Izquierda Unida se rearma y se reivindica frente a Podemos. Quizá más que nunca antes, para recordar su largo pasado de luchas en la dictadura y en democracia, para esgrimir su sucesión de programas "sólidos" y coherentes frente a quienes se mueven como una "veleta", según les lleve el viento. Para subrayar que IU tiene "el copyright" de muchas propuestas que ahora están conquistando la "hegemonía", y que por tanto es el original, y no "la fotocopia".
Todo eso constituyó el hilo conductor del acto de cierre del Encuentro Político-Programático de la federación, en el que ha venido trabajando en los últimos dos meses y que ha coordinado el diputado y secretario de Proceso Constituyente (y ya candidato), Alberto Garzón. La conexión argumental que enlazó una intervención detrás de otra, desde la del propio Garzón hasta la del coordinador, Cayo Lara, pasando por la de dirigentes como Marga Ferré o Montse Muñoz, o la del poeta Luis García Montero. Se trataba de lucir orgullo por IU, de delimitar terreno, de no dejarse llevar por el abatimiento y sacar pecho frente a Podemos, sin atacarlo directamente. Y se trataba, también, de escenificar la imagen del relevo, el recambio generacional, de Lara a Garzón, ambos muy ovacionados por la grada de más de mil militantes y simpatizantes que llenaban el auditorio Pilar Bardem de Rivas Vaciamadrid, localidad emblema de la federación. El parlamentario fue aclamado por gritos de "¡presidente, presidente!". No es formalmente el aspirante presidencial, pero pocos dudas de que lo será en apenas dos meses.
La formación de Pablo Iglesias apenas fue citada en los discursos, pero a ella iban dirigidos todos los mensajes, de una forma u otra. Fue la protagonista, mucho más que el PSOE e incluso el PP, porque a fin de cuentas quien parece comerse a IU, al menos en las encuestas, es Podemos. El más claro, Lara. Fue el coordinador quien le dirigió las mayores cargas de profundidad. Sin ambages. Sostuvo incluso que hay una "estrategia diseñada" para acabar con la federación, para "cargársela": "Algunos quieren que no quede nada a la izquierda por si algún día consiguen dar un viaje al centro". Como la acusó de modular sus principios para captar más votos: "Esta organización –remarcó– no es una veleta que cambia según sopla el viento. Tiene norte, como la brújula, señala siempre al norte, y es el socialismo".
IU sabe a lo que se enfrenta. En el horizonte, a la vuelta de la esquina, unas elecciones autonómicas y municipales en las que Podemos le lleva la delantera, y en las que ha lanzado señales de no querer converger. La federación, ante un previsible escenario de competición, quiere hacer valer su pasado y su presente, recalcar que aquello que siempre ha dicho y hecho sigue valiendo. Lara, como el resto de sus compañeros que subieron a la tribuna, recordaron la hoja de servicios de IU. Ese "hijo rojo" que llega hasta hoy, según coincidió Garzón. "Hay que mirarse en el espejo, en el espejo de nuestra historia, las luchas, renuncias, sacrificios", enumeró el coordinador. La memoria de los Rafael Alberti, Miguel Hernández, Dolores Ibárruri (Lara), los militantes del PCE que se dejaron "la vida y la piel" en el franquismo (Muñoz), los "padres y abuelos" que conquistaron los derechos en las calles y trajeron la libertad a España, "y no Adolfo Suárez" (Garzón).
"Liderazgo de los pueblos"
La mochila se cargó no sólo con la lucha antifranquista. También del trayecto recorrido en la democracia, los años en los que el PCE tropezó de bruces con la realidad de las urnas y supo rehacerse y dar vida a IU, que ha pasado por buenos y malos momentos y ha resistido. "Las encuestas no van a conseguir aquello que no consiguió Franco", advirtió. IU no ha perdido, dijo Lara, el "corazón" que le duele ante las "injusticias" y el que se "estremece ante la barbarie", IU sigue odiando a una "sociedad de explotados y explotadores" –y por eso sigue hablando de "clase trabajadora"–, IU ha formado parte de las movilizaciones en la calle, IU tiene "cabeza" e "inteligencia colectiva" y no cree "en los líderes", sino en el "liderazgo de los pueblos", IU ha sido el "ariete" contra "el bipartidismo en la calle y en las instituciones", y "no han sido otros".
IU también atesora, en fin, una "experiencia acumulada" en ayuntamientos y comunidades autónomas, extremo que el coordinador recordó para poner en valor el cogobierno en Andalucía y la obligación de "echar" al PP en lugares como la Comunidad de Madrid, así que no vale "ponerse estupendos" y hacer ascos a las alianzas que sean necesarias (oro rejonazo a Podemos). Más aún: se siente "orgulloso" de lo aportado por la federación en la Junta, porque con leyes antidesahucios como la andaluza, señaló, se habría podido evitar el desalojo de la octogenaria Carmen Martínez, 85 años, vecina de Vallecas y expulsada de la casa en que vivía después de 50 años por haber avalado a su hijo en un préstamo.
