Ciudadanos irrumpe como primer grupo no soberanista

Ciudadanos consolida un espectacular ascenso en Cataluña. Y lo hace colocándose como la primera fuerza no soberanista del Parlament con 25 asientos de los 135 que tiene la Cámara catalana cuando están escrutados más del 97% de los votos. El recuento de las papeletas de este 27-S deja a la formación que lidera Albert Rivera con un resultado que casi triplica el obtenido en las últimas autonómicas de 2012, cuando obtuvo nueve escaños y por primera consiguió hacerse con un grupo parlamentario propio. 

El récord registrado en la participación, del 77%, ha beneficiado a la formación naranja gracias a la movilización de votantes provocada por el pulso independentista de las formaciones que están a favor de la secesión. Frente a ellos, Ciudadanos se ha presentado como la "tercera vía" constitucionalista y como alternativa a PSC y PP. Y, a la luz de los datos, la jugada le ha salido bien. Se ha hecho con nueve representantes más que los socialistas y 14 más que los conservadores. Su consolidación se evidencia también en la distribución del voto por toda Cataluña, pues ha conseguido por primera vez representación en todas las provincias y con más de un diputado. 

Los 724.000 votos obtenidos este domingo (el 18% del total) suponen el mejor resultado en la historia del partido, que concurrió este domingo a sus cuartas elecciones autonómicas en Cataluña, donde emergió en 2005. Hace tres años se quedó con un modesto 7,56%; en 2010, con el 3,39% y en 2006, con el 3,03%. No es extraño, por tanto, que el partido recibiera estos resultados con euforia. A pesar de haber quedado a más de veinte puntos de la lista vencedora, la independentista de Junts pel Sí, la candidata Inés Arrimadas fue recibida por la militancia con gritos de "¡Presidenta, presidenta!". "¡Cataluña es España!" o "¡Mejor unidos!" fueron otras de las proclamas escuchadas en una intervención en la que pidió la dimisión de Artur Mas.

Arrimadas dijo también que la "mayoría" de catalanes ha dado al espalda al hasta ahora president y reclamó la convocatoria de unas nuevas elecciones en las que cada formación se presente de manera indepediente y con su programa electoral, en clara alusión a la coalición independentista. La realidad es que el resultado de este domingo avala el proceso soberanista impulsado por Junts pel Sí y la CUP, pero que muestra que la mayoría de los catalanes no ha votado por la independencia. Sin embargo, la voluntad expresada por los catalanes en las urnas parece descartar también la posibilidad de formar una mayoría alternativa al independentismo.

Expansión territorial 

Récord histórico de participación en unas autonómicas con el 77%

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En cualquier caso, el resultado de este 27-S evidencia que los mensajes de Ciudadanos han recibido apoyos a ambos lados del espectro ideológico, pero han calado especialmente en el votante conservador. Son significativos los casos de Barcelona y Tarragona, donde el PP baja de 12 a ocho diputados y de tres a uno, respectivamente, y Ciudadanos ha logrado 17 y cuatro representantes. En 2012, Ciudadanos obtuvo en Barcelona ocho de los nueve escaños obtenidos y se estrenó fuera de esta circunscripción consiguiendo un diputado por Tarragona. Ahora, además de las citadas, consigue dos actas en Lleida y otras dos en Girona. 

Las de este 27-S han sido, además, las primeras catalanas desde la fundación del partido en las que Albert Rivera no ha sido candidato, pues decidió este verano no optar a la Generalitat y competir por la Moncloa.La cabeza de lista, Inés Arrimadas, es la actual portavoz en el Parlament. No obstante, Rivera ha sido parte muy activa de la campaña y ha participado en multitud de actos por toda la comunidad en los que ha presentado a su formación como alternativa a la partitocracia española y al nacionalismo catalán. 

Ante la militancia, Rivera hizo una intervención en clave nacional asegurando que Ciudadanos es la única alternativa para España. "La vieja política ha muerto hoy en las urnas y ahora empieza la nueva política para España, la de Ciudadanos, que cuenta con un proyecto político para como mínimo una década y puede reconstruir el proyecto común español", señaló. Firme defensor de la unidad de España, Rivera supo desmarcarse en esta campaña del PP al denunciar los recortes en sanidad y educación públicas y la pasividad ante los abusos de la banca. Los últimos sondeos ya le auguraban en Cataluña el asecenso que hoy, de lejos, han certificado las urnas.