Propietaria del centro superior de estudios impulsado por Vox para formar a las futuras élites de la ultraderecha, arropada desde su nacimiento en enero de 2020 por Marion Maréchal Le Pen y presidida por un franquista declarado –el nieto del fundador de la ya extinta Fuerza Nueva, Blas Piñar–, la Fundación Issep vive sumida en el misterio.
No se conocen sus cuentas. Aunque su constitución data de enero de 2020, la fundación no quedó inscrita hasta octubre de 2021. Es el balance de ese año 2021 el que, según la normativa legal, tenía obligación de haber presentado. En ellas –explica el Protectorado de Fundaciones– tendría además que haber detallado si realizó "alguna operación antes de la inscripción": por ejemplo, la apertura del centro de estudios, que empezó a funcionar en octubre de 2020. Pero, como confirma el Protectorado, Issep no ha presentado las cuentas. En febrero –añaden portavoces del organismo oficial– se les envió un requerimiento. Este periódico no ha logrado contactar por ningún medio con responsables o portavoces de Issep (Instituto Superior de Sociología, Economía y Política).
La incógnita de las cuentas a las que nadie ajeno a Issep tiene acceso no es la única. Tampoco se sabe el porqué de la coincidencia entre la dirección del edificio que alberga sus instalaciones educativas –Nicasio Gallego 9, en el centro de Madrid, donde estuvo la sede nacional de Vox– y la de una empresa privada de su presidente, Miguel Menéndez Piñar. Según los buscadores mercantiles, otras seis sociedades de su vicepresidente, Gabriel Ariza Rossi, se localizan también en el mismo número, aunque no es posible averiguar si ocupan o no las mismas oficinas. El embrollo al que conduce este baile de inmuebles y propietarios o inquilinos se refleja, por ejemplo, en el siguiente dato: en el inmueble donde hasta hace unos años se agrupaban varias mercantiles de Gabriel Ariza -las que ahora comparten dirección física con el Issep- desarrolla hoy su actividad el sindicato de Vox, Solidaridad.
Gratuidad con un pero
Los estatutos de Issep determinan que los patronos han de desempeñar "gratuitamente" su función en el gobierno de la organización, que carece de ánimo de lucro. Pero a renglón seguido añaden que "el Patronato podrá fijar una retribución adecuada a aquellos patronos que presten a la fundación servicios distintos". De la redacción se infiere que se trata en todo caso de servicios profesionales.
Gabriel Ariza es hijo del empresario de la comunicación Julio Ariza. Ex diputado autonómico del PP catalán en la etapa de Alejo Vidal-Quadras y durante años cabeza del mastodóntico Grupo Intereconomía, Julio Ariza aparece ahora reinstalado en una cadena –El Toro TV– casi idéntica a la que entró en quiebra.
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Cuatro de las filiales de Intereconomía figuran ahora en el listado de grandes morosos con Hacienda con una deuda de 20 millones. El derrumbe de Intereconomía ha llevado al fiscal a pedir su inhabilitación para administrar cualquier empresa, como desveló El Periódico de España, pero aun así el papel de los Ariza en la constelación de Vox no ha cesado de crecer. Por ejemplo, hasta finales de 2021, El Toro TV emitía cada semana un programa monográfico sobre Vox: La España viva. Otro ejemplo: el digital gaceta.es, altavoz de la fundación oficial de Vox –Disenso–, comenzó a operar con "un contrato de cesión gratuita temporal -así lo explicó su portvoz- con la sociedad Lepanto Estrategy SL, que era la titular del dominio gaceta.es". Esa es una de las sociedades domiciliadas en Nicasio Gallego 9.
¿Y a quién pertenece Lepanto Estrategy SL? A Gabriel Ariza, al igual que Tizona Comunicación SL, una de las dos mercantiles que, junto con Menéndez Piñar, Gabriel Ariza y Javier Tebas Llanas como personas físicas constan como cofundadores de la Fundación Issep. La empresa que falta en el lote fundacional es Skelton Enterprise SL, de la familia de Javier Tebas Llanas. Es decir, la familia que encabeza su padre, Javier Tebas Medrano, presidente de la Liga de Fútbol y profesor de Issep.
Por lo que respecta al presidente de la fundación, Miguel Menéndez Piñar, cuyos artículos para la web de la Fundación Franco y sus fotografías brazo en alto retratan a un exaltado admirador de la dictadura –denomina "cruzada de liberación" a la guerra civil–, la situación es similar: ha alojado en la misma dirección que el Issep a una empresa dedicada a la gestión educativa. Nieto de dos abuelos de gran peso en o contra la Transición –uno, el citado Blas Piñar; el otro, el capitán de navío Camilo Menéndez, condenado por la intentona golpista del 23F–, el presidente de Fundación Issep ya saltó a los titulares en mayo de 2004. El País publicó entonces que, en compañía de su hermano, Miguel Menéndez Piñar montó en el Círculo de Bellas Artes una auténtica bronca, con agresión y destrozos incluidos. La causa: que allí se representaba la obra Me cago en Dios, escrita por el cuñado díscolo de Esperanza Agurire, Íñigo Ramírez de Haro.
Propietaria del centro superior de estudios impulsado por Vox para formar a las futuras élites de la ultraderecha, arropada desde su nacimiento en enero de 2020 por Marion Maréchal Le Pen y presidida por un franquista declarado –el nieto del fundador de la ya extinta Fuerza Nueva, Blas Piñar–, la Fundación Issep vive sumida en el misterio.