici, aunque anoche no estaba claro si se verá obligado a un segundo examen o solo a responder preguntas escritas.
¿Acabará todo en un mero intercambio de cromos? No está claro, sobre todo porque los socialistas españoles se muestran decididos a oponerse con uñas y dientes a Cañete y todo indica que intentarán convencer a sus correligionarios de otros países para que se sumen a su rechazo.
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Cañete y Moscovici constituyen el paradigma de cómo el Parlamento Europeo ha puesto la carne en el asador para transmitir un mensaje: que sus escaños no son las sillas de una claque dispuesta a aplaudir cualquier nombramiento sin condiciones. Y la visualización de ese esfuerzo ya está arañando los planes trazados por Juncker previo pacto entre conservadores y socialdemócratas.
De hecho, no solo el candidato español y el francés se encuentran hoy en el alambre político: también han tropezado en el examen, informa Europa Press, el conservador británico Jonathan Hill, comisario designado de Servicios Financieros y lobbista acreditado; la liberal checa Vera Jourova, a quien Juncker planea dar la comisaría de Justicia; y el conservador húngaro Tibor Navracsics, a quien el presidente de la Comisión ha encargada la delicada cartera de Educación, Cultura y Ciudadanía pese a sus estrechísimos vínculos con el primer ministro magiar Viktor Orban, muy cuestionado por el escaso respeto a los derechos civiles que exhibe desde el Gobierno.
Es posible que, tras escenificar una especie de haka con pinturas de guerra frente al enemigo, conservadores y socialdemócratas terminen sellando la paz. Pero, como subrayaban este jueves observadores parlamentarios, a medida que se enturbie el proceso más difícil será que los planes originales de Juncker lleguen a término sin cambios. Y esos cambios -perder la cartera o asumir otra distinta a la ofrecida- podrían afectar a alguno o algunos de los comisariables, Cañete entre ellos. La partida de ajedrez acaba de comenzar.
La pregunta de a quién ha vendido Miguel Arias Cañete sus acciones en Petrologis Canarias y Petrolífera Dúcar, las compañías familiares que presidió hasta diciembre de 2011 y que permanecieron al menos hasta el otoño de 2013 controladas por una “empresa pantalla” holandesa, continúa sin respuesta. El exministro, a cuyos portavoces en el PP lanzó infoLibre este jueves la pregunta de quiénes han adquirido los 23.585 títulos que tenía en Petrologis Canarias SL y los 85.349 que poseía en Petrolífera Dúcar SL, no accedió a desvelar ese dato.