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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Cataluña influye en la campaña gallega, pero los expertos no se atreven a predecir cuánto

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El brusco cambio de discurso de Alberto Núñez Feijóo sobre Cataluña, en el que ha pasado de rechazar cualquier solución política a proponer un plan de “reconciliación” con indultos condicionados, para a continuación volver a marcar distancias con este planteamiento porque, según el líder del PP, Junts no está por la labor, va a tener consecuencias en la campaña de Galicia. No tanto porque los electores gallegos voten teniendo en cuenta el debate sobre la amnistía, sino porque ha dañado la credibilidad de Feijóo y ha malogrado su intento de convertir la cita electoral en un plebiscito contra Pedro Sánchez.

Un giro de guion imprevisto que ha venido a complicar una campaña que el PP, en contra de su costumbre, decidió centrar en la política nacional y no en Galicia, el centro de gravedad que durante quince años le dio mayorías absolutas. Con el foco en Feijóo, calcularon, sería más sencillo movilizar a los electores gallegos que dejando la responsabilidad a un candidato, Alfonso Rueda, con bajo conocimiento y escaso aprecio por parte de los electores.

Son ellos, los dirigentes del PP, quienes “han querido nacionalizar la campaña en Galicia hablando de Sánchez y de la amnistía”. Así que el hecho de que “ahora se produzca este giro puede tener algún efecto desmovilizando sobre sus votantes”, asegura Pablo Simón, politólogo especializado en partidos, sistemas electorales y participación política y autor de Entender la política. Una guía para novatos (Alfaguara, 2023).

Verónica Fumanal, experta en comunicación política, sostiene, con humor, que los “goles en propia puerta, beneficiosos para la campaña, no son”. En este caso, explica, tanto a Feijóo como su sucesor y candidato a la Presidencia de la Xunta, Alfonso Rueda, les interesaba “una campaña de baja intensidad, sin apenas movilización, sin polémicas, alejando el foco de las elecciones”. La razón no es otra que lo que ellos quieren es “lo que se llama unas elecciones de continuidad”. Las elecciones de cambio son aquellas muy polarizadas, en las que se espera que tenga lugar un relevo en el gobierno y eso al PP, explica, “no le interesa”.

De nuevo, Feijóo en el foco

Así que una polémica como esta, “que centra otra vez” la atención “en la efectividad de Feijóo, en si miente o no miente, en si realmente estaban dispuestos a pactar con los independentistas, lo que hace es desviar la atención y, sobre todo, desviar la estrategia”.

Ahora bien, advierte: “Que esto pueda tener un efecto mayor o menor” no los veremos hasta “el día de las elecciones”. Hay que ser “humildes”, remarca con prudencia. “Pensamos que sabemos lo que va a pasar y, al final, el electorado decide en el último momento, cada vez hay un elector que tarda más en tomar la decisión”, recuerda.

No obstante, Fumanal cree muy posible que las contradicciones de Feijóo sobre Cataluña pueden “desmovilizar a una parte” de su electorado y dar “una baza a Vox”. Y, sobre todo, remarca, pueden tener el efecto de “meter al Partido Socialista en campaña, que estaba más desdibujado en unas elecciones más lideradas desde la izquierda por la señora [Ana] Pontón”, la candidata del BNG.

Antón Baamonde, profesor de Filosofía, analista político y autor de A Derrota de Galicia (Xerais, 2012), está convencido de que lo ocurrido este fin de semana “sí puede pasarle factura” a Feijóo, porque “introduce confusión en una estrategia de campaña ya de por sí fallida”. 

Tener que corregir sobre la marcha y tratar de tapar los mensajes a favor de los indultos después de meses predicando exactamente lo contrario “les pone a la defensiva y hace que afronten el último tramo en las peores condiciones”. 

¿En qué se traduce eso? Baamonde cree que “puede favorecer la abstención o que el voto indeciso no se decante a su favor. Está claro que están desconcertados” en un momento en el que, “por primera vez desde 2009, hay competencia. Se nota motivación en los votantes contrarios a un PP” que está visiblemente “desorientado y desgastado”.

