El sentido de Estado, la voluntad de no convertir la compleja y arriesgada evacuación de Kabul en materia de disputa entre partidos, ha durado poco. Pese a haberse comprometido a hacerlo, el líder del PP, Pablo Casado, cambió este jueves de opinión y acusó al Gobierno de coalición de haber acometido “tarde y mal” la operación de rescate de españoles desplazados a Afganistán y de sus colaboradores locales, repentinamente amenazados de muerte por el régimen talibán.
“El sentido de Estado no es el silencio”, proclamó Casado durante una visita a la isla canaria de El Hierro en la que se quejó de que el Gobierno no haya agradecido “que el PP esté apoyando una operación de la que se ha enterado por la prensa” y con la que “se permiten hacer oposición a la oposición”.
El líder del PP está particularmente molesto con la decisión del Congreso de rechazar su petición para que el presidente Pedro Sánchez tuviese que comparecer en la Cámara para debatir la situación en Afganistán. Los conservadores aseguran que el rapidísimo derrumbamiento del régimen afgano ante el avance de los talibanes era algo que se sabía que iba a ocurrir desde hace tiempo, pese a haber tomado por sorpresa a todas las potencias occidentales involucradas, incluido Estados Unidos.
“Una operación internacional tiene que pasar por el Congreso”, remarcó Casado, y Sánchez debe comparecer igual que lo han hecho otros líderes internacionales. “Y que no jueguen con las Fuerzas Armadas”, advirtió, “que son de todos, no de ellos. Criticar al Gobierno es criticar al Gobierno, no a las Fuerzas Armadas, que cumplen órdenes, en este caso tardías”.
Para el líder del PP no hay ninguna duda de que se han hecho “las cosas mal”. En su opinión, el reconocimiento mostrado a la acción del Gobierno español por parte de la Comisión y el Consejo Europeo y por el presidente de EEUU no es más que “una foto” a cambio de la cual “prestamos España para que entren todos los afganos y luego veremos cómo salen”, subrayó poniendo en duda que su llegada sea transitoria.
“Por supuesto que la operación se ha hecho sin información, sin transparencia, sin pasar por el Congreso y por supuesto que el Gobierno ha llegado tarde”, destacó visiblemente enfadado. “No como las Fuerzas Armadas, que se han jugado la vida”, precisó.
En su reproche al Gobierno, Casado llegó al punto de echar en cara a la izquierda en general y al PSOE en particular que lamenten la situación en la que quedan los afganos, a merced de los talibanes, cuando hace dos décadas se manifestaban contra la invasión de ese país. “Sería bueno recordar qué dijo la izquierda sobre el despliegue de las tropas en Afganistán; qué decía el PSOE sobre el despliegue de tropas para garantizar la libertad de las afganas y para garantizar que el régimen talibán no volviera. Hay que ser un poco coherentes: si hace 20 años les gustaba mucho el ‘no a la guerra’, ahora que no manden callar a la oposición por decir cuándo hacen las cosas tarde y mal”.
El PP, a través de su portavoz en materia de Justicia, Enrique López, llegó a poner en duda la legalidad de la operación de evacuación. El también consejero de la Comunidad de Madrid sugirió que el rescate de españoles y colaboradores afganos del aeropuerto de Kabul no es de “interés nacional”, la condición que exige la Ley de Defensa Nacional para que el Gobierno pueda organizar la operación sin pedir la autorización previa del Congreso de los Diputados.
Fue la respuesta a López de la ministra de Defensa, Margarita Robles, la que provocó la réplica de Casado. “Quiero manifestar mi absoluto estupor ante las declaraciones del Partido Popular cuestionando la actuación que se está realizando por las Fuerzas Armadas en Afganistán”, señaló Robles a través de un vídeo en el que aseguró haber sentido “vergüenza ajena” tras escuchar al dirigente conservador. El Partido Popular ignora, según ella, que la actuación de los militares españoles se enmarca dentro de la operación Resolute Support de la OTAN, en la que España ha participado durante los últimos años y cuya “única finalidad” es “salvar vidas”. “En vez de estar felicitando a los militares españoles que con riesgo para su vida están sobre el terreno, quieren utilizar políticamente esta actuación muy al margen de lo que piensa y siente la sociedad española, que está plenamente unida a nuestros militares y a todos aquellos que están participando en la operación”, remarcó.
Casado no sólo cambió de tono a la hora de hablar de Afganistán. También lo hizo cuando se refirió a la situación de los 700 menores extranjeros no acompañados que permanecen en Ceuta desde que Marruecos facilitó su paso a través de la frontera el pasado mes de mayo. El líder de la oposición, que hasta ahora había pasado de puntillas sobre este asunto a la vista de que la idea de expulsar a los menores al margen de la ley partió del presidente de Ceuta, Juan Vivas (PP), como ha reconocido él mismo, acusó al Gobierno en su visita a El Hierro a de actuar “incumpliendo convenios y la ley”.
El “buenismo” de Sánchez
La llegada de migrantes a Canarias, aseguró, es culpa de Pedro Sánchez y del “efecto llamada” de su política “buenista” al acoger a los migrantes rescatados por los buques humanitarios Aquarius y Open Arms. Y el Gobierno sigue sin tomar medidas, sin reforzar la vigilancia con medios humanos y materiales, a pesar de que, según él, lo peor está por llegar en los próximos meses como consecuencia de las buenas condiciones meteorológicas entre el continente africano y el archipiélago canario.
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“Hay seis veces más llegadas que en 2020, es una realidad muy preocupante” ante la que hace falta una intervención “urgente” del Estado para mejorar las condiciones de acogida de los migrantes hasta que se realice su repatriación. Y también, añadió vinculando migración a delincuencia, para garantizar “la seguridad ciudadana” y la situación sanitaria, pues algunos migrantes llegan a Canarias “con covid y otras enfermedades”, subrayó.
Canarias, indicó, tiene bajo tutela a unos 2.700 menores migrantes no acompañados, cinco veces más que el año pasado. Según el líder del PP, el Ministerio del Interior ha concebido al archipiélago como “un tapón” y no realiza derivaciones a otras comunidades autónomas, lo que genera “inquietud” en la población y servicios sociales “desbordados”.
Casado se ha preguntado también “cómo es posible” que el radar capaz de detectar a larga distancia las embarcaciones que se aproximen a nuestro litoral comprado en 2011 “por el PP” por 6 millones de euros “siga empaquetado” en vez de estar siendo utilizado en Lanzarote. “¿Cómo sabemos donde están las pateras?”, se preguntó.
El sentido de Estado, la voluntad de no convertir la compleja y arriesgada evacuación de Kabul en materia de disputa entre partidos, ha durado poco. Pese a haberse comprometido a hacerlo, el líder del PP, Pablo Casado, cambió este jueves de opinión y acusó al Gobierno de coalición de haber acometido “tarde y mal” la operación de rescate de españoles desplazados a Afganistán y de sus colaboradores locales, repentinamente amenazados de muerte por el régimen talibán.