El CIS no da buenas noticias a la Zarzuela desde hace más de dos años y medio. Ya son tres los suspensos en confianza que le da al rey. El último, un 3,72. Bastante por debajo del aprobado. Un dato que pone en duda la recuperación de la popularidad del monarca subrayada por la Jefatura del Estado.
En el barómetro de abril del Centro de Investigaciones Sociológicas, divulgado ayer martes a las puertas del comienzo de la campaña de las elecciones europeas, pasaron más desapercibidas las notas que los ciudadanos asignan a las instituciones del Estado. Era lógico que la atención se centrase en la estimación de voto, en la ampliación de la ventaja del PP sobre el PSOE a 5,7 puntos y la nueva caída del bipartidismo. Pero el sondeo volvía a arrojar una imagen muy preocupante para la Corona, y por tercera vez consecutiva.
En octubre de 2011, llegó la primera bofetada: un 4,89. Y eso que aún no había explotado el caso Nóoscaso Nóos, cuya instrucción se cobró pronto la primera pieza: la imputación de Iñaki Urdangarin. Tras un año y medio de silencio en las encuestas del CIS, el organismo volvió a incluir una pregunta sobre la monarquía. Nota: 3,68. El barómetro de abril de 2013 confirmó la caída en picado de la Casa del Rey, justo cuando se conocía la primera imputación de la hija menor de los reyes, Cristina de Borbón. Para entonces ya había pasado el traspié más costoso para Juan Carlos: su cacería de lujo en Botsuana y su repatriación de urgencia a España para ser intervenido en la cadera derecha. La Corona respondió con algunos ejercicios de mayor transparencia y la petición de ser incluida en la ley.
Un año después, nueva calificación: 3,72. Una recuperación tibia, escuálida, de cuatro centésimas. Y eso que la coyuntura es teóricamente mejor, ya que la efervescencia del caso Nóos, que ahora está a la espera del cierre de la instrucción y de saber si la infanta Cristina estará entre los imputados que pueden sentarse en el banquillo, ha decrecido notablemente. El 3,72 del último sondeo implica que la monarquía sigue sin quedar bien parada a ojos de los ciudadanos. Que está lejos del aprobado. Y que se mantiene en la sexta plaza en la tabla de puntuación de las instituciones del Estado, tras la Guardia Civil (5,78), la Policía (5,70), las Fuerzas Armadas (5,29), los medios de comunicación (4,51) y el Defensor del Pueblo (3,87). La Corona es citada como una preocupación ciudadana por el 0,4% de los españoles, frente al 0,9% de hace un año.
Desde el décimo aniversario del 11-M
El mensaje propalado por la Zarzuela, antes de conocerse el barómetro del CIS, era otro. Completado el viaje a Baréin y Omán –el segundo de los desplazamientos del rey a los países del Consejo de Cooperación del Golfo–, el viernes pasado, fuentes de la institución mantuvieron que, tras más de un año "al ralentí", por la sucesión de intervenciones quirúrgicas y el encadenamiento de titulares negativos por el escándalo Nóos, el rey había ganado aire. El punto de arranque de la "mejora considerable" de la imagen del monarca y de su Casa había comenzado en el décimo aniversario de los atentados del 11-M, cuyo funeral presidió Juan Carlos, acompañado de la reina, los príncipes de Asturias y la infanta Elena.
Luego siguió el mensaje en televisión de despedida al expresidente Adolfo Suárez y, sobre todo, la reanudación de la agenda nacional e internacional, con tres claros hitos: el primer viaje a los países del Golfo (Emiratos Árabes y Kuwait), del 13 al 19 de abril; la entrevista con el presidente italiano, la canonización simultánea de Juan XXIII y Juan Pablo II y la audiencia con el papa Francisco, del 26 al 28 de abril, y finalmente el desplazamiento a Omán y Baréin, del 29 de abril al 2 de mayo. Del 17 al 19 de mayo está prevista la visita a Arabia Saudí y, para finales de mes o principios de junio, una a Catar. El hilo conductor de estos cuatro viajes es la atracción de inversiones.
"Cuando el rey se mueve, ocupa más espacio y le va mejor", justificaron entonces fuentes de la Zarzuela. La Casa del Rey daba cuenta de esa "mejora considerable" en la popularidad del monarca observada en las últimas encuestas quincenales. Eso sí, sin dar ningún dato concreto, sin facilitar los costes de una herramienta de uso "interno" empleada desde marzo de 2012 y que se carga al Departamento de Comunicación. Fuentes oficiales aclararon que lo único que hacía la institución era incorporar unas preguntas (unas fijas, otras variables) sobre los miembros de la familia real en una encuesta ómnibus realizada por una empresa demoscópica de la que no daba el nombre, así que la cuenta sale "muy barata".
"Un mes en una encuesta suma"
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Fuentes de la Zarzuela, preguntadas por infoLibre, señalaron que la encuesta del CIS "no desmiente" los sondeos internos de que dispone la Corona, porque el trabajo de campo está hecho entre el 1 y el 7 de abril (sobre una muestra de 2.469 entrevistas), antes de la primera escala de la gira por los países del Golfo, y en todo caso hay una subida, aunque mínima, desde 2013, de cuatro centésimas. "La tendencia al alza se viene mostrando desde el décimo aniversario del 11-M, pero la fuerte presencia internacional del rey, en los países del Golfo y en Roma, es posterior. Y un mes suma. No creemos que el CIS contradiga nuestros datos. No obstante, en nuestras encuestas sí se ve un mayor repunte de la imagen de don Juan Carlos", precisaba un portavoz. En la Zarzuela, con todo, intentan relativizar el peso de los estudios demoscópicos: "Son un punto de referencia, no una verdad revelada. Y hay que seguir trabajando".
La Casa del Rey confía en que los números vayan mejorando ostensiblemente en las próximas semanas, porque el rey se está recuperando de sus dos últimas operaciones de cadera –camina, aunque con la ayuda de un bastón, si bien el cirujano creía que para la primavera podría andar "sin apoyos"–, tiene mayor presencia y más actos dentro y fuera de España. Tras Catar, la siguiente gran cita internacional será la Cumbre Iberoamericana, que este año se celebra en Veracruz (México), en diciembre, y a la que se incorporará tras un año de ausencia. Claro que esa previsión la puede empañar una sacudida final, y quizá la más importante, del caso Nóos, si el juez José Castro mantiene o no la imputación de la hija menor de los reyes y cómo de negro es el futuro judicial de Urdangarin.
El CIS no da buenas noticias a la Zarzuela desde hace más de dos años y medio. Ya son tres los suspensos en confianza que le da al rey. El último, un 3,72. Bastante por debajo del aprobado. Un dato que pone en duda la recuperación de la popularidad del monarca subrayada por la Jefatura del Estado.