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LA BATALLA DEL 28M

Ciudadanos se aferra a resistir el 28M en cinco comunidades y en algunas capitales de provincia

Begoña Villacís e Inés Arrimadas

El 28 de mayo Ciudadanos se lo juega (casi) todo. Un partido en descomposición y al que todos vaticinan una muerte anunciada. Y llegan los naranjas con una nueva dirección, con la esperanza de resistir en algunos puntos clave y aguantar con algo de luz de cara a las elecciones generales.

Ciudadanos, según fuentes naranjas, se ha fijado un nicho de votante muy concreto: “las clases medias y las familias”. Esos sectores, comentan, que están enfadados porque sostienen el Estado del Bienestar pero luego no se sienten correspondidos. Aquellos que “pagan cada vez más impuestos y a los que exprimen sin recibir nada”.

Por eso, esperan poder enganchar a votantes con algunas medidas que están proponiendo como la reducción de diez puntos del IRPF, la semana flexible de cuatro días o la gratuidad de las escuelas infantiles. En el partido lo llaman el “efecto chupete”. De hecho, muchos de los actos en la calle irán destinados para ese público, con djs con música de los ochenta y pensados para familias jóvenes.

La fotografía con la que se quieren comparar ahora en Cs es con la de 2015, aspirando a presentar 900 listas en toda España (hay más de 8.100 municipios). En estos momentos, indican las fuentes, ya tienen preparadas más de 800 candidaturas y están terminando de perfilar y elaborar las listas. Es imposible lograr el resultado de hace cuatro años, cuando atrajeron más de 1,8 millones de votos en las locales.

Son conscientes de la OPA que pretende el PP a lo largo y ancho de España, como se ha visto en Madrid con varios concejales que pueden moverse a las planchas de los populares. Pero desde la dirección de Cs se niega un trasvase masivo y se indica que de 2.800 cargos públicos que tiene el partido sólo unos doscientos se han ido con los populares. Con una crítica a que algunos medios amplifican las noticias cada vez que un antiguo cargo de Cs se marcha con los de Alberto Núñez Feijóo.

El mapa de aspiraciones

Para Ciudadanos es esencial de cara a su subsistencia entrar en algunos parlamentos y ayuntamientos. Los cálculos del partido, según las fuentes, es que tienen posibilidades de entrar en cinco asambleas regionales: Asturias, Aragón, Murcia, Baleares y Extremadura. 

También se fijan entrar en algunas capitales de provincia. El gran objetivo es volver a tener presencia en el Palacio de Cibeles, con Begoña VIllacís a la cabeza, a pesar de las luchas internas en el grupo municipal en Madrid. Con el fin principal de ser determinantes paran decantar las mayorías. En el mapa de las posibilidades se ponen chinchetas en los ayuntamientos de Zaragoza, Palencia, Alicante, Granada y Córdoba. Creen que pueden luchar, además, por algún concejal en Burgos, Salamanca, Ávila, Huelva y Valencia.

En la dirección de Ciudadanos intentan tirar de optimismo y dicen que se está generando de nuevo ilusión. Se aferran, por ejemplo, al último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que les da cuatro décimas más que en el anterior sondeo. También en el sondeo de 40dB para El País ha subido cuatro décimas este mes y tiene el registro más alto desde julio del año pasado (aunque sólo tendría un diputado en el Congreso).

En esta etapa de Cs, la dirección tiene una estrategia muy diferente a la de Albert Rivera y se ha vuelto a la bandera primigenia de que “no hay socios preferentes”. Por lo tanto, se abren a negociar el día después tanto con aspirantes socialistas como populares. La nueva dirección dice que tirará de figuras como Inés Arrimadas y Edmundo Bal (a pesar de perder en la asamblea este último). Mucha presencia de la nueva portavoz del partido, Patricia Guasp, aunque a la vez estará a tope en Baleares porque es la candidata allí el 28M. También se contará con figuras del Parlamento Europeo como Adrián Vázquez y Jordi Cañas. No estará presente ni reaparecerá en campaña el exlíder Albert Rivera, añaden las fuentes naranjas.

Aseguran en la dirección que van a ir “voto a voto” y tiene previsto salir mucho a la calle, también con mensajes como la recentralización de la Educación y la Sanidad para mejorar las condiciones de los sanitarios y los profesores.

Esperan "alergia" de sus votantes al PP

¿Pero cómo frenar que se vayan todos sus votantes anteriores al PP? Desde Cs responden que hay muchos electores suyos que tienen “bastante alergia” al Partido Popular porque es una formación “rancia y casposa”, que vive en otro siglo y que no aprueba todos los modelos de familia. “Solo les interesa el poder y no quieren reformas de calado para España. Feijóo es Rajoy 2.0. Hay miles de españoles que están desamparados”, reflexionan en Cs.

Para este 28M, Cs también cambia el enfoque totalmente con Vox, después de esa connivencia que llevó a pactos a tres bandas con el PP y la ultraderecha para formar gobiernos en lugares como Andalucía. En la dirección relatan que la vía a seguir es la de Francisco Igea en Castilla y León y se fijan en sus palabras contra Juan García-Gallardo. Frente a los de Santiago Abascal se presentarán como “liberales de pura cepa”.

La lista de Arrimadas se impone a la que encabezaba Bal en las primarias

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En Ciudadanos defienden que van a aguantar todo el ciclo electoral y que el 28M no va a suponer el fin del partido. Advierten, en este sentido, de que tienen la capacidad económica suficiente para llegar también a las próximas elecciones generales, donde, según las encuestas, no tiene asegurado entrar en la Cámara Baja. En todo momento intentan evitar esa imagen de match ball durante esta campaña local.

Durante estas semanas Ciudadanos, que había perdido el foco nacional, ha conseguido colarse de nuevo por la polémica de los vientres de alquiler y Ana García Obregón, presentándose como el partido más a favor de la regulación de la gestación subrogada. Quieren aprovechar, además, la campaña de la declaración de la renta para incidir en medidas a favor de las clases medias y las familias.

Otra de las banderas que han cogido los naranjas durante estas semanas ha sido la ofensiva contra el sistema de pensiones, diciendo que está quebrado y es insostenible, pese al acuerdo alcanzado en el Parlamento y con la Unión Europea. Su idea se distancia de la subida ligada al IPC y plantea indexar la prestación a un índice que determine el coste real “de la vida de los pensionistas”. Según su argumento, el incremento de las pensiones recae sobre “los hombros” de las familias, los autónomos, los trabajadores y las pymes, precisamente su caladero electoral.

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