Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, han pedido este jueves que se aborde ya la modificación de algunos aspectos de la reforma laboral de 2012, como la prevalencia de los convenios de empresa sobre los sectoriales y las facilidades para los descuelgues, porque se temen que las empresas recurrirán a estas herramientas para rebajar salarios en la segunda mitad de año.
En rueda de prensa para presentar su documento de propuestas para la reconstrucción de España recogida por Europa press, los líderes sindicales han subrayado que, ante la ralentización de la economía, "muchas empresas" pueden buscar fórmulas para devaluar salarios. "Y lo tienen excesivamente fácil porque la reforma laboral les dio muchas herramientas para ello", ha denunciado Sordo.
Así, el dirigente de CCOO ha advertido de que la prevalencia del convenio de empresa que establece la reforma laboral "tiene más peligro que un cocodrilo en el Duero", por lo que se necesita tocar ya la reforma laboral, situarla de nuevo en la agenda del diálogo social, para buscar "mucho más equilibradas" en la modificación de las condiciones laborales. "Con la reforma laboral, las empresas tienen ahora mismo todas las herramientas para bajar salarios con motivo o sin motivo. El riesgo de devaluación salarial por esa vía es grande, por eso hay que restringir esas herramientas", ha insistido Sordo, que ha avisado de que, junto al ajuste de los salarios, existe también el riesgo de que muchas empresas con problemas de solvencia y liquidez empiecen a despedir a trabajadores.
Álvarez, por su parte, cree que "no es de recibo" que mientras en Europa se está planteando un aumento de los salarios, haya voces en España que apunten a un ajuste de los mismos. "Eso nos impediría salir de manera positiva de esta crisis", ha alertado el líder de UGT.
ERTEs mientras dure la causa de fuerza mayor
Para evitar despidos, los dirigentes sindicales han insistido en la necesidad de prolongar las condiciones de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) vinculados a la pandemia del coronavirus durante el tiempo que sea necesario.
En este sentido, creen que no es tan importante fijar una fecha concreta para su final como el garantizar que las condiciones asociadas a los ERTEs (exoneración de cuotas, contador a cero en las prestaciones por desempleo y acceso a la prestación sin periodo de carencia) se mantienen durante el tiempo en el que dure la causa de fuerza mayor.
"En la medida en que siga habiendo restricciones en los aforos y en los desplazamientos, está garantizada la fuerza mayor. No es tan importante la fecha, como seguir alargando estas condiciones", ha señalado Sordo, que ha advertido además de que de las negociaciones actuales con el Gobierno y los empresarios no va a salir un "gran acuerdo sobre los ERTEs", pues el esquema central ya existe.
En todo caso, Sordo ha subrayado que las empresas "no deberían acostumbrarse" a que las exenciones de cotizaciones sean un incentivo para hacer un ERTE, porque, entre otras cosas, eso afectaría a la sostenibilidad del sistema de la Seguridad Social. En su opinión, se necesita un debate "reposado" en el que abordar fórmulas como la del famoso contrato alemán, que permite reducir la jornada en determinadas circunstancias y complementar la falta de ingresos desde el Estado. Ahora bien, entiende que este tipo de mejoras regulatorias para mejorar la flexibilidad de las empresas tendrían que tener como contrapartida restricciones en los despidos y límites a la contratación temporal.
Para Pepe Álvarez, lo que es evidente es que, después de la experiencia que ha dado la pandemia en el tema de los ERTEs, se ha demostrado que las medidas de flexibilidad incluidas en la reforma laboral son "absolutamente innecesarias", pues los ERTEs ya suponen en sí mismo un instrumento que proporciona suficiente flexibilidad a las empresas.
Piden que se convoque ya la mesa de diálogo sobre reconstrucción
Por otro lado, los secretarios generales de CCOO y UGT han instado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a que convoque ya la mesa de diálogo social para la reconstrucción que prometió a los agentes sociales para trabajar en paralelo a la Comisión para la Reconstrucción creada en el Congreso. Los líderes sindicales creen que esa comisión es importante, pero que "no agota" el diálogo, pues se requieren consensos sociales e interinstitucionales (con comunidades y ayuntamientos) además de los parlamentarios.
Los dirigentes de CCOO y UGT han presentado en esta rueda de prensa un documento con sus propuestas para la reconstrucción del país, que llevarán a la Comisión parlamentaria creada al efecto, que Álvarez ha calificado como "potente y unitario" y en el que se incluyen medidas a corto y medio plazo para incentivar la economía y avanzar en una recuperación temprana del sistema productivo.
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En dicho documento, los sindicatos instan a definir los sectores estratégicos de la economía española; elaborar planes específicos de impulso a la industria, a la automoción y al turismo, entre otros; y auditar, de manera independiente, lo ocurrido en el sistema sanitario y en las residencias de ancianos para no volver a cometer errores.
Otras cuestiones que defienden son poner en marcha una banca pública; impulsar la I+D+i y la digitalización; diseñar un sistema fiscal más justo; mejorar la cobertura de la protección por desempleo y garantizar la suficiencia del sistema de pensiones, y abordar una negociación amplia en materia laboral.
En este sentido, apelan por, además de modificar aspectos de la reforma de 2012, abordar cuestiones como la regulación del teletrabajo y de los trabajadores de las plataformas digitales (riders), y todo ello aprovechando la "oportunidad" que supone que la UE haya suspendido el procedimiento de déficit excesivo y vaya a inyectar dinero a los países más afectados por la crisis.
Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, han pedido este jueves que se aborde ya la modificación de algunos aspectos de la reforma laboral de 2012, como la prevalencia de los convenios de empresa sobre los sectoriales y las facilidades para los descuelgues, porque se temen que las empresas recurrirán a estas herramientas para rebajar salarios en la segunda mitad de año.