Pedir el voto para el original, no la "fotocopia"
E IU tiene "programas que vienen de lejos", elaborados con mucha participación ciudadana, "sólidos", no "humo" ni "cartas a los Reyes Magos", incidió Lara, que contienen propuestas que han ido "ganando hegemonía", aunque "algunos" (nuevamente, léase Podemos) "parece que las hubieran inventado ayer". "Cuando compitamos más o menos amigablemente con unos o con otros, voy a pedir el voto para el original, porque a mí no me gustan las fotocopias, que se las pueden llevar un viento huracanado, y el original está ahí, forma parte de las raíces profundas de un árbol frondoso". La copia, aunque no lo explicitara, es Podemos.
Lara entonces se refirió a la confluencia, y reiteró que "nadie gana a IU" en "voluntad" de sumar, "sin arrogancia y sin prepotencias". Pero la "frontera roja" es la "disolución". "No queremos que se disuelva nada. Nos vamos a entender con un programa. No es tan complicado. Es lo que cuenta al día siguiente de ganar las elecciones. Puedes ganar con ilusión, cariño y corazón, pero si no hay programa, ¿qué haces? No vaya a ser que la caguemos y hayamos frustrado la posibilidad de un cambio". Ahí introdujo la crítica más dura contra Podemos: "Que nadie se despiste. Aquí hay una operación para cargarse a esta organización".
El instrumento del que se valen "algunos" para buscar la "disolución" de IU es la apuesta por las agrupaciones de electores, una exigencia del partido de Pablo Iglesias. IU quiere armar candidaturas de unidad popular, pero revestidas jurídicamente de la fórmula de la coalición electoral, porque permite rentabilizar los votos, acceder a subvenciones y contar papeletas para tener representación en las diputaciones provinciales. Esa exigencia de las agrupaciones "no es una ocurrencia o un gesto de buena voluntad", advirtió Lara. "Es una estrategia que está diseñada porque algunos quieren que no quede nada a la izquierda si algún día consiguen dar un viaje al centro".
En el acto en Rivas no había ningún representante de Podemos. Sí de ICV (su coordinadora nacional, Dolors Camats), de Anova (Martiño Noriega, su portavoz), de Chunta Aragonesista (el exdiputado Chesús Yuste), de Alternativa Socialista (Ana Barba). Más, lógicamente, varios barones regionales de IU, como Antonio Maíllo (Andalucía), Marga Sanz (Valencia), Yolanda Díaz (Galicia), José María González (Castilla y León), Isabel Salud (Euskadi)...
No "entretenerse" en los Ganemos
El coordinador federal, no obstante, llamó a los suyos a no "entretenerse" demasiado en los procesos de discusión de la confluencia, como los Ganemos montados en diversas ciudades, porque las elecciones quedan ya cerca y hay que preparar cerca de 2.000 candidaturas locales. Y el objetivo debe ser "claro": desalojar al PP de las instituciones.
Otro mensaje para Podemos: no vale decir "ahora o nunca", como hace Podemos, porque eso es "derrotismo puro". Porque si no se consigue la mayoría necesaria para gobernar, ¿qué ocurre? "¿Tiramos la toalla?". inquirió. Y se respondió: no, porque IU debe "seguir luchando" y no "frustrarse", como ha venido haciendo en el último siglo.
IU, en suma, quiere ser "la protagonista del cambio", porque el cambio "no se puede hacer sin IU", sin una "organización fuerte", remachó.
Garzón: "Existe la posibilidad de ganar"
Lara fue el último de los dirigentes políticos en intervenir. Y Garzón, de los primeros. Ambos entraron al auditorio entre el aplauso de sus compañeros, acompañados por el líder del PCE, José Luis Centella (no por Miguel Reneses, el secretario de Organización al que no se le vio en la clausura). Cuando el diputado por Málaga subió a la tribuna, fue aclamado con gritos de "¡presidente! ¡presidente!". Era su primer acto público después de anunciar, el viernes, que se presentaría a las primarias. Él no hizo en ningún caso referencia a su candidatura, aunque sí agradeció a Lara la "generosidad" y la "altura política" del coordinador, al dar un paso atrás. "No me he ido, no me he ido", sonreía después el líder. Cierto: no dejará su cargo hasta la siguiente asamblea federal, en 2016.
Los gestos de cercanía entre Lara se sucedieron antes y durante el acto. A la llegada ambos departieron, con Centella al lado, se dejaron fotografiar juntos. Y penetraron al auditorio juntos, al lado de los representantes de las organizaciones invitatadas. La ecosocialista Camats, por cierto, aprovechó para calificar de "idóneo" el perfil del diputado por Málaga, como una apuesta "valiente" para que las cosas "cambien".
