El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, pidió este jueves a la Generalitat valenciana que “repiense” la aplicación de la ley de igualdad, en sus palabras “ideología de género”, que en estos momentos se encuentra en fase de tramitación en Les Corts. Para el pupurado, este proyecto “vacía el fundamento antropológico de la familia” y supone el “deterioro de la institución familiar”, lo que ve como causa de “gran parte de los problemas sociales como la delincuencia juvenil, la droga, la prostitución o la violencia contra la mujer”. "Luchar contra la delincuencia juvenil, contra la droga o la violencia, o contra la prostitución de la mujer y favorecer al mismo tiempo el descrédito o el deterioro de la institución familiar, basado en el matrimonio único e indisoluble de un hombre y una mujer" es una "contradicción y una desfiguración de lo verdadero", afirma.
En una carta pastoral bajo el título La gran urgencia: salvar a la familia, Cañizares sostiene que a través de lo que denomina ideología de género se pretende “negar la diferencia biológica entre varón y mujer”, por lo que “cuestiona que los proyectos legislativos que fomentan la ideología de género eviten la discriminación de los colectivos vulnerables a los que se dirigen”.
El cardenal arzobispo considera que "adoctrinar" a los niños en ideología de género es "una maldad" y censura que en algunas autonomías se pretenda imponer "a modo colonizador de las conciencias y aun por la fuerza, mediante una legislación".
"Tenemos que actuar por la dignidad de las personas y contra todo tipo de discriminación, pero negar la diferencia biológica entre varón y mujer no es ir a la solución", señala Cañizares, que pone en duda que los proyectos legislativos que fomentan la ideología de género "eviten la discriminación de los colectivos vulnerables".
El prelado llega a mencionar al papa Francisco para avalar sus tesis, y dice que el un vuelo de regreso de Azerbaiyán a Roma señaló que "adoctrinar a los niños en ideología de género es una maldad". "Hoy a los niños en la escuela se les enseña esto: que el sexo cada uno lo puede elegir. Son las colonizaciones ideológicas, sostenidas también por países muy influyentes. Esto es terrible", asegura Cañizares que dijo el papa.
El portavoz de Compromís en Les Corts, Fran Ferri, mostró la "disconformidad" de su grupo hacia las opiniones vertidas por el arzobispo de Valencia. Acusó a Cañizares de usar "un lenguaje apocalíptico y belicoso totalmente fuera de lugar" con la ley de transexualidad impulsada por el Consell, al utilizar "continuas referencias a colonizaciones, guerras, dictaduras y tiranías".
El Papa rechaza la ideología de género que promulga la "utopía de lo neutro"
A su juicio, con ello, el purpurado "evidencia que no acepta el marco de libertades en que convivimos los valencianos y valencianas". "Este escrito del arzobispo nos parece un arenga enfurecida hacia los católicos valencianos que él mismo sabe que mayoritariamente no piensan como él. En la sociedad valenciana hay un consenso casi unánime en conseguir la igualdad de derechos entre todas las personas, en el marco de una sociedad diversa donde cada uno pueda amar a quien considere oportuno, sin ser considerado ni un peligro ni una amenaza y esto parece que no gusta a algunos", dijo.
Ferri apuntó que el trabajo para conseguir que todo el mundo pueda vivir en libertad "no sólo se puede realizar a través de la labor legislativa, sino también con la pedagogía pública hacia el conjunto de la sociedad". Por este motivo, emplazó a Cañizares a realizar "una reflexión profunda sobre las consecuencias hacia el fomento del odio que pueden tener sus palabras".
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, pidió este jueves a la Generalitat valenciana que “repiense” la aplicación de la ley de igualdad, en sus palabras “ideología de género”, que en estos momentos se encuentra en fase de tramitación en Les Corts. Para el pupurado, este proyecto “vacía el fundamento antropológico de la familia” y supone el “deterioro de la institución familiar”, lo que ve como causa de “gran parte de los problemas sociales como la delincuencia juvenil, la droga, la prostitución o la violencia contra la mujer”. "Luchar contra la delincuencia juvenil, contra la droga o la violencia, o contra la prostitución de la mujer y favorecer al mismo tiempo el descrédito o el deterioro de la institución familiar, basado en el matrimonio único e indisoluble de un hombre y una mujer" es una "contradicción y una desfiguración de lo verdadero", afirma.