Momento delicado

El momento es delicado para los de Feijóo, recuerda, porque además, el miércoles, a solo tres días de que abran los colegios electorales, está previsto un debate en TVE al que acudirán los aspirantes del BNG y del PSdeG, pero no el del PP. Y nadie sabe qué consecuencias tendrá sobre la tendencia de voto de los conservadores, a la baja desde hace semanas.

El consultor y politólogo gallego Arturo González subraya, por su parte, la importancia de lo ocurrido este fin de semana. “Aquí esto está circulando por todos los lados”, resalta. Aunque otra cosa es determinar qué consecuencias tendrá. “Yo siempre he dicho que las elecciones gallegas se ganan o se pierden en clave autonómica”, explica, pero es que esta vez ha sido el propio PP “quien ha puesto el foco a nivel nacional, en la ley de amnistía y en la relación del PSOE con Junts”. 

De hecho, recuerda, uno de los motivos por lo que se dice que Rueda, de común acuerdo con Feijóo, decidió adelantar las elecciones —debían haber tenido lugar en junio— era hacer coincidir la campaña con el debate sobre la ley de amnistía. “Hemos visto cómo [el PP] lo ha utilizado durante la campaña para desgastar al PSdeG y ocupar también un poco el espacio de Vox, que aunque solamente se quede con un 2 o un 3%, es un 2 o 3% que el PP quiere para sí”.

Es una estrategia, señala, “que ellos mismos se estaban dando cuenta de que no estaba funcionando”. Sí, quizá, “para desgastar al PSOE, pero al no poner el foco en Galicia, estaban perdiendo terreno.” Y “justo cuando ven que se equivocan con esa estrategia y quieren volver a galleguizar un poco la campaña”, Feijóo habla de los indultos condicionados y les “revienta” el discurso. 

Aire para el PSOE

El líder del PP “se pega un tiro en el pie” porque lo ocurrido “le obliga a volver a hablar en clave estatal cuando trataban de hacerlo en clave gallega”, señala Arturo González. “Le da aire al PSOE”, porque motiva a esa “parte del electorado desencantado que se podría quedar en casa por los ataques continuos del PP”. Por no hablar del votante “más de centro del PSOE” que Feijóo estaba tratando de captar: “Ahora no votará al PSOE, pero tampoco te votará a ti, que eres similar”. 

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“Y además”, añade, “le concede un espacio propio a Vox”, que “queda como el único que planta cara de verdad a Junts y a Puigdemont”. Ese voto más de la derecha, explica González, “se te puede ir, cabreado contigo, se te puede ir a Vox”. Y aunque “en términos cuantitativos” no suponga mucho, puede llegar a 1 o un 2% de voto. Y “con lo apretado que está el escenario electoral puede ser suficiente para certificar la pérdida de la mayoría absoluta del PP”. 

¿Cuál es la conclusión? Que lo ocurrido con los indultos seguramente no suponga un gran impacto, pero sí puede ser lo bastante significativo como par resultar decisivo en unas elecciones que, en teoría, van a estar muy ajustadas. 

En línea con el análisis de los expertos, PSOE y Vox se han puesto de inmediato a trabajar. Los socialistas, movilizando a sus principales dirigentes para poner en evidencia la hipocresía de Feijóo, que lleva meses acusándoles de ceder ante los independentistas cuando él mismo es partidario de conceder indultos condicionados. Y los de Vox, convencidos de que lo ocurrido puede ayudarles a entrar en el Parlamento de Galicia.

El brusco cambio de discurso de Alberto Núñez Feijóo sobre Cataluña, en el que ha pasado de rechazar cualquier solución política a proponer un plan de “reconciliación” con indultos condicionados, para a continuación volver a marcar distancias con este planteamiento porque, según el líder del PP, Junts no está por la labor, va a tener consecuencias en la campaña de Galicia. No tanto porque los electores gallegos voten teniendo en cuenta el debate sobre la amnistía, sino porque ha dañado la credibilidad de Feijóo y ha malogrado su intento de convertir la cita electoral en un plebiscito contra Pedro Sánchez.

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