El choque de poderes ahondó todavía más el abismo entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. El Senado, epicentro político estos días por la paralización de una parte de la reforma legal del Gobierno, fue testigo en su sesión de control convertida en una dura refriega, en la que los dos líderes se achacaron mutuamente el incumplimiento de la Constitución.
El presidente del Gobierno ahondó principalmente en las consecuencias de la decisión del Tribunal Constitucional de suspender el debate parlamentario de varias enmiendas debido al recurso de amparo del PP. Directo y a la cara de Feijóo: “Su gran aportación es enmudecer a las Cortes”, “le garantizo que el Parlamento va a hablar”.
Sánchez respondió así visiblemente enfadado con el líder de los populares, algo que al presidente se le nota mucho en su mentón o la expresión de los ojos. Con un presidente del PP enfrascado en pedir de nuevo elecciones anticipadas: “Hablemos de verdad”. “El Pedro Sánchez Pérez-Castejón de 2019 no votaría al Pedro Sánchez Pérez-Castejón de 2022”, le soltó el conservador en el duelo en la Cámara Alta.
Todo ello en un rifirrafe de algo más de 20 de minutos interrumpidos por las diferentes bancadas. “Ha llegado lejos, incluso más lejos que su antecesor. Igual no quiere correr la misma suerte”, le dijo Sánchez irónicamente a Feijóo.
"Alto y claro"
El líder del PP intentó desde el principio poner en duda la credibilidad de Sánchez: “Prometió no indultar a los presos del procés, recuperar el delito de referéndum ilegal, luchar contra la corrupción y ahora se va a perdonar. ¿Lo recuerda?”. Para apuntar que se va a aceptar por parte del Gobierno la celebración de una consulta en Cataluña: “¿Tiene fecha para celebrarla?”
“Es evidente que todos los que discrepamos con usted ponemos en riesgo la democracia. Ahora quiere rebajarle la pena a los corruptos. Deje ya de tomarle el pelo a los españoles. Deje ya de provocar”, le afeó el líder del PP al presidente. Para meter el dedo acto seguido: “Deje de descalificar al Tribunal Constitucional. No hay ni un solo primer ministro europeo que hable como usted, salvo dos”. “Nadie ha cuestionado la legitimidad de su victoria electoral”, soltó, provocando un “noooooo” irónico de los senadores socialistas.
“Menos mal que no venía a insultar a la política nacional”, le reprochó en su réplica el presidente, que subrayó la “particular forma” que tienen los populares de “interpretar” la Constitución. La Carta Magna señala que todos los españoles son iguales: “Pero matizan (en el PP) que hay buenos españoles que les votan y el resto somos antiespañoles”.
Asimismo, insistió en que los poderes que arropan a Feijóo, “cada vez menos ocultos”, han materializado un hito “muy importante”: “quitarle competencias conferidas en la Constitución a los Parlamentos”. “Ustedes han llegado demasiado lejos, sí, sí”. Pero le avisó: “A pesar de que intente que el Parlamento no hable, le garantizo que va a hablar alto y claro”.
"Ya saben que soy un tirano..."
Sánchez retrató las “estrategias” del PP contra él. La primera: “El apocalipsis económico”. Pero los datos, apostilló el jefe del Ejecutivo, lo desmienten, con la inflación más baja de toda la eurozona y niveles de empleo más altos desde hace 15 años. La segunda: “La clásica de vamos a bajar impuestos y luego ya los subimos cuando ganemos”. “Eso duró lo que la primera ministra Liz Truss”, añadió parafraseando a Joaquín Sabina. Luego, añadió, tocó el “España se rompe”. “Con una diferencia, hoy la Constitución se cumple en todos y cada uno de los territorios”, argumentó.
¿Qué quedaba probar? La “fábula del tirano”, dibujó Sánchez, que lanzaba irónicamente: “Ya saben que yo soy un tirano y mi única obsesión es una república bolivariana”. “Pero lo que sucede es que este Gobierno cumple la Constitución y ellos (por el PP) no”, intensificó el presidente”.
Moncloa: "Pedagogía" y un "punto de cinismo"
Después del cara a cara, fuentes de La Moncloa hicieron el análisis de que Sánchez estuvo "pedagógico y con un punto justo de cinismo que deja sin argumentos a Feijóo". "Ha hablado para la gente", sostuvieron.
Para el Gobierno, se mostró otra vez la "insolvencia" de Feijóo: "Sin liderazgo, sin autonomia y sin crédito. Donde mas duele".
El choque de poderes ahondó todavía más el abismo entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. El Senado, epicentro político estos días por la paralización de una parte de la reforma legal del Gobierno, fue testigo en su sesión de control convertida en una dura refriega, en la que los dos líderes se achacaron mutuamente el incumplimiento de la Constitución.