El choque entre los modelos de partido de Iglesias y Errejón marca la primera jornada de Vistalegre II

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Meses de reproches públicos y privados, acusaciones mutuas y discusiones políticas y personales desembocan este sábado en Vistalegre II, el congreso en el que Podemos decidirá su futuro. Las tres corrientes del partido enfrentarán este sábado sus diferentes visiones sobre la hoja de ruta política y el modelo organizativo que deben regir Podemos, pero sus intervenciones servirán también para escenificar la división que existe entre los sectores pablista y errejonista, que en los últimos días han redoblado sus ataques y cuya convivencia en la dirección del partido tras Vistalegre II se prevé complicada.

El congreso que lleva monopolizando la actualidad relacionada con Podemos en los últimos meses se celebrará durante todo este fin de semana, aunque el día fuerte será este sábado, cuando los equipos se verán las caras en un ambiente muy diferente al que imperaba hace tres años, en el primer congreso de Vistalegre. En aquel noviembre de 2014, la emoción imbuía a los dirigentes de un partido sin grandes focos de crítica interna, y el impulso en las encuestas colocaba a Podemos incluso como primer partido en intención de voto. Dos años y medio después, la situación es la opuesta: el ánimo entre los dirigentes está crispado y lo que antes era el oficialismo se ha dividido en dos grandes corrientes.

Los dos grandes puntos de interés en la primera jornada de Vistalegre II estarán en los diferentes proyectos de Iglesias y Errejón con respecto a la hoja de ruta política y el modelo organizativo interno que debe tener Podemos. El número dos defiende un partido transversal, que obligue al PSOE a ir a remolque suyo y no se vea "arrinconado" en el imaginario colectivo como un grupo de extrema izquierda, mientras Iglesias es partidario de un Podemos que ponga en el centro de su acción la movilización ciudadana y que sirva en las instituciones como correa de transmisión de las reivindicaciones de los movimientos sociales.

Por otra parte, Errejón pretende quitar algunos poderes al secretario general, como por ejemplo el de convocar unilateralmente consultas a la militancia o el de nombrar la ejecutiva sin consultar al Consejo Ciudadano, el principal órgano de dirección de Podemos. Iglesias, por el contrario, quiere mantener su capacidad de convocar referéndums –una atribución muy polémica en los últimos tiempos– y también mantener la sartén por el mango en lo referente al nombramiento de su ejecutiva.

Político por la mañana, organizativo por la tarde

Así las cosas, este sábado será el día en el que Iglesias, Errejón y Urbán –así como la candidatura Podemos en equipo, compuesta por militantes de base– plantearán sus diferentes proyectos para Podemos. Finalmente será el secretario general el que abrirá con un breve discurso el congreso, tal y como hizo en la asamblea de 2014, ya que, tras varios días de desacuerdo entre las corrientes, finalmente el sector errejonista –que se oponía a que Iglesias hiciese esta primera intervención– ha cedido. Esa intervención está programada para las 11.15 de la mañana, y a Iglesias le acompañará el Consejo Ciudadano –máximo órgano entre congresos de Podemos– saliente.

Una vez inaugurado el congreso, la mañana del sábado tendrá dos grandes puntos de interés: el choque entre los documentos políticos que presentan las tres corrientes –que tendrá lugar entre las 11.35 y las 12.30– y la defensa del proyecto para la Secretaría General que realizarán los dos únicos candidatos, Iglesias y el diputado autonómico Juan Ignacio Moreno Yagüe –de las 13.25 a las 14.00–. Además, entre las 12.30 y las 13.25, los sectores presentarán sus propuestas en materia de igualdad, en las que sólo habrá tres equipos en liza, ya que anticapitalistas y pablistas defienden el mismo documento.

La actividad se reanudará a las 16.30, cuando presentarán sus proyectos un total de 20 candidatos a ser representantes de los círculos en el nuevo Consejo Ciudadano. Los militantes de Podemos están llamados a escoger cuatro representantes de los círculos, una figura que no existía hasta ahora y que se escoge por primera vez. A las 17.50 comenzará la defensa de las propuestas de código ético para Podemos, pero el plato fuerte de la tarde será el debate de documentos organizativos: a partir de las 18.45, pablistas, errejonistas y anticapitalistas enfrentarán sus diferentes modelos de partido, el punto en el que –junto a la hoja de ruta política– tienen más diferencias. El cierre de la primera jornada de las dos que compondrán Vistalegre II está previsto a las 19.20.

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Iglesias y Errejón apuran la campaña

Tanto Iglesias como Errejón han apurado las últimas horas de campaña y han tratado de insistir en sus mensajes clave. El del secretario general es sencillo: si su lista no se impone a la de Errejón o no lo hacen sus tesis, dimitirá aunque haya ganado la Secretaría General, porque no tiene sentido "disociar personas de ideas", tal y como planteó en la Cadena Ser. En los últimos días, además, Iglesias ha subido la apuesta e incluso ha planteado la posibilidad de dejar de ser diputado si pierde el congreso: "Si pierdo, mi escaño tiene que estar a disposición del partido. En Podemos los escaños no son plazas de oposición, aquí nadie se puede aferrar a un sillón", señaló el secretario general.

Errejón, por su parte, ha tratado de insistir en la idea contraria: es posible conciliar su proyecto con el de Iglesias y, además, el secretario general no tiene necesidad de dimitir aunque pierda porque lo apoya toda la organización. "Cualquier proyecto que entienda que sobra alguien es un proyecto que estrecha Podemos y lo hace más perdedor", afirmó este viernes, cuando se mostró convencido de que "prevalecerá la responsabilidad" e Iglesias no dejará su cargo aunque no sea el triunfador del congreso.

Meses de reproches públicos y privados, acusaciones mutuas y discusiones políticas y personales desembocan este sábado en Vistalegre II, el congreso en el que Podemos decidirá su futuro. Las tres corrientes del partido enfrentarán este sábado sus diferentes visiones sobre la hoja de ruta política y el modelo organizativo que deben regir Podemos, pero sus intervenciones servirán también para escenificar la división que existe entre los sectores pablista y errejonista, que en los últimos días han redoblado sus ataques y cuya convivencia en la dirección del partido tras Vistalegre II se prevé complicada.

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