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Periodismo

'Caso Julen': el Consejo Audiovisual de Andalucía denuncia mala praxis periodística en los magazines de la tele

Imagen del rescate de Julen.

El pasado mes de enero las principales cadenas de televisión dieron ejemplo de lo que no es periodismo y dejaron mucho espacio al sensacionalismo. Y es que según un informe realizado por el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA), el caso del rescate del menor Julen de un pozo de Totalán (Málaga) copó, entre el 13 y 27 de enero, el 14% del tiempo de emisiones de canales como TVE1, Cuatro, Canal Sur, La Sexta, Antena3 y Telecinco, es decir, dedicaron 228 horas de las 1.631 de emisiones totales a cubrir el suceso.

El informe de CAA analiza el tratamiento informativo de este suceso en esos medios y tambiénes el resultado de una reunión entre periodistas especializados en crónica de sucesos, responsables de comunicación de los organismos oficiales implicados en el caso y representantes de asociaciones profesionales como la Federación de Asociaciones de Periodista de España, el Colegio de Periodistas de Andalucía o la Asociación de Usuarios de la Comunicación. 

Llama la atención el tratamiento que le dieron al caso desde Telecinco, ya que fue, con gran diferencia, el canal que más horas le dedicó en todos sus espacios desde la mañana hasta la noche. Más de un 21% de sus emisiones estaban enfocadas al caso Julen. Canal Sur es la segunda televisión que más cobertura realizó, con un 15,4%, seguida de Antena3 (12,7%), La Sexta (11,7%) y TVE1 (9,6%). Los últimos días del rescate fueron donde más se intensificaron las emisiones ya que, otra vez Telecinco, trató el tema 11 horas diarias y con contenidos en directo. Incluso mantenían ventanas solapadas con información del última hora en muchos de sus espacios. 

En la televisión pública no se quedaron atrás porque tanto Canal Sur como TVE1 ofrecieron más de diez y nueve horas diarias respectivamente, con conexiones en directo incluidas. De manera global, el informe pone de manifiesto que esos días varios canales emitieron especiales para hablar del rescate en Totalán y que además, magazines como El Programa de Ana Rosa invirtieron el 65% de su espacio a abordar el caso. 

Malas prácticas sobre todo en los magazines

Aunque el tratamiento dado pudiera resultar excesivo y quizá desproporcionado, el Consejo asegura que no se cometieron errores graves que sí fueron registrados en la cobertura informativa de otros sucesos. A juicio de los periodistas especializados, esta labor contribuyó al rigor y la veracidad de la información que transmitieron los medios de comunicación y evitó la propagación de rumores, bulos y especulaciones, que sí se difundieron por redes sociales. Asimismo, la CAA considera que, en general, se preservaron los derechos fundamentales del menor, aunque sí se emitieron imágenes de los padres captadas con teleobjetivos cuando todavía no habían comparecido ante los medios, coartando así su intimidad. Estas imágenes se repitieron de forma continuada e insistente en Telecinco y Antena3 y se detectaron contenidos en los que los magazines matinales ponían en duda las conclusiones de la investigación oficial.

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Otras malas prácticas detectadas desde el punto de vista de la deontología periodística fueron las entrevistas que espacios como El Programa de Ana Rosa realizaron a familiares del menor. En concreto la CAA denuncia la entrevista de este programa a la abuela de Julen, en la que la mujer se echó a llorar ante la cámara y nadie interrumpe la conexión. En general, los servicios técnicos del Consejo detallan numerosas prácticas para mantener una tensión pseudoinformativa cuando no se registran novedades y con la intención de mantener el dramatismo: utilización de música y efectos sonoros, conexiones en directo sin novedad informativa, reiteración de imágenes y entrevistas sin valor informativo.

También preocupa el contagio en los informativos de este tipo de prácticas y recursos narrativos ya que quitan rigor y calidad a las informaciones que ofrecen y dejan paso al sensacionalismo. Una tendencia que fue denunciada hace un año por el CAA con motivo del estudio sobre el tratamiento mediático del caso Gabriel, en Almería. En este sentido, el CAA reitera que la información es un derecho y no puede convertirse en un instrumento al servicio del espectáculo en una búsqueda de audiencia y publicidad.

Otra de las evidencias del análisis consiste en que esta mala praxis periodística es más frecuente en aquellos presentadores o programas que más tiempo dedicaron al suceso. Por ello, y ante el papel que los programas híbridos entre el entretenimiento y la información, el Consejo considera especialmente necesario que estos formatos asuman las normas deontológicas que concilien el derecho y la libertad de informar con el deber de difundir siempre información veraz y rigurosa.

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