Libertad de expresión u "ocupación" del espacio público. Los símbolos independentistas en Cataluña –como por ejemplo los lazos o las cruces amarillas– continúan generando división entre quienes los colocan y quienes, posteriormente, proceden a su retirada. Los primeros defienden que sólo hacen uso de su libertad de expresión; los segundos, que están sufriendo una "ocupación" del espacio que pertenece a todos los catalanes y catalanas, independentistas o no. Y en este argumento se ha situado, en la primera línea, Ciudadanos.
A principios de este mes de agosto fueron los que, mediante una campaña lanzada a través de las redes sociales, se posicionaron como líderes del movimiento que, decían, pretende "limpiar de propaganda separatista ilegal" las calles de Cataluña. Animó a hacerlo el presidente del partido, Albert Rivera, e insistió en ello este mismo domingo su portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta. "Todos a retirar lazos amarillos y pancartas supremacistas del espacio público. Exige la neutralidad de la Administración. No admitas la autoridad de la policía política", escribió.
Con este último término se situaba en la misma línea en la que ya se había posicionado Rivera, quien acusó al president de la Generalitat, Quim Torra, de usar a los Mossos d'Esquadra a modo de "policía política". Pero es que, además, este mismo martes era Inés Arrimadas, la líder del partido en Cataluña, quien insistía en el término. Lo hizo en una entrevista concedida a Rac1 donde, preguntada por las palabras de Girauta, afirmó que este "se refería a que no se tiene que aceptar la autoridad de la policía cuando actúa como policía política". Y esto, según el conseller de Interior, es una irresponsabilidad. "Los Mossos son la segunda institución mejor valorada por los catalanes (según la primera ola del CEO 2018). Señora Arrimadas, respete esta institución y no ponga en duda su profesionalidad y neutralidad", respondió Miquel Buch a través de Twitter.
Arrimadas, Girauta y Rivera se refieren concretamente a los hechos ocurridos hace algunos días en las calles de Móra, la Nova, Tivissa y Vandellòs (Tarragona), donde se produjo la identificación de 14 personas que arrancaron varios lazos amarillos por parte de los Mossos d'Esquadra. Todos ellos, ahora, están pendientes de denuncias de los ayuntamientos o particulares por posibles daños al dominio público, que podrían incurrir en multas de entre 601 y 30.000 euros. Estarían, además, enmarcadas como sanciones contempladas por la Ley de Seguridad Ciudadana, argumento, que por otro lado, algunos jueces rechazan.
Esta insistencia en llamar a los ciudadanos a "desobedecer" a los Mossos d'Esquadra se produce apenas 10 días después de que el partido de Rivera lanzara una campaña reclamando "Orden y seguridad".
Pero, ¿quién debe decidir cuándo una autoridad actúa como "policía política" y, por ende, debe ser desobedecida? infoLibre realizó esta pregunta a Ciudadanos, pero los portavoces del partido no lo aclararon y se limitaron a responder haciendo referencia a otras declaraciones de Arrimadas, tras la entrevista en Rac1, en las que explicaba que "Torra quiere utilizar a los Mossos como policía política [...], quiere utilizar a los Mossos para amedrentar a las personas que defienden un espacio público neutral. No actúan contra la ocupación del espacio público pero sí que actúan contra los que limpian el espacio público, contra los que garantizan su neutralidad", dijo la líder. "No vamos a callarnos [...], vamos a seguir defendiendo a esa mayoría social de Cataluña que quiere unas playas, unas plazas y unos municipios de todos los ciudadanos", añadió.
Este periódico, además, preguntó a Ciudadanos de qué manera son compatibles las declaraciones de Arrimadas y Girauta con la campaña a favor del "orden y seguridad". Tampoco hubo respuesta.
"No hay delito alguno ni en quitar ni en poner" lazos amarillos
La polémica ha sido tal en las últimas semanas que este mismo lunes llegó hasta la fiscal general del Estado, María José Segarra, quien declaró que "no hay delito alguno ni en quitar ni en poner" símbolos independentistas en la vía pública, pues ambas prácticas se enmarcan dentro de la libertad de expresión. "Tan lícito es publicitar una opinión ideológica, como manifestar una opinión contraria retirando material que se ha depositado", dijo durante la inauguración de un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.
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Pero Ciudadanos, al igual que la plataforma Societat Civil Catalana, se agarran a otro argumento. Se trata del que lanzó el pasado mes de julio el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que avaló la retirada de una estelada situada en el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallés, en Barcelona. Esta decisión provocó que algunos líderes del partido naranja se vieran legitimados a comenzar esa campaña de "limpieza". Así lo expresó, por ejemplo, Frans Avilés, concejal de Ciudadanos en El Masnou, quien afirmó que el TSJC daba la razón a todos aquellos que reclaman "que el espacio es de todos y tiene que ser neutral".
La resolución judicial se refiere, concretamente, a la colocación de símbolos independentistas en los edificios de las instituciones, aunque desde Societat Civil Catalana lo creen ampliable a los particulares.
Por su parte, diferentes asociaciones de guardias civiles y sindicatos de Policía Nacional reclamaron este martes a los Mossos que se guíen por la "neutralidad". Lo dijeron a Europa Press el portavoz del Sindicato Unificado de Policías (SUP), Ramón Cossío, el secretario general de la Confederación Española de Policía (CEP), Antonio Labrado, el portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), Juan Fernández, y su homónimo en el cargo de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO), Carlos Ramírez, que coincidieron en la petición a los agentes catalanes. "Hay que entender que la Policía no es independiente, cabe destacar que depende del Ministerio del Interior, pero nuestro trabajo se tiene que guiar por la neutralidad, y los Mossos deberían proceder igual con ambas partes", dijo Cossío.
Libertad de expresión u "ocupación" del espacio público. Los símbolos independentistas en Cataluña –como por ejemplo los lazos o las cruces amarillas– continúan generando división entre quienes los colocan y quienes, posteriormente, proceden a su retirada. Los primeros defienden que sólo hacen uso de su libertad de expresión; los segundos, que están sufriendo una "ocupación" del espacio que pertenece a todos los catalanes y catalanas, independentistas o no. Y en este argumento se ha situado, en la primera línea, Ciudadanos.