Cristina Cifuentes gana a Esperanza Aguirre. Al menos, en el CIS. Ambas pertenecen al mismo partido, el PP, y ambas compiten por dos instituciones distintas –la Comunidad de Madrid, una; el Ayuntamiento de la capital, la otra–, pero ambas también rivalizan entre sí. Porque entre los dos equipos existe una pugna subterránea por ver quién adelanta a quién y quién tiene más tirón entre sus votantes.
La macroencuesta electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas, publicada este jueves, a escasas horas del arranque de la campaña electoral del 24-M, demuestra que es Cifuentes, una mujer directamente conectada con Mariano Rajoy, la que supera a Aguirre. Por muy poco. Por dos décimas, para ser exactos. Obtendría el 34,7% de los votos –y entre 48 y 49 escaños de la Asamblea, compuesta por 129 asientos–, por el 34,5% que se llevaría Aguirre en el Consistorio (22-23 ediles, por los 57 totales).
Las dos recibirán, previsiblemente, un varapalo de los electores. Ninguna roza la mayoría absoluta –65 escaños en la Cámara regional, 31 concejales en el Ayuntamiento– y acusan el enorme desgaste del PP, que había disfrutado de sólidos resultados electorales, en torno al 50%, en ambas instituciones. Pero las dos podrían retener el poder, eso sí, si se apoyan en Ciudadanos.
Las dos décimas que Cifuentes saca a Aguirre también tienen su lectura interna, ya que desde el entorno de la presidenta del PP madrileño se había lanzado la idea de que su jefa obtendría un mejor resultado que la exdelegada del Gobierno. Y esa impresión, de hecho, se visualizaba en otros sondeos, como el de El País de la semana pasada. Sin embargo, en Génova relativazaban ese supuesto tirón de Aguirre y alegaban que las dos quedarían próximas. Según el CIS, este último pronóstico sería más certero.
En el caso del PSOE, la diferencia a favor también es para el candidato a la Presidencia de la Comunidad, Ángel Gabilondo. El partido se mantendría como segunda fuerza en la Cámara regional, con un 20% de los sufragios y 27-28 escaños (36 tuvo en mayo de 2011). En el Ayuntamiento, Antonio Miguel Carmona recabaría el 18,8% de las papeletas –1,2 puntos menos que su compañero–, y 12 ediles (15 tiene ahora el PSOE). En su caso, peligra el segundo puesto, ya que Ahora Madrid, la candidatura de unidad popular suma de Ganemos y Podemos y liderada por la jueza Manuela Carmena, recibiría el 20,8% de los votos y entre 13 y 14 actas. La ventaja de Gabilondo sobre Carmona también era apuntada en otras encuestas. Es justo lo que ocurría hace meses, cuando Tomás Gómez, entonces secretario general del PSM, parecía quedar por debajo del candidato municipal. Ese fue el argumento utilizado por la dirección de Pedro Sánchez para destituirlo al frente de la federación y aupar a Gabilondo.
No habrá "tanta diferencia"
En la Asamblea, quienes siguen a PP y PSOE son Podemos (17,3%, 24 diputados), Ciudadanos (16,3%, 22-23 actas) e Izquierda Unida (5,4%, 7 asientos). Y en el Ayuntamiento, queda como cuarta y última fuerza el partido de Albert Rivera, con un 14,9% de estimación de voto y entre 9 y 10 concejales. IU quedaría fuera del Consistorio. En ambas instituciones, el PP podría mantener el Gobierno gracias a la irrupción de C's.
Óscar López, jefe de campaña de Ángel Gabilondo, pronosticó este jueves que no habrá "tanta diferencia" de votos a su partido en las dos urnas. Apeló a lo que los expertos llaman voto congruente: "El votante suele coger la misma papeleta para las municipales y para las autonómicas". López definió al candidato al Gobierno regional como un político "extraordinario, con una serie de atributos valorados, capacidad de diálogo, serio, con rigor, honesto y que apuesta por la regeneración política pero de verdad y no por postureo", en alusión a Podemos y Ciudadanos. A su juicio, el cambio en Madrid es "muy posible" y Gabilondo "sale a ganar para cambiar la forma de gobernar", señaló en una entrevista en RNE, informa Europa Press.
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Cristina Cifuentes gana a Esperanza Aguirre. Al menos, en el CIS. Ambas pertenecen al mismo partido, el PP, y ambas compiten por dos instituciones distintas –la Comunidad de Madrid, una; el Ayuntamiento de la capital, la otra–, pero ambas también rivalizan entre sí. Porque entre los dos equipos existe una pugna subterránea por ver quién adelanta a quién y quién tiene más tirón entre sus votantes.