Garzón trenzó una intervención en la que combinó las referencias a las luchas del pasado, el currículum de IU y su propuesta de futuro. Su apuesta por "un nuevo país". El proceso constituyente, el área de la que él es responsable. La federación anhela una España en la que "mande el pueblo", un país que se ponga al "servicio de la mayoría social". Y para eso, recordó, hay que tener un pie puesto en las calles, en las instituciones y con los sindicatos. "Quien crea que se transforma el país depositando su voto en la urna es ilusionismo, es espejismo. Transformar el país es más que eso".
El secretario de Proceso Constituyente, Alberto Garzón, interviniendo en la clausura del Encuentro Político-Programático de IU, este 23 de noviembre en Rivas Vaciamadrid | EFE
IU ambiciona el cambio del país y, según subrayó Garzón, es la "fuerza imprescindible" para hacerlo posible. De ahí que se felicitara de la "continuidad del hilo rojo", el que se fortaleció en el franquismo y pervive hoy. Erradicar las "injusticias" no es una entelequia, y ahí está el ejemplo de Andalucía y su Ley Antidesahucios, defendió. Es cuestión de "voluntad política".
"Existe la posibilidad de ganar" y para ello hay que ponerse "manos a la obra con toda la energía del mundo". "Tenemos que recuperar lo perdido. Lo que veo es gente deseosa de transformar este país y para ello necesita un instrumento útil", que es IU.
Garzón intentó enlazar presente y futuro, reivindicó sus raíces ("soy comunista, no tengo problema en decirlo"), con la voluntad de pulir aristas y sumar a sus compañeros bajo un mismo proyecto, el que tendrá que perfilar hasta las generales si resulta elegido.
Apelación de IzAb y réplica de Lara sobre las primarias
Montse Muñoz, secretaria de Política Institucional de IU y coportavoz de Izquierda Abierta, también apeló al "orgullo" de la "mochila" de la federación. "He tenido la sensación de que algunos se acomplejaban de la organización. Yo no. Tengo ideología. Hemos hecho lo que hemos podido, y asumo una historia con claroscuros, no tengo por qué avergonzarme de nada", sostuvo, entre los aplausos de la platea, que también celebró sus referencias a los "años y años" de programas de IU. Ella también se dirigió a Podemos: "No vale pensar que una persona o un grupo, por muy inteligente que sea, va a poder hacer cambios en este país. Hace falta movilización, responsabilidad colectiva y protagonismo social".
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El escritor Luis García Montero, mientras, pidió no deslumbrarse con los fogonazos de una nueva formación. Ocurrió en la Transición, cuando el PCE, tras décadas de combate a la dictadura, "fue barrido" por el PSOE. Pero resistió el embate. Ahora, dijo, toca hacer lo mismo, sin miedo a las "novedosas coyunturas electorales". "Me siento muy orgulloso de pertenecer a la izquierda que no trabaja para ganar elecciones sino para transformar la sociedad", remató, en otra velada referencia a Iglesias.
Muñoz lanzó otro mensaje de consumo interno, dirigido al líder: IU, le dijo, debe dar "ejemplo" hacia dentro, con unas primarias abiertas con reglamento y candidatos. Calificó a Garzón de aspirante "excelente", pero hay que "abrir" los procesos, advirtió, para que la federación "sea creíble". "Como coordinador, a Cayo le toca garantizar que este proceso es un éxito". Lara respondió a la apelación: insistió en que, para que IU se granjee el "respeto" de los demás, debe "respetarse" a sí misma". Así que los que concurran a las votaciones deben competir "con lealtad". "Somos compañeros, no adversarios". Y cuando resulte elegido el cabeza de lista, la organización ha de estar "como una piña" apoyando al vencedor.
El acto de este domingo en Rivas, pues, se diseñó más como un chute de energía, un ejercicio de autoestima interna, una reivindicación del ser y estar de IU. De sus obras, pero también de sus símbolos. Desde Cuba y Palestina, pasando por la esperanza en la III República o el recuerdo de los trabajadores de Coca-Cola o la octogenaria desahuciada (en contraste con la "terrateniente" duquesa de Alba) y rematando con el himno final de El pueblo unido jamás será vencido, versionado por Posse. La federación necesitaba lamerse sus heridas y decirse a sí misma que puede sobreponerse a la adversidad. Como en tantas otras ocasiones. Aunque ahora el viento a la contra se llame Podemos.
Izquierda Unida se rearma y se reivindica frente a Podemos. Quizá más que nunca antes, para recordar su largo pasado de luchas en la dictadura y en democracia, para esgrimir su sucesión de programas "sólidos" y coherentes frente a quienes se mueven como una "veleta", según les lleve el viento. Para subrayar que IU tiene "el copyright" de muchas propuestas que ahora están conquistando la "hegemonía", y que por tanto es el original, y no "la fotocopia".