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El clan de los Baltar pone fin a sus 36 años de control de la Diputación de Ourense

Baltar hijo muestra el bastón de mando de la Diputación de Ourense en su última investidura como presidente en 2019.

José Manuel Baltar Blanco no seguirá siendo presidente de la Diputación de Ourense, cargo que heredó en 2012 de su padre, José Luis Baltar Pumar, que había accedido a él en 1990 pero que controlaba desde 1987 como vicepresidente y portavoz del gobierno. Tras 36 años de control de la institución por parte de la familia, Baltar hijo anunció la primera hora de la tarde de este miércoles que abandona la corporación provincial.

Según el comunicado difundido por Baltar hijo, "ante la inminente constitución de las corporaciones locales de la provincia de Ourense, y como presidente del partido político que ganó las elecciones a nivel provincial, trabajo para conformar gobiernos populares solventes a lo largo de todo el territorio". En esa línea, dice trabajar también "para facilitar que la Diputación provincial tenga un presidente o presidenta del Partido Popular", cuestión que estaba en entredicho después de que en las municipales del pasado 28 de mayo los populares no fueran capaces de lograr la mayoría absoluta a nivel provincial. 

En ese contexto, y con Baltar esperando por un juicio penal por conducir un coche oficial a 215 kilómetros por hora, crecieron las voces dentro del partido que apostaron por buscarle una salida.

Esa salida la comunica ahora el propio Baltar, señalando que "la configuración de las corporaciones locales no es una cuestión de nombres sino de siglas y de proyectos", en línea con el que le ha venido transmitiendo la dirección gallega de Alfonso Rueda.

Por eso, dice, su decisión de dejar la política institucional pero mantenerse al frente del partido: "Descarto formar parte de la próxima corporación provincial. No tomaré posesión de mi acta como concejal de Esgos. Este paso no disminuye, en absoluto, mi compromiso por Ourense. Como presidente provincial del PPdeOU seguiré luchando como siempre por el futuro de esta provincia, con el inminente reto de contribuir a la llegada del ourensano Alberto Núñez Feijóo a la presidencia de España”. 

El futuro de Baltar fuera de la Diputación y al frente del PP de Ourense está por verse, pero de momento no será en el Congreso ni en el Senado, ya que su nombre no fue incluido en las listas del PP hechas públicas en su totalidad este mismo miércoles.

La hora más oscura del clan Baltar

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La decisión de Baltar de hacerse a un lado en la Diputación pero seguir al frente del partido se produce la tres días de que el sábado se constituyan las corporaciones municipales y se elijan alcaldes y alcaldesas. Con Gonzalo Pérez Jácome como candidato más votado en la ciudad y con el PP sin mayoría absoluta a nivel provincial, el regidor ourensano, con representación también en la Diputación, tenía la llave para el futuro de esa institución y estaba hablando a dos bandas tanto con populares como con socialistas para decidir a quién entregaría la presidencia, como hizo hace cuatro años con Baltar. Este mismo miércoles, para intentar mantenerse en las ecuaciones, el candidato popular a la alcaldía de la ciudad, Manuel Cabezas, ofreció la posibilidad de un gobierno bipartito a PSdeG y BNG. 

Al mismo tiempo, los mensajes emitidos desde Santiago dejaban en el aire la continuidad de Baltar en la Diputación si eso implicaba un acuerdo del resto de partidos contra el PP. Hace dos semanas el propio Rueda evitaba confirmar a Baltar como candidato a la presidencia provincial y lo presentaba como concejal de Esgos, nada más. Y el pasado viernes su número dos, Paula Prado, aseguraba que también en Ourense "primero son los proyectos y después las personas".

Así que finalmente es con Rueda al frente del PPdeG cuando los Baltar sufren su primera gran derrota, aunque parcial. Cuando Baltar padre organizó su sucesión al frente del partido en Ourense en 2010 Feijóo no fue capaz de evitarla con un candidato alternativo y desde entonces optó por la convivencia. Ahora, con Rueda al frente, Baltar hijo se ve obligado a dejar la Diputación pero no el partido, por lo que está por ver cuánto control sobre la provincia seguirá ejerciendo desde el PP de Ourense o a través de alguna persona interpuesta en la institución provincial.

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